sábado, 16 de febrero de 2013

FRENTE CHACO MERECE MAS: Debatir para construir - construir para avanzar.
Los portales dieron cuenta recientemente de reuniones del FRENTE CHACO MERECE MAS (FChMM) con la mirada puesta en las próximas elecciones. La ciudadanía, y especialmente la militancia mantienen históricos descreimientos cuando observan la intensificación de reuniones partidarias cada año electoral, y mucha ausencia de funcionamiento de las estructuras partidarias y del frente en etapas no electorales.
En una de estas reuniones involuntariamente se ensayó un sincericidio: “la convocatoria llega en un buen momento, en que el Frente debe pasar de ser una herramienta política a ser una herramienta electoral”, habría expresado uno de los asistentes.

Hasta ahora poco y nada demostró lo contrario, en realidad siempre solo cumplió su rol de herramienta electoral, y hasta la fecha no se vislumbra ni la posibilidad ni la voluntad de constituirse en fuerza política, entendiendo a ésta como un colectivo que cuenta con progresiva homogeneidad en base a un proyecto político que busca transformar la realidad en lo que ésta tenga de injusta.
Casi corroborando esta cuestión, preocupa que en apenas 10 días se lee en los medios al menos dos enfoques en la Convocatoria de un futuro Congreso de los integrantes de nuestro Frente Chaco Merece Mas (FChMM): después de la reunión con el Frente Grande y el Partido de la Concertación se anunció la propuesta del Gobernador de promover un profundo debate en varias localidades de las políticas públicas que se impulsan en el Chaco (incluso con invitación de figuras nacionales), que tenía fecha de comienzo pero no de terminación, confluyendo estos debate luego en un Congreso provincial.
Este criterio del gobernador, no parece reflejarse en lo que se anuncia después de la reunión con otros adherentes del FChMM del día 22 de enero, donde se comunica que en ese Congreso en ciernes se definirá la “plataforma” del Frente, que surgiría de la “unificación de las propuestas de todos los partidos que integran el Frente, con vistas a las próximas elecciones legislativas…”.
Preocupa no solo por el aparente doble mensaje en tan pocos días de distancia, sino sobre todo porque hay palabras claramente ausentes: DEBATE ausente (¿puede ser reemplazado por el voluntarista concepto de “unificación de propuestas”?); MILITANCIA ausente (por respetables que sean nuestras estructuras partidarias, ¿puede obviarse la participación directa de los que diariamente dan la cara en nuestros territorios, generalmente huérfanos de lineamientos e inermes de recursos?); POLITICAS PUBLICAS ausente: ¿alguien seriamente cree que, compromisos colectivos para impulsar contundentes políticas públicas – diseñadas participativamente - pueden ser remplazados por un abstracto y perimido concepto de “plataforma electoral” que escriben unos pocos, se difunde descuidadamente y además no la lee nadie?.
Somos conscientes que pueden existir y existen otros conceptos de cómo evaluar y definir un rumbo político, pero no podemos ni queremos olvidar que gran parte del triunfo del neoliberalismo que azotó las tierras latinoamericanas sometiendo a la Nación y empobreciendo a nuestro Pueblo, tuvo el prerrequisito de desprestigiar a la política y a los políticos.
El problema se torna crítico cuando desde nuestras propias prácticas políticas vaciamos de pueblo nuestras estructuras y se genera un autodesprestigio por decisiones autoritarias o de círculos cerrados, que con el tiempo solo servirá para brindarle en bandeja las condiciones para una “restauración conservadora”.
Tampoco podemos ni debemos olvidar que nosotros somos parte del Proyecto Nacional y Popular que lidera la Presidenta Cristina. Eso nos obliga a convocarnos y construir ese espacio de debate político que sea capaz de emitir opinión sobre toda cuestión que tanto en el gobierno como en el territorio tenga que ver con la consolidación en la provincia de este Proyecto Nacional, sin el cual el Chaco se tornaría “inviable” al decir del tristemente célebre Domingo Cavallo. Grave error histórico sería de nuestra parte, volver atar de nuevo a nuestro Partido y al Frente al carro de esa restauración neoliberal siempre latente, que trajo algo más que las siete plagas bíblicas a nuestro Pueblo.
Sabemos que para muchos el debate se reduce a ver qué silla nos tocará en el colectivo; no importa si luego vamos para el sur o para el norte. Para otros – tal vez de buena fe, incluso – lo pragmático no es debatir y acordar lo que queremos para el Chaco, sino es aceptar el modelo cuasi mercantil que impone sondear las expectativas, contar algunas costillas, y retribuir según la capacidad de daño potencial que se exhibe. La pregunta es si esto es lo que espera nuestra Comunidad de la política. Muchas veces los votos legítimamente logrados pueden obnubilarnos, y hacernos creer que la legitimidad o la legalidad es sinónimo de impunidad.
La historia nos enseña una y otra vez que cuando un gobierno no trabaja para la felicidad de su pueblo ni la grandeza de su provincia, el Pueblo se lo recuerda periódicamente con sus demandas, y muchas veces lo hace directamente en las urnas, y si no atendemos debidamente esta cuestión, la vuelta del modelo filosóficamente prebendario y saqueador, será todo mérito de nuestras mediocridades, mezquinas especulaciones o en el mejor de los casos por exceso de ser políticamente correctos.
En este contexto, solicitamos al Presidente del Partido Justicialista que nunca le tuvo miedo al debate, que encabece e invite a los partidos aliados a masificar el mismo, conscientes que lo peor que podemos hacer es esconder bajo la alfombra nuestros problemas, que no debemos perder las mejores tradiciones participativas del Movimiento peronista que le garantizó su vigencia històrica y mantenerse cerca de las expectativas populares.
Por ello, proponemos instrumentar la idea sugerida por el Gobernador, impulsando el debate con mecanismos como los siguientes:
1- Programar debates en las 15 zonas en que se promovió incipientemente las denominadas Unidades de Desarrollo Territorial, de tal forma que las políticas partidarias y las propuestas electorales no se divorcien de las necesidades cotidianas de nuestra gente en sus territorios.
2- Habilitar un sitio web o blog del Frente Chaco Merece Mas, donde cualquier ciudadano pueda comentar, evaluar o proponer medidas operativas o de política pública para que se tenga en cuenta. Donde también se puedan cargar documentos de análisis y propuestas de los dirigentes y militantes. Y finalmente también se administre desde este sitio un Foro de Debates de las políticas públicas que se encaran en nuestra provincia. La condición para la participación es sencilla: debe identificarse con DNI (evitando la participación anónima que degrada la cultura política de nuestro pueblo), y no se permitirá el insulto ni las calificaciones denigrantes.
3- Habilitar una urna en las sedes de cada partido integrantes del FChMM, que tendrá la misma función, pero dirigido a quienes prefieren entregar por escrito (y no digitalmente) sus aportes.
Las tres instancias de participación permitirán una especie de “asesoría ciudadana” abierta que servirá como insumo a todos los poderes, partidos y movimientos; y deben confluir luego al Congreso programado.
De esta manera, además de ir promoviendo progresivamente mayores niveles de participación, estaremos dándole mayor legitimidad a este Congreso y habremos de re oxigenar la relación con la sociedad que espera que la política no sea un negocio para pocos, sino una herramienta de transformación para todos. FRENTE CHACO MERECE MAS: Debatir para construir - construir para avanzar. Los portales dieron cuenta recientemente de reuniones del FRENTE CHACO MERECE MAS (FChMM) con la mirada puesta en las próximas elecciones. La ciudadanía, y especialmente la militancia mantienen históricos descreimientos cuando observan la intensificación de reuniones partidarias cada año electoral, y mucha ausencia de funcionamiento de las estructuras partidarias y del frente en etapas no electorales. En una de estas reuniones involuntariamente se ensayó un sincericidio: “la convocatoria llega en un buen momento, en que el Frente debe pasar de ser una herramienta política a ser una herramienta electoral”, habría expresado uno de los asistentes. Hasta ahora poco y nada demostró lo contrario, en realidad siempre solo cumplió su rol de herramienta electoral, y hasta la fecha no se vislumbra ni la posibilidad ni la voluntad de constituirse en fuerza política, entendiendo a ésta como un colectivo que cuenta con progresiva homogeneidad en base a un proyecto político que busca transformar la realidad en lo que ésta tenga de injusta. Casi corroborando esta cuestión, preocupa que en apenas 10 días se lee en los medios al menos dos enfoques en la Convocatoria de un futuro Congreso de los integrantes de nuestro Frente Chaco Merece Mas (FChMM): después de la reunión con el Frente Grande y el Partido de la Concertación se anunció la propuesta del Gobernador de promover un profundo debate en varias localidades de las políticas públicas que se impulsan en el Chaco (incluso con invitación de figuras nacionales), que tenía fecha de comienzo pero no de terminación, confluyendo estos debate luego en un Congreso provincial. Este criterio del gobernador, no parece reflejarse en lo que se anuncia después de la reunión con otros adherentes del FChMM del día 22 de enero, donde se comunica que en ese Congreso en ciernes se definirá la “plataforma” del Frente, que surgiría de la “unificación de las propuestas de todos los partidos que integran el Frente, con vistas a las próximas elecciones legislativas…”. Preocupa no solo por el aparente doble mensaje en tan pocos días de distancia, sino sobre todo porque hay palabras claramente ausentes: DEBATE ausente (¿puede ser reemplazado por el voluntarista concepto de “unificación de propuestas”?); MILITANCIA ausente (por respetables que sean nuestras estructuras partidarias, ¿puede obviarse la participación directa de los que diariamente dan la cara en nuestros territorios, generalmente