jueves, 24 de febrero de 2011

PAVADAS NO, TAMPOCO CONSOLIDAR LA EXPLOTACIÓN

Cuando alguien dice “dejemos de hablar pavadas”, o está haciendo una autocrítica, o no tiene respuestas. En consecuencia trata de quitarle entidad a los planteos.
Decía en mi última nota sobre la cuestión forestal en tierras fiscales que desde Colonización, ”No queremos, no provocamos ni alentamos internas con nadie.”. El tema de fondo es mucho más importante. No obstante conviene aclarar para quienes por allí se escandalizan porque algunos funcionarios tenemos opiniones diversas y las debatimos públicamente que desde nuestra visión en modo alguno esto debe ser tomado como algo negativo. Al contrario. Porque quienes nos precedieron en el gobierno nunca discutieron diferencias, o lo hicieron con el hipócrita principio de que “la ropa sucia se lava en casa”, y así nos fue con las tierras y con los bosques, entre otras cosas. La sociedad valora que quienes tenemos responsabilidades y en ocasiones diferencias, las podamos compartir con ella. Porque ello es sinónimo de transparencia. No acordamos en la trastienda ni barremos bajo la alfombra. Sólo es necesario tener grandeza para reconocer errores, modificar conductas y no mezclar cuestiones personales con institucionales.

Dicho esto, y en ese contexto entendemos que el compañero Director de Bosques se equivoca en reducir esta cuestión solo al tema del decreto. Y mucho más se equivoca negando que el proyecto hubiese constituido una modificación a la ley. Nos obliga a exponer el tema con mayor amplitud para que se vea que más que una pavada, en tal caso el proyecto debiera calificarse como una burrada.
El inciso E) del Art.29 de la 2913 dice: “No arrendar ni subarrendar ni dar en aparcería, comodato o cualquier otro título, la explotación del predio adjudicado, salvo expresa autorización del organismo de aplicación y en la forma que determine la reglamentación;” El decreto que el Compañero Director de Bosques reconoce haber elevado a la firma del gobernador con el objeto de reglamentar el artículo precedente dice en su parte pertinente “…no se exigirá, por parte del organismo de aplicación la autorización para arrendar…”.
Si tal como lo afirma el compañero esto lo redactaron abogados, es mucho más grave. Porque si la ley dice “…no arrendar… salvo expresa autorización del organismo y en la forma que determine la reglamentación…” nadie que sepa leer puede interpretar otra cosa. En consecuencia la reglamentación determinará “la forma” en que el organismo otorgará esa “expresa autorización” que la ley impone. Entonces, que el decreto diga “…no se exigirá, por parte del organismo de aplicación la autorización para arrendar…” implica, supina ignorancia, mala fe o error. En ningún caso, una pavada.
Tampoco es una pavada reconocer que “Este artículo de la Ley de Tierras no estaba reglamentado y la misma ley dice que debe ser reglamentado. Como no lo estaba nosotros lo hicimos.” Porque lo que haría cualquier funcionario responsable y respetuoso de las jurisdicciones es compartir la idea con las autoridades del organismo correspondiente y canalizar la propuesta por ese medio. Es obvio que ese es el camino, pero parece que hay que decirlo, no sea que a alguien que no sea del ministerio se le ocurra modificar o reglamentar una ley que tenga que ver con la salud, por ejemplo.
Respecto de la atrevida insinuación de que desde Colonización subestimamos la inteligencia del gobernador, no resiste el menor análisis. Nunca tuvimos dudas de su inteligencia por eso nunca la pusimos a prueba poniendo en sus manos libelo alguno compañero López. Fuere usted el que lo hizo.
Falta usted a la verdad, quizás por desconocimiento, cuando afirma “Cada vez que esa persona hace un convenio con otra persona cae Colonización y lo quiere desadjudicar. La verdad que esto es una cosa de locos, antigua y fuera de contexto y fuera de los fundamentos de la ley” Esto, además de ser total y absolutamente falso como actitud generalizada y aviesa, me recuerda palabras de funcionarios de la alianza cuando frente a nuestras denuncias por las irregularidades cometidas y por negarnos a seguir su camino decían que estamos “fuera de época” o que entorpecemos ciertas actividades. A ellos, en otro artículo respondimos “Es el mundo del revés. Solo pueden pensar esto los que, acostumbrados a la marginalidad, consideran que volver al marco de la Constitución y la ley “es una antigüedad”, y en casos se sienten despedidos de los beneficios que la ilegalidad les brindaba.” Rara coincidencia la suya compañero diciendo de lo nuestro es “una cosa de locos, antigua y fuera de contexto”. Rara y peligrosa coincidencia con expresiones de los que saquearon nuestros recursos.
Tampoco se ajusta a la verdad y aquí si no caben dudas que existe mala fe en la afirmación de que “…hay personas que hace más de 40 años que ocupan sus tierras y que no tienen acceso al título de propiedad, lo que genera que todo lo que haga en sus terrenos sea ilegal. Están vendiendo en forma irregular la madera porque no le dan las posibilidades. Nosotros no podemos salir hacer controles como estamos saliendo hacer ahora en las calles para castigar a la gente que no tiene la posibilidad de sacar un permiso. Gente que lo único que le queda es hacer eso”. Es de manifiesta mala fe pretender responsabilizar a este gobierno la demora de 40 años en el otorgamiento de los títulos. Y es grave mentir diciendo que “todo lo que hagan esos productores es ilegal” No es cierto, miles de productores en tierras fiscales trabajan en el marco de la ley y no merecen su irresponsable calificación de ilegales.
Porque además, muchos de los que no pueden cumplir con las imposiciones de la Constitución y la ley son precisamente los que se dedican como única actividad a la tala de bosques. Y éste es el problema compañero López. Ya lo expusimos pero si no se entiende insistimos. Trabajan por la comida. O les compran por monedas la masa boscosa –tengan permiso o no- con el mismo discurso que usted expresa: que ellos nunca van a poder. Como si la pobreza fuera una fatalidad a la que algunos están condenados y en consecuencia nunca podrán hacer las mejoras que la ley les impone no como castigo, sino como el camino a diversificar y mejorar su producción y su calidad de vida. Falso. No es una fatalidad, es un esquema de explotación y abandono históricos. Y nuestras diferencias consisten en que nosotros nos negamos a continuar con estos parches que las presiones y la coyuntura exigen para no enfrentar el problema de fondo.
Compañero, nosotros somos el estado, en consecuencia estamos obligados a ver soluciones, nunca a prolongar la agonía propiciando y alentando la continuidad de este esquema inequitativo en el que los productores pobres están obligados a regalar su trabajo, su esfuerzo, y como broche condenatorio también regalar el recurso natural, a esta altura escaso -por falta de políticas serias- a eslabones de la cadena que claramente se encuentran en posición dominante.
No les mienta a los productores compañero, nosotros no queremos desadjudicar a los auténticos productores y mucho menos a los más pobres. Somos nosotros los que en esta encrucijada -que usted quiere reducir a la burrada del decreto con el que intentaban terminar de asegurar la exclusión de los productores pobres- estamos defendiendo sus derechos a poder realizarse produciendo en sus predios en el marco de la equidad imprescindible que les permita ser productores y trabajadores y no esclavos. Es falso compañero que el único camino es el que usted plantea: que vendan su masa boscosa o arrienden sus predios. Eso sí es lo viejo compañero. Debiera saber que hay un sistema de Consorcios de Servicios Rurales que está en marcha, gracias a la organización y lucha de los pequeños productores, la férrea voluntad del gobernador y a la tenacidad de un reducido grupo de funcionarios y legisladores, aunque hoy para las fotos seamos muchos más. Esta es una de las herramientas que los productores usarán para poder explotar sus predios. Este es el camino compañero, un estado brindando herramientas, no solidificando explotación y abuso. Un estado construyendo ciudadanía, independencia, asociativismo, y equidad, para terminar con clientelismo, inequidad y esclavitud. Y estas no son pavadas, al menos para nosotros.

