viernes, 29 de abril de 2016


EXPOSICIÓN DE CINISMO E HIPOCRESÍA EN EL AIRE






Es tan enorme la capacidad de ciertas personas para exponer su cinismo, su hipocresía, su desfachatez, que siendo visceralmente corruptos, pretenden colocarse en jueces de otros y condenar sin juicio.


Se ha dado en estos días una peculiar situación en un vuelo de una aerolínea privada hacia Miami. Entre el pasaje se encontraba el ex candidato a vicepresidente de la Nación por el FpV Carlos Zannini, quien al ser identificado, fue escrachado violentamente por un grupo de pasajeros con gruesos epítetos e insultos de todo calibre, al punto de pedir un grupo de ellos que sea obligado a descender del avión.

Los mismos medios corporativos que en otras ocasiones han condenado esta práctica se han prodigado en la difusión de este evento como si se tratara de una acción de estricta justicia. 

Ese es un aspecto de las conductas humanas, el otro es el de los escrachantes. Dos de los que le gritaban al ex funcionario "ladrón", "corrupto", "sinvergüenza" entre los insultos menos graves se llaman:

Claudio Palumbo, figura en AFIP como Monotributista E, Factura $ 12.000 y paga pasaje a Miami $ 30.000


El otros es el contribuyente Juan Manuel Parafita, para AFIP Monotributista B, Factura $ 4.000 por mes y también paga pasaje a Miami $ 30.000.

Ninguno de los dos cumple 15 años ni va a Disneyword pagos por la mamá y el papá. Los dos son estafadores al fisco Argentino, esto es al estado Argentino, esto es a todos los argentinos, esto es a los más necesitados, esos a los que esto tipo de personajes dicen que se les pagan planes "con mi plata" 

Entonces, y más allá si Carlos Zannini tiene o no que rendir cuentas de algo que, hasta ahora nadie a dicho que se le reclama, estos ciudadanos tramposos como si la naturaleza los hubiera provisto de todas las artimañas y éstas fueran virtudes. Ofrecen un espectáculo de tal impunidad, en el que pareciera que se están gritando a sí mismos frente a un espejo, como si éste les devolviera la imagen de otros a los que desprecian por ser lo que ellos son.

Asumen como tan natural ser lo tramposos, mentirosos y estafadores que son, que vociferan como subidos a algún púlpito de templo desde el que predican en contra de sus pecados creyéndose cubiertos por algún manto, cuando en realidad están mostrando impúdicamente todas sus miserias.

El cinismo y la hipocresía está ganando espacio especialmente en ciertos círculos altos de la sociedad argentina para los que erigirse en ofensores de lo popular es proteger las mejores tradiciones de esa casta acostumbrada a dar clases de moral, antes y después de inmolarse en hartazgos prostibularios de todo tipo y naturaleza como si ello fuera virtud.

Pero tienen prensa, porque el poder necesita energúmenos que parezcan personas y que llenen tapas de diarios, para distraer y fabricar escenarios que tapen el saqueo y la fenomenal corrupción de un gobierno de empresarios, a los que el mundo mira azorado como administran un estado al que vivieron, viven y vivirán estafando, evadiendo, lavando, empobreciendo y excluyendo, mientras concentran más y más la riqueza en pocas manos.

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"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)