martes, 12 de abril de 2016

BANALIZANDO LA POLÍTICA Y LA JUSTICIA DESTRUYEN LA NACIÓN


Con la promesa de beatificación entramos al prostibulo. El gran ejercito mediático mas la pata judicial, sirven a las corporaciones para ejecutar el genocidio social y político del pueblo argentino. 


La Justicia y los medios nos volvieron a los tiempos del "Caso Cóppola".

Bonadío es Bernasconi reciclado, mientras que Schagel era un bebe al lado de Marijuan, mas la trama, los libretos y el show tienen los mismos clisés.

Macri, empresarios y funcionarios, por decenas aparecen como partícipes de evasión y lavado con cuentas en paraísos fiscales, pero la justicia cita a Cristina para que declare por una decisión política del Banco Central.

Mientra este absurdo ocurre, el presidente hace un discurso que más parece una provocación por lo contradictorio con su conducta, al decir "quiero una argentina donde no haya impunidad", y como si fuera poco agrega "tenemos que seguir batallando y fortaleciendo el valor de la libertad de expresión". Todo ello mientras la batalla real que están dando las corporaciones gobernantes es por impunidad y por callar todos las voces que no suenen a tono con sus intereses.

Jueces, fiscales y medios son hoy los cañones, barcos y aviones que las corporaciones usan para doblegar cualquier intento por redistribuir la riqueza. Pero necesitan distraer. Necesitan tirar fuegos de artificio de magnitud para ocultar no solo el saqueo al pueblo, sino también la fenomenal exposición mundial del empresarios y funcionarios que aparecen vinculados a la evasión, el lavado y la estafa con cuentas y sociedades en paraísos fiscales.

Engañaron una vez a millones para que se suiciden con el voto. Y lo consiguieron. Ahora confían en que pueden seguir engañando con esta vulgar trama de altísimo riesgo, intentando el absurdo de encarcelar a la ex presidenta para diluir la corrupción de los grupos de poder y profundizar la concentración de la riqueza que es el objetivo supremo de los intereses en el gobierno.

Cuando estalle la olla a presión que están atizando con inusitado como autodestructivo entusiasmo, veremos a muchos de los que hoy nadan en su arrogancia, como estamos viendo a los arrogantes dictadores, desencajados rindiendo cuentas de sus delitos y atropellos al pueblo.

Si la llegada y recibimiento a Cristina en Aeroparque no les dice nada, es porque no comprenden, ni comprenderán más, lo que es el veredicto de la justicia popular. Ese que valora a quienes han demostrado lealtad a la palabra, al pueblo y a la historia. Ese mismo que hace que otros dirigentes, como Macri y Obama tengan que blindarse y transitar por la ciudad en soledad, lejos de cualquier mano del pueblo. 

La banalización de la Justicia, la política y la comunicación, marcan el punto más profundo de la degradación de los hombres que perdieron principios y valores, y se entregaron a la orgía de prostituir estas sagradas herramientas que toda sociedad debe preservar por encima de este tipo de miserables.

El final previsible de este brutal atropello es el estallido de esa olla que atizan con desenfreno, y no es el mejor de los escenarios. Pagarán los responsables, pero al costo social altísimo que ya muchos argentinos viven. 

Para atenuarlo, es imprescindible que la oposición no se entregue también a esta orgía, como está ocurriendo con parte de la dirigencia del FpV que se sentó a la mesa chica de la concentración, y que pretende, para colmo de males, copar el Partido Justicialista y llevarlo al camino de la UCR aliada a lo peor del capitalismo infame que nos gobierna.




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"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)