lunes, 21 de febrero de 2011

NO MAS DISCURSOS FALACES Y PALABRAS HUECAS. HABLEMOS EN SERIO
Sin sorpresa leemos en los medios que algunos sectores vinculados a la actividad forestal manifiestan como uno de los principales problemas, “la paralización” del Instituto de Colonización en el otorgamiento de las Constancias para que la Dirección de Bosques habilite permisos de explotación en tierras fiscales. A tal punto enfatizan en ello que sostienen que “…si el Instituto de Colonización no regulariza la tenencia de la tierra a los productores, nada se podrá hacer…”.
Una de las principales razones que ponen en la superficie la problemática de la explotación irracional de nuestros bosques y también el trabajo esclavo, es la posición del Instituto de Colonización de poner en el marco de respeto a las leyes y darle equidad a la actividad forestal en tierras fiscales. Las protestas, en casos escandalosamente sorprendentes, de exigir el cese de controles en una especie de grito pidiendo zonas liberadas, roza el absurdo y también lo delictual. Pero en gran medida explica una nefasta historia en el manejo de nuestros recursos.

Es cierto que desde el inicio de nuestra gestión se produjo un supuesto problema con el otorgamiento de las Constancias para que la Dirección de Bosques habilite permisos en tierras fiscales. Y decimos supuesto problema, porque la situación tiene origen en la enorme corrupción que atravesó al organismo en toda su estructura a tal punto que para muchos lo ilegal llegó a ser tan normal que la pretensión de aplicar la ley aparece como una especie de fundamentalismo irracional. Pero lo absolutamente cierto es que en gestiones anteriores no se respetó la ley. Repetimos: en gestiones anteriores reinó la ilegalidad, la violación sistemática de las normas con el solo objeto de permitir la descontrolada explotación de este recurso en tierras fiscales. Todo esto producto de la corrupción alimentada desde el poder político, desde las estructuras de los organismos y desde los propios productores a quienes ésta corrupción le permitía manejarse en la ilegalidad.
Vuelve a decirse públicamente que la actividad forestal depende, y se paraliza si el Instituto de Colonización no otorga constancias habilitando la tala en tierras fiscales.
Esto significa ni más ni menos reconocer que en tierras privadas no quedan más bosques en condiciones de ser explotados. Y es éste el primer punto que desde el Instituto de Colonización sostenemos que hay que abordar para luego ver como seguimos.
Necesariamente debemos develar que pasó con los montes en tierras privadas como para que hoy solo los fiscales sean la meta de todos. Y nos preguntamos. En la explotación de los bosques privados: ¿Se respetaron las normas?; ¿Se reforestó?; ¿Hubo explotación racional?.
En razón de lo que expresa el sector reclamando al Instituto de Colonización, la respuesta obvia a todas estas preguntas es: NO.
Y nosotros además agregamos. Tampoco los bosques sobre tierras fiscales están inexplotados. Ni los fiscales ni las reservas están intactos, como debieran. Todos han sido violados producto de la ausencia del estado.
En razón de ello es que no caben dudas que así no se puede seguir. No se puede seguir así porque estaríamos destruyendo las últimas reservas forestales que pueden garantizar la explotación a perpetuidad. Y se puede garantizar únicamente si tomamos este tema en serio. Con responsabilidad. No como una cuestión de presiones y coyuntura que desde hace mas de cien años se han resuelto con criminal irresponsabilidad como para que lleguemos a este extremo.
Y cuando decimos en serio, decimos sin politiquería barata que solo disfraza la protección del interés de algún eslabón de la cadena forestal. Desde ya nunca el más débil.
Para ser más claros aún afirmamos: No queremos, no provocamos ni alentamos internas con nadie. Pero no cejaremos en nuestra postura de defensa de nuestros recursos, y de los derechos de nuestros productores en tierras fiscales. Planteamos con crudeza que nadie piensa con visión de futuro cuando sólo se repite el latiguillo de que la falta de productos en ésta coyuntura pone en riesgo la actividad y sus fuentes de trabajo y que en consecuencia hay que seguir permitiendo que se continúe éste ritmo y éste camino.