huérfanos de lineamientos e inermes de recursos?); POLITICAS PUBLICAS ausente: ¿alguien seriamente cree que, compromisos colectivos para impulsar contundentes políticas públicas – diseñadas participativamente - pueden ser remplazados por un abstracto y perimido concepto de “plataforma electoral” que escriben unos pocos, se difunde descuidadamente y además no la lee nadie?. Somos conscientes que pueden existir y existen otros conceptos de cómo evaluar y definir un rumbo político, pero no podemos ni queremos olvidar que gran parte del triunfo del neoliberalismo que azotó las tierras latinoamericanas sometiendo a la Nación y empobreciendo a nuestro Pueblo, tuvo el prerrequisito de desprestigiar a la política y a los políticos. El problema se torna crítico cuando desde nuestras propias prácticas políticas vaciamos de pueblo nuestras estructuras y se genera un autodesprestigio por decisiones autoritarias o de círculos cerrados, que con el tiempo solo servirá para brindarle en bandeja las condiciones para una “restauración conservadora”. Tampoco podemos ni debemos olvidar que nosotros somos parte del Proyecto Nacional y Popular que lidera la Presidenta Cristina. Eso nos obliga a convocarnos y construir ese espacio de debate político que sea capaz de emitir opinión sobre toda cuestión que tanto en el gobierno como en el territorio tenga que ver con la consolidación en la provincia de este Proyecto Nacional, sin el cual el Chaco se tornaría “inviable” al decir del tristemente célebre Domingo Cavallo. Grave error histórico sería de nuestra parte, volver atar de nuevo a nuestro Partido y al Frente al carro de esa restauración neoliberal siempre latente, que trajo algo más que las siete plagas bíblicas a nuestro Pueblo. Sabemos que para muchos el debate se reduce a ver qué silla nos tocará en el colectivo; no importa si luego vamos para el sur o para el norte. Para otros – tal vez de buena fe, incluso – lo pragmático no es debatir y acordar lo que queremos para el Chaco, sino es aceptar el modelo cuasi mercantil que impone sondear las expectativas, contar algunas costillas, y retribuir según la capacidad de daño potencial que se exhibe. La pregunta es si esto es lo que espera nuestra Comunidad de la política. Muchas veces los votos legítimamente logrados pueden obnubilarnos, y hacernos creer que la legitimidad o la legalidad es sinónimo de impunidad. La historia nos enseña una y otra vez que cuando un gobierno no trabaja para la felicidad de su pueblo ni la grandeza de su provincia, el Pueblo se lo recuerda periódicamente con sus demandas, y muchas veces lo hace directamente en las urnas, y si no atendemos debidamente esta cuestión, la vuelta del modelo filosóficamente prebendario y saqueador, será todo mérito de nuestras mediocridades, mezquinas especulaciones o en el mejor de los casos por exceso de ser políticamente correctos. En este contexto, solicitamos al Presidente del Partido Justicialista que nunca le tuvo miedo al debate, que encabece e invite a los partidos aliados a masificar el mismo, conscientes que lo peor que podemos hacer es esconder bajo la alfombra nuestros problemas, que no debemos perder las mejores tradiciones participativas del Movimiento peronista que le garantizó su vigencia històrica y mantenerse cerca de las expectativas populares. Por ello, proponemos instrumentar la idea sugerida por el Gobernador, impulsando el debate con mecanismos como los siguientes: 1- Programar debates en las 15 zonas en que se promovió incipientemente las denominadas Unidades de Desarrollo Territorial, de tal forma que las políticas partidarias y las propuestas electorales no se divorcien de las necesidades cotidianas de nuestra gente en sus territorios. 2- Habilitar un sitio web o blog del Frente Chaco Merece Mas, donde cualquier ciudadano pueda comentar, evaluar o proponer medidas operativas o de política pública para que se tenga en cuenta. Donde también se puedan cargar documentos de análisis y propuestas de los dirigentes y militantes. Y finalmente también se administre desde este sitio un Foro de Debates de las políticas públicas que se encaran en nuestra provincia. La condición para la participación es sencilla: debe identificarse con DNI (evitando la participación anónima que degrada la cultura política de nuestro pueblo), y no se permitirá el insulto ni las calificaciones denigrantes. 3- Habilitar una urna en las sedes de cada partido integrantes del FChMM, que tendrá la misma función, pero dirigido a quienes prefieren entregar por escrito (y no digitalmente) sus aportes. Las tres instancias de participación permitirán una especie de “asesoría ciudadana” abierta que servirá como insumo a todos los poderes, partidos y movimientos; y deben confluir luego al Congreso programado. De esta manera, además de ir promoviendo progresivamente mayores niveles de participación, estaremos dándole mayor legitimidad a este Congreso y habremos de re oxigenar la relación con la sociedad que espera que la política no sea un negocio para pocos, sino una herramienta de transformación para todos.

lunes, 11 de febrero de 2013

ANTES DERECHOS Y HUMANOS, AHORA PERVERSOS E INMORALES.
Convengamos que pese a sus esfuerzos, la oposición política en Argentina no alcanza a expresar el deseo del poder económico de terminar con un gobierno leal a los intereses de las mayorías, el que obviamente impacta negativamente en los suyos.
Lo mismo ocurre en varias de las democracias populares de América Latina.
El proceso desestabilizador convocó a todo el arco político opositor, desde la derecha más rancia, hasta la izquierda menos comprometida. Y no obtienen resultados, felizmente.
Las mayorías populares, tantas veces engañadas, estafadas, empobrecidas y despreciadas, pese al bombardeo mediático se resisten a ser instrumento del freno de las políticas populares de inclusión, libertad, justicia e independencia, para poner en marcha el retorno a las de sometimiento y explotación que enarbola el poder económico, y de las que fueron, y volverían a ser víctimas. Y vota en defensa propia.

Es por esto que la "prensa libre e independiente" pasó de publicar las opiniones críticas al gobierno expresadas por ese arco político opositor que en realidad tenían poco de propias y mucho producido en sus redacciones, a expresarlas en forma directa.
Hace tiempo ya que Morales Solá, Magdalena, Nélson Castro, Lanata y todo el resto de la troupe de periodistas mercenarios, han dejado de preguntar, repreguntar y sugerir a sus invitados. Ahora los interpelan para que acompañen, hagan coro y le den un tiente de planteo opositor dentro del espectro político a sus monólogos claramente redactados para insuflar descrédito en el gobierno, y desánimo en la sociedad, desinformación con falsedades mediante. Y en casos ni siguiera los llaman, hacen sus arengas en forma personal, directa y furibunda.
Periodistas mercenarios que fueron capaces de tener opiniones durísimas contra las políticas neoliberales cuando éste sector no los necesitó, para pasar a su servicio al ser convocados ante la certeza de este poder de su imposibilidad de torcer las convicciones y con ellas el rumbo marcado por Néstor y Cristina.
Es por eso que en Argentina, Brasil, Venezuela, Ecuador y Bolivia entre otros, el poder hace que se hable cada vez menos de ideas, y de su impacto en las políticas.
Es la desesperación por el éxito de las políticas públicas populares que los lleva al montaje de una estructura opositora violenta desde la verba a la acción. Violenta en su contenido falto de verdad, violenta en la sugerencia de falta de libertades, que se anula por la propia libre expresión que en ese instante practican, violenta en la sugerencia que agotadas otras instancias es necesario el ataque personal, violenta en el intento de confundir escrache con agresiones personales, violenta en el uso de personajes públicos cuyos dichos se tergiversan, violenta en la apelación a figuras de la farándula con más apego a la desmesura, la chabacanería soez y la respuesta al "promotor", que a la verdad y menos a la construcción colectiva.
El debate de ideas les resulta insostenible.
Como en tiempos de la dictadura, también ahora el poder económico vuelve a la carga contra los intereses populares hoy expresados por varios gobiernos de la región, y no es poca la coincidencia que se encuentra en la estrategia propagandística entre aquel tiempo y éste.
Entonces, cuando aquí este mismo sector perseguía, secuestraba, torturaba, asesinaba, robaba bienes y criaturas usando a las Fuerzas Armadas, los medios de comunicación "libres e independientes" titulaban el 24 de marzo de 1976 en Clarín "TOTAL NORMALIDAD: LAS FUERZAS ARMADAS EJERCEN EL GOBIERNO".
Total normalidad no es más que la contracara de la anormalidad de que el gobierno sea protagonizado por la política, el debate de las ideas y la democracia. En consecuencia un título para este tiempo sería: BRUTAL ANORMALIDAD: GOBIERNA CRISTINA CON EL 54% DE LOS VOTOS" Para en la bajada criticar a la Fuerzas Armadas que se quedan en los cuarteles sin responder a sus antiguos mandos.
Así también, como durante el mundial de futbol 1978 los Morales Solá, Magdalena, Nélson Castro y Lanata de ese tiempos enrojecían sus gargantas gritándole al mundo "LOS ARGENTINOS SOMOS DERECHOS Y HUMANOS" mientras ante sus ojos, en todo el país, y a metros del estadio mundialista en la Esma se producía el genocidio, y en todo el mundo se sabía que lo que ocultaban eran los horrendos crímenes que protagonizaban sus defendidos, los terroristas de estado.
Hoy los mismos vociferan a voz de cuello que este gobierno está destruyendo al país mientras el mundo observa con atención y elogia las políticas anticíclicas cuya fortaleza radica en la independencia económica y la soberanía política que permitieron el estímulo del consumo interno mediante la redistribución, la industrialización, la generación de millones de puestos de trabajo, el aumento de la matrícula escolar, la cobertura de jubilación a miles de mayores excluidos, la reducción de la pobreza y desnutrición mediante la Asignación Universal por Hijo, y en definitiva la recuperación en manos del estado de las herramientas políticas y económicas que nunca debió entregar para lograr la mayor igualdad, inclusión y bienestar general que se recuerde en más de medio siglo.
Por todo esto no es casual que los enemigos de siempre y sus voceros expresen claramente con sus conductas: aquellos eran derechos y humanos, estos perversos e inmorales. Desde sus intereses tiene lógica, desde los de las mayorías es la perversidad hecha discurso y práctica.

