PEONES RURALES, UNA DE LAS PRIMERA VÍCTIMAS DE LAS CORPORACIONES
El desguace el RENATEA de la mano de las corporaciones gobernantes convierte a los peones rurales en una de las primeras víctimas condenadas al retorno a la explotación y esclavitud reinstalando el contubernio patronal sindical que los oprimió por décadas.
El dia 22 de noviembre triunfaron las corporaciones en la segunda vuelta. Dos días después, el martes 24 de noviembre la Corte Suprema de Justicia esa especie de Convención Nacional del Partido Judicial, en esta ocasión parte de la Alianza Cambiemos, emitió un fallo insólito: Declaró inconstitucional al organismo público que les abrió las puertas a los peones rurales al acceso de sus derechos negados por décadas.
El RENATEA, creado por la Ley 26727 denominada Régimen de Trabajo Agrario, es un organismo público que tiene por objeto, entre otros, facilitar la contratación de trabajadores agrarios; conformar estadísticas, promover en coordinación con la Nación, provincias y municipios la actividad laboral agraria; brindar al trabajador agrario la prestación social prevista; controlar el cumplimiento por parte de trabajadores y empleadores de las obligaciones que impone la Ley y desarrollar funciones de policía de trabajo que le sean delegadas por los organismos nacionales y provinciales competentes.
Hasta la creación del RENATEA los peones rurales no tenían garantizado el ejercicio de sus derechos dado que no contaban con un organismo público que lo hiciere. Esto se refleja en que el trabajo agrario es el sector laboral con el más alto índice de informalidad. Mas del 60% de trabajadores no registrados, sin aportes jubilatorios, sin salario de ley asegurado, sin obra social, sin historia laboral, son consecuencias de la falta de estado.
Ello en razón que hasta la creación del RENATEA las patronales agrarias, Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), conformaban el Renatre, un organismo privado al que tenían que recurrir los peones rurales a reclamar sus derechos.
Constituye claramente una afrenta a la dignidad del trabajador obligarlo a reclamar sus derechos a una mesa en la que están sentadas las patronales. Como resulta insólito que éstas velen por el cumplimiento de los derechos de aquellos frente a la historia de explotación que ha caracterizado de tal modo al sector que se ha convertido en un rasgo cultural transmitido de generación en generación, y en muchos casos aceptado por las propias víctimas.
En consecuencia el fallo que declara inconstitucional a un organismo público clave para el ejercicio de sus derechos por parte de los peones rurales y su vuelta a la explotación y esclavitud constituye un retroceso a 1920 cuando los trabajadores eran masacrados porque reclamaban el trato inhumano por 16 horas de trabajo diarias y escaso alimento. Y como muestra del subsuelo en el que estaban los derechos de los trabajadores vale recordar que una de sus reivindicaciones consistía en pedir un paquete de velas mensual por trabajador. Este es el espejo al que las corporaciones quieren condenar a los peones a mirarse.
Para muestra del retroceso al que las corporaciones judicial y económica planean para los peones vale recordar que el Renatre, esa mesa de la patronales, en diez años de control del cumplimiento de la Ley, jamas denunció ni un solo caso de trata, explotación laboral o trabajo infantil. Mientras el RENATEA en tres años formalizó mas de novecientas denuncias. Huelgan comentarios.
Con estos antecedentes, que los derechos de los peones vuelvan a ser garantizados por las patronales y una organización sindical corrupta entregada a la traición, constituyen un avasallamiento intolerable para tiempos en los que el piso de ejercicio de derechos de los trabajadores se ha elevado en la Argentina a niveles reconocidos por los organismos internacionales entre los mejores del mundo.
Habrá que recurrir a esos organismos internacionales frente a este atentado corporativo de sometimiento de los trabajadores y retiro del estado de su indelegable obligación de guarda y custodia de derechos.
El dia 22 de noviembre triunfaron las corporaciones en la segunda vuelta. Dos días después, el martes 24 de noviembre la Corte Suprema de Justicia esa especie de Convención Nacional del Partido Judicial, en esta ocasión parte de la Alianza Cambiemos, emitió un fallo insólito: Declaró inconstitucional al organismo público que les abrió las puertas a los peones rurales al acceso de sus derechos negados por décadas.
El RENATEA, creado por la Ley 26727 denominada Régimen de Trabajo Agrario, es un organismo público que tiene por objeto, entre otros, facilitar la contratación de trabajadores agrarios; conformar estadísticas, promover en coordinación con la Nación, provincias y municipios la actividad laboral agraria; brindar al trabajador agrario la prestación social prevista; controlar el cumplimiento por parte de trabajadores y empleadores de las obligaciones que impone la Ley y desarrollar funciones de policía de trabajo que le sean delegadas por los organismos nacionales y provinciales competentes.
Hasta la creación del RENATEA los peones rurales no tenían garantizado el ejercicio de sus derechos dado que no contaban con un organismo público que lo hiciere. Esto se refleja en que el trabajo agrario es el sector laboral con el más alto índice de informalidad. Mas del 60% de trabajadores no registrados, sin aportes jubilatorios, sin salario de ley asegurado, sin obra social, sin historia laboral, son consecuencias de la falta de estado.
Ello en razón que hasta la creación del RENATEA las patronales agrarias, Sociedad Rural Argentina (SRA), Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Confederación Intercooperativa Agropecuaria (CONINAGRO), Federación Agraria Argentina (FAA) y la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE), conformaban el Renatre, un organismo privado al que tenían que recurrir los peones rurales a reclamar sus derechos.
Constituye claramente una afrenta a la dignidad del trabajador obligarlo a reclamar sus derechos a una mesa en la que están sentadas las patronales. Como resulta insólito que éstas velen por el cumplimiento de los derechos de aquellos frente a la historia de explotación que ha caracterizado de tal modo al sector que se ha convertido en un rasgo cultural transmitido de generación en generación, y en muchos casos aceptado por las propias víctimas.
En consecuencia el fallo que declara inconstitucional a un organismo público clave para el ejercicio de sus derechos por parte de los peones rurales y su vuelta a la explotación y esclavitud constituye un retroceso a 1920 cuando los trabajadores eran masacrados porque reclamaban el trato inhumano por 16 horas de trabajo diarias y escaso alimento. Y como muestra del subsuelo en el que estaban los derechos de los trabajadores vale recordar que una de sus reivindicaciones consistía en pedir un paquete de velas mensual por trabajador. Este es el espejo al que las corporaciones quieren condenar a los peones a mirarse.
Para muestra del retroceso al que las corporaciones judicial y económica planean para los peones vale recordar que el Renatre, esa mesa de la patronales, en diez años de control del cumplimiento de la Ley, jamas denunció ni un solo caso de trata, explotación laboral o trabajo infantil. Mientras el RENATEA en tres años formalizó mas de novecientas denuncias. Huelgan comentarios.
Con estos antecedentes, que los derechos de los peones vuelvan a ser garantizados por las patronales y una organización sindical corrupta entregada a la traición, constituyen un avasallamiento intolerable para tiempos en los que el piso de ejercicio de derechos de los trabajadores se ha elevado en la Argentina a niveles reconocidos por los organismos internacionales entre los mejores del mundo.
Habrá que recurrir a esos organismos internacionales frente a este atentado corporativo de sometimiento de los trabajadores y retiro del estado de su indelegable obligación de guarda y custodia de derechos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario