sábado, 7 de mayo de 2016


LEY ANTIDESPIDOS, UN FRENO A LOS ABUSOS ESPECULATIVOS






Paradojas de la argentina neoliberal.
 
Solo un gobierno abiertamente antipopular puede oponerse tenaz y ferreamente a que los trabajadores tengan garantizado su puesto de trabajo.

Veamos que dice la Constitución al respecto:
"Art. 14.- Todos los habitantes de la Nación gozan de los siguientes derechos conforme a las leyes que reglamenten su ejercicio; a saber: de trabajar y ejercer toda industria lícita; de navegar y comerciar; de peticionar a las autoridades; de entrar, permanecer, transitar y salir del territorio argentino; de publicar sus ideas por la prensa sin censura previa; de usar y disponer de su propiedad; de asociarse con fines útiles; de profesar libremente su culto; de enseñar y aprender.

Art. 14 bis.- El trabajo en sus diversas formas gozará de la protección de las leyes, las que asegurarán al trabajador: condiciones dignas y equitativas de labor; jornada limitada; descanso y vacaciones pagados; retribución justa; salario mínimo vital móvil; igual remuneración por igual tarea; participación en las ganancias de las empresas, con control de la producción y colaboración en la dirección; protección contra el despido arbitrario; estabilidad del empleado público; organización sindical libre y democrática, reconocida por la simple inscripción en un registro especial.
Queda garantizado a los gremios: concertar convenios colectivos de trabajo; recurrir a la conciliación y al arbitraje; el derecho de huelga. Los representantes gremiales gozarán de las garantías necesarias para el cumplimiento de su gestión sindical y las relacionadas con la estabilidad de su empleo.
El Estado otorgará los beneficios de la seguridad social, que tendrá carácter de integral e irrenunciable. En especial, la ley establecerá: el seguro social obligatorio, que estará a cargo de entidades nacionales o provinciales con autonomía financiera y económica, administradas por los interesados con participación del Estado, sin que pueda existir superposición de aportes; jubilaciones y pensiones móviles; la protección integral de la familia; la defensa del bien de familia; la compensación económica familiar y el acceso a una vivienda digna."
Esto dice la Constitución. En consecuencia que sea el gobierno, que debiera ser el garante del cumplimiento de estos preceptos, el principal impulsor de su grosera, sistemática y reiterada violación, lo coloca en abierta traición a su compromiso con la democracia, a la república y al pueblo argentino.

Se intentan las más desopilantes y amañadas explicaciones de lo virtuosos que son los despidos. Una vez más se lleva al pueblo a un debate del absurdo ya que se sostiene que permitiendo despidos se genera trabajo. 

Por suerte para los sobrevivientes, los gremios que estuvieron de vacaciones hasta mediados de abril, se activaron. Se acordaron que ellos tiene que ver con la defensa de los derechos de los trabajadores. La inmensa mayoría de los gremios. Algunos como los gastronómicos fueron más allá de las vacaciones, asegurando que no había despidos. 

Otros como UPCN entretuvieron a los trabajadores amenazados con que estaban "negociando".¿Que? Nadie sabe, porque mientras tanto despidieron no menos de 40 mil afiliados a esta organización. Todos ello esperando el resultado de las negociaciones gremiales, lo que recibieron fue la fatídica Carta Documento.

Claramente estamos ante un conglomerado de organizaciones sindicales corroídas por la corrupción, los negocios y el intercambio de trabajadores por caja como se dio con la entrega de la Superintendencia de Salud que significa nada menos de 26 mil millones. Mucho dinero evidentemente frente a la floja continencia ética y moral de personajes como Moyano, Barrionuevo, el "Momo" Venegas, Camaño o Rodriguez.

El Campo Popular y los trabajadores, lejos de referenciarse en estos dirigentes y sus organizaciones gremiales, tienen hoy su reaseguro en la dirigencia que desde el Proyecto Nacional impulsó las más importantes conquistas sociales de los últimos 60 años. Esa dirigencia, con algunas penosas defecciones producto de las frecuentes miserias humanas, es la que se está plantando en el Congreso Nacional para ponerle freno al proyecto neoliberal de destrucción del trabajo.


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"NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS SIN ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Martin Luther King
"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)