jueves, 7 de febrero de 2013

Goiania, Brasil, 1987
QUE SE SEPA, Y QUE SIRVA
Brasil, bellísimo país de contrastes, donde el futbol, la música y el carnaval le ponen alegría a los padecimientos por tremendas desigualdades, injusticias e impunidades. Es América Latina, pariente cercana del África negra.
En Goiania, año 1987 como en todo Brasil, el mejor futbol del planeta nace en miles de baldíos, la inmensa mayoría de ellos en favelas y barrios pobres. Los mismos barrios de los que todas las madrugadas bajan legiones de niños que alternan el juego con la necesidad de revolver basura para procurarse un sustento.

En ese revolver los desperdicios para acallar los quejidos de las tripas llevó a sus manos, en uno de esos depósitos de chatarra a cielo abierto, un llamativo y brillante tubo azul que prontamente la curiosidad hizo pedazos. Pedazos que ya caída la tarde, en la oscuridad alumbraban. Lumbre que el compartir, patrimonio de los pobres, hizo que llegara a cada mano compañera de pobreza, también alumbró los oscuros cuerpos frotados con la mágica piedra azul. De pronto el basural se iluminó de luz y de alegría. Niños que danzaban excitados por haberse convertido en lámparas humanas.
Invisibles para la insensibilidad del poder, en ese instante eran visibles en la oscura noche de barrio pobre, como tantos.
Pocas horas más tarde la alegría, el baile y la luz daban paso al dolor. Nauseas, vómitos, y mareos terminaron con sus ya apagados cuerpos en los hospitales.
La historia oficial rápidamente escribió su capítulo de descargo. Para sí y para todos, cargando las culpas en dos ladrones que robaron un equipo de radioterapia del Instituto Goiano de Radioterapia, una clínica privada abandonada, lo desguazaron y tiraron sus partes al basural. La hija de 6 años de uno de los ladrones terminó muerta, sepultada en un cajón de plomo rodeado de una fornida bóveda de cemento.
También quedaron sepultadas las responsabilidades de esta catástrofe nuclear solo superada por la de Chernobyl. Ni quienes abandonaron el arma letal, ni quienes no controlaron el destino de los desechos radioactivos, nadie es responsable de los muertos, ni de las 129 personas tratadas por contaminación entre las 600 que presentaron radiación después de haberse examinado a 112.000 brasileros del lugar. Muchos de ellos padecerán hasta su muerte el absurdo de la inexistencia de controles sobre esos materiales radiactivos que se usan con fines medicinales.
La historia oficial ponía un manto de invisibilidad sobre aquellos niños que gozaron el fatal instante de sentirse visibles en plena noche, y también de los adultos que la luz azul se llevó.
Esta historia poco conocida merece ser difundida no con sentido catastrofista, sino como para un aprendizaje de todos sobre la importancia de controlar los cada vez más difundidos elementos contaminantes que afectan gravemente la salud de todos, que están entre nosotros y en abundancia. Y sobre las consecuencias dramáticas que la desidia y la irresponsabilidad en su uso y control ocasionan.
La radiación es uno, pero también lo son y con consecuencias gravísimas los productos que en cantidad de millones de litros se vuelcan día tras día sobre nuestros suelos para incrementar la productividad en las actividades agropecuarias.
No es ni política, ni humanamente sostenible el argumento que pretende justificar que la aplicación de estas tecnologías probadamente nocivas para la salud, son imprescindibles para la competitividad de nuestra producción.
Y no es sólo responsabilidad del estado, el que claramente debe estar al frente de su regulación, seguimiento y control, con prescindencia y sin preeminencia del interés económico en las actividades involucradas por sobre la salud de la población y la preservación de este derecho humano primero y esencial como es la vida.
Es también responsabilidad inexcusable la de los fabricantes, de los expendedores de estos productos, de los productores y de los profesionales encargados de la aplicación. Todos ellos son responsables ética, moral y jurídicamente de las consecuencias que tanto a las personas como a los recursos y al ambiente ocasione la aplicación de sustancias nocivas para ellos.
Los medios de comunicación debieran ser vehículo sanitario en la medida que no dejen de exponer esta realidad a partir de la mordaza de los avisos de las multinacionales de agroquímicos o sus distribuidoras.
Tanto la información, como la prevención y la sanción, difundidas sin censura ni autocensura constituyen un aporte de alto impacto a la salud de todos.
Porque aquella tragedia de Goiania no tuvo la trascendencia mediática que merecía, como que tampoco la historia oficial ni la prensa libre, independiente y generadora de opinión pública reveló que 50 de los casos más severos de aquel hecho aterrizaron en Cuba en 1992 para ser tratados en forma gratuita, tal como los 330 niños de Chernobyl.
No es noticia porque tanto el desinterés como el interés de los que siembran muerte pueden más que la vida de un puñado, o más, de pobres en la definición de las portadas. Que suelen ignorar que las tragedias provocadas por quienes acumulan miles de millones de dólares produciendo riesgo, son atendidas en los hospitales de los países pobres o como en este caso en el país más criticado y discriminado por el poder económico mundial.
Asumiendo todos que es un cargo de conciencia la preservación de la salud y la vida, que es posible el manejo responsable de los residuos peligrosos, y que la búsqueda de mayores beneficios económicos tiene como límite el respeto por la salud y la vida, honraremos al ser humano.
También lo honraremos cuando quienes no lo hagan y en el grado que les corresponda sean responsables del daño o la muerte, encuadren en el Código Penal como lo que son: criminales. Para que matar por interés se equipare al sicario que lo hace por plata, y para que asesinar o herir con veneno no sea menos grave que hacerlo a cuchillo o bala.

