CHAU TELESUR
Cuando se sancionó la Ley de Medios, las corporaciones y la Sociedad Interamericana de Prensa sostenían que podían desaparecer TN, Clarín y otros medios corporativos.
No desapareció nada.
Lo que ahora sí desaparece, a manos de aquellos que hablaban del riesgo de la Ley de Medios, es TELESUR.
Impresiona la regla de este gobierno. La regla es hacer todo lo contrario a lo que se propuso.
-Derrotar la inflación es igual a la mayor inflación de años.
-Pobreza Cero se debe entender como crecimiento exponencial de la pobreza.
-Trabajo para todos significa despidos masivos.
-No vamos a devaluar corresponde a la mayor devaluación de los últimos doce años.
-No vas a perder nada de lo que tenés se interpreta, vas a perder gran parte de lo que tenés.
-No vamos a perseguir al que piensa distinto se concreta con la persecución a los que no son nuestros.
-No vamos a callar voces resulta, vamos a silenciar a todos los que no dicen lo que queremos escuchar.
-Juntos podemos es, juntos pero para nosotros.
-Volveremos al mundo significa nos arrodillaremos ante el imperio.
Telesur, un canal latinoamericano gratuito, de señal libre para que esté al alcance de todos, sostenido por los gobiernos de Uruguay, Bolivia, Ecuador, Argentina, Nicaragua, Cuba y Venezuela hasta hace unos días. Porque hace unos días las corporaciones que gobiernan Argentina decidieron suspender el financiamiento y participación del país en esta cadena.
Ahora además eliminan la señal de la grilla de canales.
La decisión es coherente con la animadversión del actual gobierno hacia todo lo popular, todo lo accesible a los más pobres, todo lo vinculado con los derechos de las mayorías, como lo es la pluralidad de voces en la información.
La agenda de Telesur es determinada con la participación de un Consejo Consultivo integrado por destacadas personalidades como el poeta nicaraguence Ernesto Cardenal, el escritor uruguayo Eduardo Galeano (hasta su fallecimiento) el argentino Adolfo Perez Esquivel, permos Nobel de la Paz entre otros.
Seguramente esta integración del Consejo sin CEOs ni monopolios es sumamente agresiva e intolerable para el poder corporativo.
También esta decisión es coherente con su regla de hacer lo contrario a lo comprometido, y con la prostitución de la palabra y la verdad que practican sin fisuras las actuales autoridades.
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