Es absolutamente falso ese intento, como es falso que el Instituto de Colonización es responsable de la situación actual por el no otorgamiento de Constancias. Los responsables de la situación actual son todos los que no han planteado antes de nosotros el abordaje integral de la problemática para evitar que el Chaco se esté quedando sin bosques maderables como lo está. No nos engañemos, la explotación racional, el aprovechamiento integral, la reforestación y la equidad en la distribución de la renta han sido hasta hoy palabras huecas. Puro cuento. Un ínfimo porcentaje de bosques han sido explotados racionalmente por las excepciones responsables. La mayoría ha depredado. Y si alguien sostiene lo contrario que explique por qué no quedan más bosques. No ha habido aprovechamiento integral. Centenares de miles de toneladas de madera han sido quemadas para expandir la frontera sojera. La reforestación no puede superar la entidad de discurso. Millones de árboles se talan, solo algunos centenares o en tal caso pocos miles se han plantado. Nada. Y de la equidad, ni hablar. En la reunión para la conformación de la Mesa Forestal entre setenta a cien personas no se ha visto ni un solo productor adjudicatario u ocupante de tierras fiscales. Ni hablar de algún hachero. Ninguno. En consecuencia ni una sola palabra sobre los intereses, derechos y condiciones de trabajo de éste eslabón de la cadena. Eslabón más débil, eslabón sin vos. Es por todo esto que desde el Instituto de Colonización decimos que somos el estado, y el estado está obligado a tener una mirada integral de la problemática, y está obligado a ser la vos de los que no pueden hacerse oír.
Y esto en modo alguno significa estar en contra de ésta actividad. Al contrario, estamos planteando nuevas reglas de relaciones y explotación. Estamos planteando equidad para que los productores en tierras fiscales puedan encuadrarse en la ley. Estamos dejando claro que la imposición constitucional y legal de que los productores realicen la explotación en forma directa e introduzcan mejoras en sus predios no es un castigo como se pretende hacer aparecer. Es imprescindible que lo hagan para poder mejorar su explotación, para diversificar y mejorar la calidad de vida. Hoy no pueden hacerlo porque trabajan por la comida. Está claro que alguien, otro eslabón de la cadena, se queda con la mayor parte de su esfuerzo y todo el valor del producto.
Los funcionarios que estamos pensando en corregir estas distorsiones y otras no somos el enemigo. Estamos pensando en mañana, no solo en hoy. Queremos que de una vez por todas: explotación racional, aprovechamiento integral, reforestación, preservación a perpetuidad y equidad dejen de ser discursos en boca de irresponsables, de falaces, de corruptos.
Estamos en esta situación porque no hubo funcionarios que dejaran de ser funcionales o habiéndolo intentado no pudieron concretarlo en el pasado. Si hace 50 o 100 año se hubiera previsto este presente y actuado con firmeza, sin dejarse llevar por delante por los intereses y/o la corrupción, no estaríamos aquí discutiendo este tema.
Pero como hoy, posiblemente hace 100 años algunos pensaban que los montes eran inagotables y eternos. O lo que es peor sabían que no lo eran, pero no les importaba. Como hoy.
Pues a nuestro gobierno le importa. Y éste es el momento de sentar nuevas bases para los próximos 100 años como para revertir todos los desatinos y garantizar para las futuras generaciones la continuidad de la actividad, la preservación de nuestros recursos y el medioambiente, todos ellos a perpetuidad.
En síntesis, tenemos un solo camino. Discutir las razones por las que estamos como estamos y las razones que nos llevaron a quedarnos sin bosques. Ello nos indicará resolver como no hacer más lo que hicimos para llegar a esta situación. Y a partir de allí plantearemos una política de recuperación de nuestra masa boscosa y su explotación racional en el marco de la ley, la sensatez y la equidad.

domingo, 13 de febrero de 2011

¿El planeta en peligro? Aída Ayala, ignota intendenta de Resistencia, capital de la provincia Argentina de Chaco sacude: "LOS CHINOS ESTÁN INVADIENDO EL MUNDO"

Desencajada la intendenta alertó a los gobiernos con un mensaje casi apocalíptico sobre la invasión china al planeta. Este disparate seguramente merecería titulares como el de éste artículo si trascendiera nuestras fronteras.
Sus expresiones abrumadoramente sensacionalistas tienen ribetes tan xenófobos como ridículos. Debieran ser tomados como producto de un cortocircuito de la inteligencia y en consecuencia con cierta indulgencia.