domingo, 3 de febrero de 2013

NO HAY MODELO POPULAR SIN TIERRAS

REPARTIR LA TORTA EN GUARANÍ es el título bajo el que Miradas al SUR expone la situación que viven los agricultores de la república del Paraguay en razón del sistema imperante relacionado con la posesión, uso y distribución de las tierras productivas.
Su lectura es válida no solo por lo que significa para nuestros hermanos paraguayos, sino porque en el Chaco no hemos podido avanzar en absoluto para modificar una realidad que claramente va de contramano con la prédica de mayor equidad, igualdad de oportunidades, protección de nuestros recursos naturales y justicia.

Aquí también la concentración de las tierras en pocas manos es creciente, y de la mano de la expansión de la frontera agropecuaria impulsada con fuerza de tsunami por los agronegocios cuyo eje es la siembra comercial en gran escala, los pequeños productores, con capacidad y potencialidad para la producción de alimentos para consumo humano, emigran a los cinturones de pobreza de los pueblos y ciudades, mientras la provincia importa el 80% de los productos alimenticios agrícolas que se sirven en las mesas chaqueñas.
Para modificar esta realidad que nos traerá muchos y mayores padecimientos en un futuro no muy lejano es que necesitamos abandonar esta irresponsable pasividad en nuestro gobierno, pero también en la sociedad. Una reforma a la Ley de Tierras (2913) retirando del mercado inmobiliarios todas las tierras fiscales rurales existentes a la fecha, mas la intervención del estado en todas las transacciones de tierras rurales a efectos de evitar la expansión de los latifundios (de los que la Constitución exige transformación en unidades familiares) es imprescindible para que además nuestra prédica de gobierno popular también en este campo se convierta en práctica, como ya ha ocurrido en otros aspectos de manera contundente.
Por eso, y como un aporte a la reflexión reproducimos el artículo aludido.

REPARTIR LA TORTA EN GUARANÍ
En Paraguay, la distribución de la tierra remite a una vieja estructura oligárquica. Una dirigente campesina cuenta cómo impactó la restauración conservadora tras el golpe contra Lugo en 2012 y cómo luchan por una reforma agraria. Según datos del 2012, Paraguay tiene una población de 6.672.631 habitantes, que viven sobre sus 406.752 km². Y aunque es uno de los cinco mayores exportadores mundiales de energía, el sexto mayor productor de soja, que en 2010 fue el octavo exportador de carne bovina a nivel mundial y tenga un Producto Bruto Interno (PBI) que ronda los 25 mil millones de dólares, la inequidad es tan grande que figura entre los 10 países más desiguales del planeta y el de mayor inequidad en América latina. “Por la dignidad de los Pueblos: Reforma Agraria Integral con Soberanía Alimentaria, para un Paraguay sin hambre”, dice una de las consignas de la Organización de Lucha por la Tierra (OLT).

Cinco siglos igual.
De la historia del Paraguay sale sangre a borbotones: luego de su etapa colonial que duró hasta 1811 (y muy ligada a los jesuitas), siguieron: un período dictatorial de 40 años, la Guerra de la Triple Alianza, la Guerra del Chaco, una guerra civil en 1947 y el golpe de Estado de 1954 que encabezó un recién ascendido a general Alfredo Stroessner, que gobernó bajo estado de sitio durante 34 años. Esta dictadura que limitaba la participación política y perseguía, torturaba y hasta desaparecía opositores excusándose en la “seguridad nacional”, criminalizando un falso potencial de crecimiento del comunismo, estableció el clientelismo, la corrupción masiva, el miedo al debate ideológico y el oportunismo como formas de hacer política en Paraguay. Finalmente, el 3 de febrero de 1989, un golpe de Estado protagonizado por el general Andrés Rodríguez contra su consuegro, el mismo Stroessner, terminaría con la más larga dictadura paraguaya. Se convocó a elecciones para el 1º de mayo y se anunció la legalización de todos los partidos... exceptuando el comunista.

