Esteban Branco Capitanich

SAQUEAN BOLSILLOS, PERO DICEN QUE LES PREOCUPAN LOS POBRES

Comprobaron que lo retórico es más importante que la realidad. 

Éste es el primer gobierno que dice que toda su preocupación son los pobres, y que su objetivo es mejorar la calidad de vida de esa creciente mayoría. Pero en la práctica, reduce las jubilaciones, y litiga hasta la Corte para hacerlo; se opone al aumento de salarios para que pierdan frente a la inflación descontrolada; aumenta las tarifas que perjudican a este sector y favorecen a las corporaciones dueñas de las empresas distribuidoras; despide ilegal y brutalmente a trabajadores; abre importaciones para cerrar industrias argentinas; destruye Pymes.

Toma deuda por cientos de miles de millones de dólares, que entran por una puerta giratoria y salen luego de un engorde financiero que solo trae miseria; somete a los argentinos a la dictadura del FMI; se arrodilla ante cuanto foro de poderosos se reúna en el planeta; abre su economía invitando a los buitres al saqueo; considera que integrarse al mundo es decir que sí a todo lo que los poderosos imponen para saciar sus insaciables voracidades. Y para que ese mundo aplauda, ahoga a los argentinos para disminuir el consumo y su calidad de vida, que los obligue a trabajar por menos que la comida. Intenta destruir las leyes laborales porque sostiene que los derechos son un impedimento para la producción, y no logros de mayor igualdad.

¿Alguien recuerda un gobierno tan osado, tan cínico, y tan cipayo en toda la historia argentina? 

Nadie. Porque jamás hubo este ensañamiento, jamás reinó tan diáfana la mentira, nunca se incumplieron tan prolijamente todas y cada una de las promesas electorales. Nunca un presidente dijo que "la inflación es la señal de que no se sabe gobernar" y la duplicó, mientras sigue prometiendo que bajará. Claro, bajará cuando los argentinos no tengan un solo peso en el bolsillo para consumir y se pulverice la demanda. Nunca un presidente prometió que el pueblo no perdería nada de lo que tenía, y hoy millones de argentinos marchan a las villas miseria.

Nunca nadie se animó a designar cónsul de Singapur en Argentina a un amigo del presidente con el Consulado en sus propias oficinas de Puerto Madero. El que tendrá inmunidad judicial por las tareas consulares que realice. ¿Cuales? Ya el primer ministro e Singapur anunció que participará de la licitación por el puerto de Buenos Aires, cuyas concesiones -todas- vencen en 2020.

"Se robaron todo" dice la frase que acuñaron para distraer y fumigar odio. Es hora de ir cambiando, "Se están robando todo" es la que se ajusta a la realidad de un gobierno en el que su presidente le debe al estado 70 mil millones y hace intentos por que se le condone esa deuda. Deuda que reposa en las más de 40 cuentas ofshore que veranean en paraísos fiscales. Además de deber a la AFIP más de 45 millones, chirolas de bolsillo chico. También están sus ministros que dicen buscar inversores extranjeros -como el de economía- mientras tiene todo su dinero fuera del país.

¿Hay todavía quienes piensan que esta banda que convirtió la casa de gobierno en un garito puede mejorar su calidad de vida?

Nunca el pueblo argentino tuvo un enemigo tan cruel y enconado tomando medidas económicas desde los despachos oficiales para favorecer a la minoría a la que pertenece y se debe. Jamás. Y mucho menos que ese enemigo critique a quienes propendieron al bienestar general y pida se lo apoye para seguir sometiendo a la miseria a las mayorías.

Imaginen lo que viene, si el ministro de economía manifiesta "mucha gente nos pide que demos de baja las jubilaciones que fueron otorgadas por el régimen de moratoria" ¿Quien se lo pide? El FMI. Y lo van a hacer. No tengan dudas. Porque todo es estafa tras estafa, sin pausa.

Finalmente, ojalá acabe el pueblo de creer en reyes magos, que no son mas que medios de comunicación corporativos con sus propios intereses amparando bandidos, y reaccione frente a estos feroces delincuentes que no se conforman con un arrebato o el robo de un banco. Pretenden robarse absolutamente todo, hasta la esperanza y el futuro de más de 40 millones de argentinos.