Manifiesta la señora: "He estado en otros lugares, como Italia, donde vi que en cada cuadra hay más chinos que italianos"; "Se están viniendo a la Argentina con todo tipo de inversiones, lo que significa más supermercados y más gente china"; "esto es consecuencia de una política nacional, y también provincial; porque más allá de que China está invadiendo o participando de los mercados en todo el mundo, se vienen a la Argentina y se van a multiplicar"; "En lo personal, yo no comparto la cultura esa."

El INADI (Instituto Nacional contra la Xenofobia, el Racismo y la Discriminación) expresó que analiza las declaraciones de la funcionaria para determinar si no ha incurrido en algún delito.

También debiera hacerlo la Justicia y la Salud Pública para analizar si la señora no ha sufrido alguna alteración que pudiera ser peligrosa para su salud.
De no ser así. Es decir si efectivamente la funcionaria hace estas declaraciones en el uso pleno de sus facultades y libertades es necesario que los resistencianos nos planteemos si ésta persona representa los históricos ideales patrios respecto de la inmigración, de los que nuestra provincia es una muestra categórica. Cientos de miles de chaqueños somos inmigrantes. Segunda, tercera, o cuanto más cuarta generación, pero al fin inmigrantes. Incluida la señora y su familia. Salvo que la dama considere que los españoles, italianos o franceses sean personas, y merezcan respeto como inmigrantes. Mientras los chinos y taiwaneses conforman una especie de extrahumanos que constituyen un peligro para la especie, y para la civilización occidental y cristiana tan apegada al respeto de los derechos humanos y las leyes. Vayan como ejemplo de esos respetos las multinacionales y los capitales argentinos, como Nidera y el rey de la soja Alberto Olmedo. Ninguno de los dos son chinos pero si campeones del trabajo esclavo.

Una muestra alarmante de intolerancia ha dado la señora intendente. Le va a resultar muy difícil explicar este desatino porque ha sonado tan sincero como disparatado.

lunes, 7 de febrero de 2011

LAS TIERRAS FISCALES, LA EXPLOTACION FORESTAL Y LAS SOLUCIONES RESPONSABLES

No llama la atención la fuerte presión que desde distintos eslabones de la cadena forestal se expresan últimamente sobre las autoridades del Instituto de Colonización para que habilite a cualquier costo la explotación en tierras fiscales. Las críticas se centran en la demora -o la negativa en casos- a otorgar constancias –que habiliten la explotación forestal- a los adjudicatarios de tierras públicas, lo que según se dice puede paralizar la actividad forestal en la provincia y pone en riesgo las fuentes de trabajo. Dicho así, es preocupante. Pero también debemos afirmar que es falso. Porque indicaría que los únicos bosques existentes son los que aún permanecen sobre tierras fiscales. Y no es cierto. O lo es solo a medias. Y de serlo sería muy importante indagar por qué. Y cuál es el futuro, si le damos el mismo destino a los bosques fiscales, sin la debida regulación para su explotación racional y conservación para asegurar la actividad a perpetuidad. La que evidentemente no se ha llevado a cabo de manera racional y sustentable hasta hoy como para asegurar ese objetivo. Y esto es responsabilidad de todos, pero especialmente de los organismos estatales que tienen la obligación de garantizarlo.