En contraste, la resistencia.
Según indica en un texto de 2007 José Parra Gaona, miembro de la dirección general de la Central Nacional de Organizaciones Campesina, Indígena y Popular (Cnocip): “Durante los años 60-70 hubo un gran movimiento campesino en torno de las Ligas Agrarias Campesinas y de las Juventudes Agrarias. Se basaban en las ideas de la Teología de la Liberación y en los aportes del marxismo, una mezcla que dinamizaba las actividades de base (…) Trabajaban con solidaridad, con mingas en los trabajos agrícolas y comercializaban a través de almacenes de consumo, administrados por ellos mismos. Las actividades religiosas comunitarias reforzaban las prácticas solidarias y cuestionaban la sociedad capitalista que explota al hombre por el hombre y acumula riquezas en pocas manos a costa de la pobreza y la miseria de la gran mayoría. En aquellos tiempos difíciles (…), la dictadura tenía una red de informantes en casi todas las comunidades, quienes eran premiados si descubrían a uno o varios ‘comunistas’ en sus zonas”.

Una nueva etapa (interrumpida).
Desde el inicio de la década del ’90, con el auge de las organizaciones campesinas –principalmente para luchar por su tierra–, se agruparon dos frentes nacionales que conformarían una unidad estratégica, aunque luego volverían a separarse: la Federación Nacional Campesina (FNC) y la Mesa Coordinadora Nacional de Organizaciones Campesinas (Mcnoc). Entre el 2006 y el 2008 aparecerían también escisiones dentro de la Mcnoc. La Organización de Lucha por la Tierra (OLT) surgió en 1993, con la intención de centralizar la lucha, articulando sectores campesinos para lograr la Reforma Agraria Integral (RAI). Para la OLT, actualmente la alta concentración de la tierra en pocas manos es una de las más altas de América latina. Afirma que la RAI permitiría al Estado paraguayo una mayor profundización del proceso democrático. Para ello, consideran como elementos fundamentales la eliminación del latifundio, la distribución de las tierras a las familias campesinas que no la poseen para trabajar, la construcción de una comunidad solidaria que defienda la dignidad del campesinado, el trabajo, el estudio, la producción, el mercado, la salud y la defensa de la biodiversidad, entre otros puntos. “En ese marco de lucha, en 20 años de existencia, hemos conquistado 30 asentamientos campesinos, teniendo en cuenta que en este país la tierra se conquista porque no existe política de Estado que la garantice como derecho a las familias campesinas”, explica Lidia Ruiz Cuevas, trabajadora social y referente de la OLT, en diálogo con Miradas al Sur. “En Paraguay, la contradicción principal, una de la principales causas de la marcada desigualdad económica y social, radica en la concentración de la tierra, donde el 2% de los propietarios posee el 85,5% de las tierras, es decir, unos 33.600.000 hectáreas. En contraste, el 6,6% de las tierras, unas 2.640.000 hectáreas, se encuentra en manos de 280 mil familias, y son la base de la agricultura campesina”. En un reciente Foro Social organizado por el partido Paraguay Resiste, se denunció que el país cuenta con más de 2,8 millones de hectáreas (ha) dedicadas al cultivo de soja y concentradas en manos de los grandes latifundistas, quienes además avanzaron en la deforestación de varios territorios. Según revelaron en el cónclave, sólo en el 2010 Monsanto habría obtenido ingresos por 10,5 millones de dólares. “Hará desaparecer la semilla nacional y al mismo tiempo al pequeño productor”, advirtieron en un comunicado.

El régimen latifundista.
Lidia Ruiz Cuevas tiene 31 años y milita en la OLT desde los 13. Es la séptima de diez hermanos, de los cuales siete militan juntos. Vive en una tierra conquistada –que ocupó con sus padres y hermanos– llamada Reinaldo Díaz, en homenaje a un caído durante la lucha. El asentamiento está ubicado en el Distrito de Capiibary, Departamento de San Pedro. Allí viven 500 familias sin tierras que conquistaron 7000 ha que eran del Estado. Pero no fue gratis: padecieron tres desalojos antes de la conquista. “Existen 350 mil familias sin tierra y lo que es aún más grave –observa Ruiz Cuevas–, es que el 60% de la población indígena tampoco tiene territorios propios. Es un país donde el régimen latifundista representa el poder real, político y económico de dominación. El Estado paraguayo representa tradicionalmente, y de manera más marcada en la actualidad, un modelo donde los partidos políticos tradicionales conservadores defienden los intereses capitalistas y oligárquicos, utilizando la estructura y los poderes del Estado”.