EL INSTITUTO DE COLONIZACIÓN Y LAS CONSTANCIAS PARA BOSQUES
Primera aclaración: solo podrán obtener constancias los adjudicatarios de tierras fiscales que tengan al momento de la solicitud, regularizadas tanto las mejoras como el pago de la tierra, ante el Instituto de Colonización. Lo impone la Ley 2913 (art.24). Y todo funcionario está obligado a cumplirla sin atajos.
Segunda: Lo dice la constitución: Tierras fiscales: “explotación directa y racional por el adjudicatario”
Tercera: La Ley 2913, (Art.29, inciso E) manda “No arrendar, ni subarrendar, ni dar en aparcería, comodato o cualquier otro título la explotación del predio adjudicado, salvo expresa autorización del organismo de aplicación (Instituto de Colonización) y en la forma que determine la reglamentación.” Clarísimo: Siempre que se justifique, indefectiblemente el Instituto deberá expedir “expresa autorización”. De modo que el burdo intento de modificar el espíritu de la ley –como se trató- mediante un proyecto de decreto reglamentario que dice que no será necesaria dicha autorización, es simplemente irresponsable, lamentable, y de gravedad institucional al pretender deliberadamente que el propio gobernador suscriba un instrumento disponiendo se incumpla la ley.
Cuarta: Muchos adjudicatarios no tienen regularizadas sus mejoras. En consecuencia no encuadran en la ley como para ser receptores de tales constancias y consecuentemente no obtienen permisos de explotación forestal con fines comerciales. Aún así los productores pueden “…elaborar sin cargo maderas con destino a mejoras dentro del predio adjudicado…”, y también -permiso mediante- el desmonte propio que se necesita para diversificar hacia producciones agrícola-ganaderos. Pero para poder hacerlo necesita que su explotación base actual, la forestal, le proporcione los recursos necesarios mínimos indispensables y equitativos en relación al resto de la cadena.

SITUACIÓN DURANTE LOS GOBIERNOS DE ROZAS Y NIKISCH
Pregunta: ¿Por qué durante los gobiernos de Rozas y Nikisch no se daba este “cuello de botella” en el otorgamiento de Constancias, en Colonización?
Respuesta: Porque no se cumplía ni la constitución ni la Ley. Se permitía la venta no solo de la “masa boscosa” sino de adjudicaciones y ocupaciones. Se volvían a adjudicar predios a productores que habían violado la ley para que vuelvan a hacerlo. Se entregaban constancias que permitían el otorgamiento de permisos forestales como un mero trámite administrativo con alta sospecha de cobro ilegal de los mismos.
Pregunta: ¿Qué beneficio trajo este festival de ilegalidad que nosotros investigamos, y no ignoran los productores forestales, ni los industriales, ni los demás funcionarios del gobierno del Ministerio de la Producción ni la Dirección de Bosques?
Respuesta: A los productores pobres destinatarios de esas adjudicaciones: Ninguno. Trabajaron años por la comida regalando su esfuerzo y su producto con la venia estatal. Siguen tan pobres como antes, pero con menos expectativa de vida, ya que buena parte de ella yace en los montes.
Esto es lo que pasó hasta nuestro gobierno. Vale recordar que este festival de ilegalidad es el que llevo a convertirse en delincuentes y ser condenados por la justicia a Héctor Kaluk, Nildo Puebla y José Moreno, funcionario y vocales del Instituto de Colonización, mientras procesados esperan sus condenas Carlos Gasko, Roberto Cogno y Omar Rodriguez, los tres últimos presidentes designados y sostenidos por Angel Rozas y Roy Nikisch. Y nosotros que los denunciamos, que aportamos las pruebas y que nos negamos a seguir su camino se dice que estamos “fuera de época” o que entorpecemos ciertas actividades. Es el mundo del revés. Solo pueden pensar esto los que, acostumbrados a la marginalidad, consideran que volver al marco de la Constitución y la ley “es una antigüedad”, y en casos se sienten despedidos de los beneficios que la ilegalidad les brindaba.
DISTINTAS VISIONES, DISTINTOS OBJETIVOS
Esto no hace más que poner sobre la mesa que nuestras visiones y en consecuencia los objetivos tampoco parecen ser los mismos. Parece que se busca que haya dos Chacos: el Chaco donde tenga vigencia la ley; y el otro donde solo rija la ley del que tenga mas fuerza.
¿Por qué tenemos distintos objetivos? Porque vemos que en otros ámbitos se presiona para modificar la ley; se busca eludir el trámite en el Instituto de Colonización entregando permisos en base a documentación que exhiben los productores sin que ésta tenga el aval de legitimidad y vigencia del organismo de aplicación; se pretende aceptar constancias de ocupación extendidas por órganos estatales como las intendencias por ejemplo, violando con ello la Ley 2913 y generando peligrosamente posibles derechos a terceros con graves implicancias civiles y penales para sus responsables. Con estos mecanismos se otorgarían permisos a usurpadores, a poseedores de títulos apócrifos denunciados por Colonización en la justicia, a adjudicatarios con adjudicaciones rescindidas por irregularidades, en casos también denunciadas a la justicia. En fin, un verdadero desatino.
Esta solución, además de ilegal es ilegítima porque solo busca resolver el problema de corto plazo de uno o dos eslabones de la cadena; y perpetuaría el mantenimiento de la actual grosera inequidad en la que el productor adjudicatario al final del proceso quedará sin masa boscosa, sin mejoras, sin diversificación y por tanto con un predio absolutamente degradado, y sin ninguna posibilidad de sobrevida en el mismo. Este es el mejor camino para garantizar pobreza, exclusión y éxodo a la periferia de los centros urbanos. Es la solución más fácil siempre que se dé con funcionarios dispuestos incluso a violar la ley para ceder ante las presiones y satisfacer las demandas solo de algunos actores del proceso con mayor capacidad de presión.
La sociedad chaqueña y las leyes vigentes tienen otra visión y otros objetivos: buscan en el mandato de cambio otorgado a este gobierno, desarrollo sustentable y combatir el desarraigo de nuestros productores. Desde el Instituto de Colonización buscamos ser fieles a ese mandato y a las leyes vigentes: cuando queremos cambiar asuntos legales lo proponemos a consideración del pueblo y de la legislatura, no buscamos “entrar por la ventana” porque entre otras cosas no buscamos el beneficio de un solo sector. Curiosamente entre quienes buscan modificar una ley “a través de un decreto” están los que se oponen al debate y modificación cuando se trata de garantizar equitativamente el acceso a la tierra y evitar su ascendente y altísima concentración. Hay que pensar que en cuanto a la visión mezquina, son muy coherentes. Somos plenamente conscientes que el estado debe ver todo el universo. Que debe analizar la raíz del problema, trabajar para todos los actores, y debe resistir las presiones que no contemplen el abordaje integral del problema.
Decimos que ni la Constitución ni la Ley 2913 deben ser modificadas en estos aspectos, porque la imposición de la explotación directa y racional por el adjudicatario como la obligación de realizar mejoras, en modo alguno significan un castigo para el productor, todo lo contrario, apuntan a arraigarlo, a afincarlo permitiéndole una mejor explotación y consecuentemente una mejora calidad de vida. Un predio sin mejoras, es un predio sin futuro, y sin futuro quienes lo habiten. ¿Qué se puede hacer sin pozo, sin casa, sin corrales? , muy poco y nada. Solo lo que se hace hoy. En el mejor de los casos y solo algunos, tener una pequeña majada de chivos para consumo y partir todos los días con el hacha al monte desde los quince años y las cinco de la mañana hasta el oscurecer del día, y de la vida que cada día se acorta por el prolongado e inhumano esfuerzo.
De modo que la realización de mejoras –y esto es obvio decirlo- es imprescindible para el progreso. La pregunta es: ¿Por qué miles de adjudicatarios de tierras fiscales no tienen regularizadas sus mejoras?
Respuesta: Porque producen en condiciones de alta precariedad, sin recursos tecnológicos ni financieros lo que los lleva a ser víctimas de grosera explotación. Recibiendo mayoritariamente una tercera, cuando no una cuarta parte de lo que debieran recibir por su trabajo y por el producto. Y como justificativo de éste exiguo precio se escucha casi como un latiguillo por parte de algunos sectores vinculados a la actividad forestal como de boca de funcionarios que “la madera no tiene valor”. Lógicamente se refieren a “valor comercial”, porque nadie duda del alto valor ambiental y ecológico de nuestros bosques. No obstante resulta cuanto menos discutible, cuando no falsa ésta afirmación si observamos la prosperidad de algún eslabón de la cadena forestal tanto en el plano de la intermediación como la industria. Prosperidad que contrasta con la más absoluta miseria en que desarrollan su actividad los productores pobres posicionados en tierras fiscales. Esto pone en evidencia que en algún eslabón de la cadena queda gran parte de la utilidad que debiera recibir el hombre que deja la vida en el monte, y el cien por ciento del valor del recurso. Son estos eslabones privilegiados de la cadena los que toman ambos valores como parte de su renta generando de tal modo una enorme inequidad, manteniéndose la gran precariedad del adjudicatario fiscal dedicado a la explotación forestal, quién llega a extremos de trabajar por la comida diaria.
En consecuencia la solución es atacar éstas condiciones de precariedad e inequidad a fin de modificarlas para que el productor pueda recibir el precio justo por su trabajo y también por el valor del producto que le arranca a la tierra; y sin necesidad de violar ninguna ley, sino al contrario, volviendo a ellas.
NUESTRA PROPUESTA
En breve síntesis exponemos aquí una idea propuesta al el señor gobernador y que se encuentra en pleno proceso de análisis y enriquecimiento para su implementación.
Proponemos la puesta en marcha de un sistema de acopio y venta de todos los productos forestales que provengan de predios fiscales, con intervención y apoyo del Estado para su comercialización en forma directa, garantizando de tal modo una renta que permita destinar un porcentaje de lo obtenido a la realización de mejoras y la puesta en marcha de la imprescindible diversificación productiva. La figura legal debe ser la más apta que contemple a todos los actores: un mercado de concentración que transparente el negocio, gestionado por un fideicomiso mixto (estado/productores/consorcios) permitiría el necesario flujo de recursos que garanticen un precio base que sin lugar a dudas multiplicará los actuales magros ingresos del productor. Los Consorcios de Servicios Rurales serán una herramienta importante del sistema como generadores de rodeo, acopio y verificación de cumplimiento del aprovechamiento integral, como transformación primaria con agregación de valor. También serán los Consorcios los que asistirán y organizarán a los productores en las tareas de incorporación de las mejoras que para cada caso y actividad diversificada se determine.
Este es el camino. Posibilitar que todos los eslabones de la cadena reciban razonablemente lo que les corresponde. Entonces no será necesario buscar atajos para que se modifiquen leyes en perjuicio de algunos para beneficio de otros. Y los productores hasta hoy condenados a la miseria por explotación, inequidad, inacción y complicidad de un Estado irresponsable, puedan incorporase a la vida digna respetados en sus derechos fundamentales.
Hacemos público éste análisis, estas reflexiones y nuestra posición en la convicción que existen opiniones diversas y aún contrapuestas, y por eso es bueno que se exponga y debata con amplitud y sin ocultamientos frente a la opinión pública, en función de que las cuestiones que hacen a los recursos naturales y modelos productivos atraviesan inevitablemente al conjunto de la sociedad y determinan el modo de vida de varias generaciones, y no puede definirse solo en base a presiones de un solo sector.

miércoles, 2 de febrero de 2011

URGENTE NECESITAMOS UN PAR DE "CIDINHAS" PARA NUESTA LEGISLATURA


No sirve decir que ésto no solo nos pasa a nosotros.
Sí está bueno ver por que no se escuchan discursos descarnados, frontales y directos como éstos en nuestra legislatura.
La prudencia tanto en las acciones y las palabras suele ser la máscara para encubrir la falta de coraje o la complicidad. Y es la prudencia y las actitudes "políticamente correctas" las que colocan una manto de ocultamiento que da cobertura a corruptos y corruptores.
Se avecina una nueva elección de diputados. Pongamosle compañer@s militantes con ovarios y huevos a esta Cámara si queremos que nuestros representantes realmente nos representen.
"NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS SIN ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Martin Luther King
"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)