–¿Cómo está organizado el movimiento campesino?
–Actualmente se puede decir que el movimiento campesino está dividido en varios grupos, pero los más sobresalientes son por un lado la Vía Campesina Paraguay, integrada por seis organizaciones campesinas e indígenas (Coordinadora Nacional de Mujeres Trabajadoras Rurales e Indígenas (Conamuri), Movimiento Campesino Paraguayo (MCP), Movimiento Agrario Popular (MAP), el Mcnoc, la OLT y la Organización Nacional de Aborígenes Independientes (ONAI); y por el otro lado el Frente Nacional Campesino (FNC). Son los dos movimientos campesinos que han mantenido fuerzas, acciones y propuestas en los últimos tiempos, no obstante existen varias organizaciones campesinas regionales y otras nacionales que también hacen las reivindicaciones gremiales de este sector. En el 2011, surgió una articulación espontánea de “sin tierras”, denominada Liga Nacional de Carperos. Han hecho mucho ruido, sin embargo es una organización atípica por su inconstancia. Además, ha sido el grupo que reconoció el gobierno de facto, fueron los primeros en sentarse a una reunión con el presidente de facto. De acuerdo con el censo indígena de 2002, existen en Paraguay 496 comunidades o aldeas habitadas por 19 pueblos indígenas –un total de 84.061 personas– distribuidas en trece departamentos y la capital del país. Los 19 pueblos indígenas reconocidos se agrupan en cinco familias lingüísticas. Ruiz Cuevas observa que “el movimiento indígena en Paraguay es bastante nuevo, incluso en el Chaco paraguayo donde vive la mitad de la población indígena, 15 de los 21 pueblos originarios”. Y agrega: “Los indígenas de la región oriental del país, por el modelo de producción empresarial de monocultivos de soja, han sido los más perjudicados por la expulsión de sus comunidades. A la problemática principal de los indígenas, que es el territorio, se suman la falta de políticas de atención de derechos básicos”. El cambio histórico sucedió el 20 de abril de 2008, cuando ganó las elecciones en el Paraguay el exobispo Fernando Lugo, con más de 10 puntos por encima de la segunda candidata. Expulsaba al Partido Colorado de la presidencia de la República luego de 61 años al mando del país. La nueva oposición –el viejo oficialismo– instaló en la opinión pública la intención de iniciarle un juicio político. Fue depuesto en un cuestionable juicio exprés, el 22 de junio de 2012. “El golpe no solamente significó una interrupción del proceso democrático para Paraguay, sino también para la región”, dice Ruiz Cuevas.

–¿Cómo vivieron en la OLT la destitución de Lugo?
–La oligarquía local no admite un mínimo de distribución de las riquezas y de los recursos de las arcas del Estado, y a la menor señal de acciones tendientes al cumplimiento de derechos básicos de las mayorías excluidas en el país, responden mostrando su poderío. Como en el caso del golpe de Estado parlamentario de junio pasado. Con Lugo, se habían frenado tanto las negociaciones sobre la instalación de la empresa multinacional Río Tinto Alcan y la base militar de Estados Unidos en el Chaco Paraguayo, así como las diversas liberaciones de semillas transgénicas. También pretendió controlar el uso masivo de agrotóxicos. Otro beneficio importante del gobierno de Lugo fue la salud gratuita, a la que se accedía por primera vez. Por ejemplo, se inauguraron Unidades de Salud Familiar. Los poderes reales, instalados en el Parlamento y el Poder Judicial, no admitieron el inicio de ninguna medida dirigida a la recuperación de las tierras mal habidas (8 millones de ha), ni al desarrollo y transparencia del sistema de catastro. Los movimientos campesinos optaron por respetar el proceso democrático iniciado en 2008, en un primer momento con un apoyo crítico a Lugo (exceptuando la FNC, que desde el principio declaró que no favorecería a ningún gobierno). De la reforma agraria depende el desarrollo nacional. No se hizo dentro de aquel proceso por las contradicciones dentro del gobierno, y porque el Parlamento está bajo el mando de la oligarquía, que sólo defiende esos intereses. De ella depende el desarrollo nacional.

–¿Qué cambió desde que está Franco?
–Con el gobierno de facto, en poco más de un mes se llevaron a cabo negociaciones con las empresas transnacionales para el ingreso de semillas transgénicas de maíz y algodón, que vinieron a añadirse a las variedades de soja que ya circulaban. Así, los recursos naturales del país pasan a ser gestionados por firmas transnacionales convirtiéndose en un verdadero botín para dichas empresas, profundizando la desigualdad en la distribución de riqueza y principalmente la tierra, una situación que afecta sobremanera a las campesinas, campesinos y pueblos indígenas. Además, todos los programas sociales instalados con el gobierno de Lugo fueron desvirtuados. A seis meses del golpe, ya no se cuenta con salud gratuita y los recursos del Estado que estaban dirigidos a programas sociales se han utilizado dejando de lado a los más necesitados.
"NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS SIN ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Martin Luther King
"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)