EVASORES VIP. LAVADORES TOP. TODOS PREMIADOS.
La ley de blanqueo votada por el PRO, la UCR, el bloque
Justicialista, y el Frente Renovador de Sergio Massa, fue en realidad, y siempre
se supo, una ley de saqueo e impunidad.
Saqueo porque la Reparación Histórica a
jubilados que se ofrecía como carnada para que la ley fuera apoyada superó
levemente los 36 mil millones. Mientras que el cambio del índice de movilidad
les quitó a los mismos jubilados 70 mil millones y ahora vuelve la mafia a
echarle mano al Fondo de Sustentabilidad por 68 mil millones y la angelical
María Eugenia se llevó casi 25 mil millones
Con el “gancho” del beneficio para los jubilados llegó el
blanqueo en el que los numerosos ladrones de guante blanco que vivieron
asolando este país se confesaron, a medias, o ni siquiera hasta ahí, y fueron
absueltos de evasión, elusión, estafa, asociación ilícita y lavado. Como en el
confesionario descargaron parte de la basura, ahora están con espacio para
cargarse nuevamente, y así será.
Ahora resulta que con este tema de los cuadernos –inexistentes-
aparecen la inmensa mayoría de los “exitosos empresarios” blanqueadores. Todos
coimeros. Pero con un tratamiento distinto a los arrebatadores de carteras y
celulares, porque esos sí son delincuentes. A los empresarios se los escucha
respetuosamente en sus discursos-declaraciones, se les sirve un café, se les
desea buen año y se los despide con una leve reverencia. Vaya como ejemplo
Paolo Roca que no entra en el proyecto de deportación de delincuentes
extranjeros que con tanto ímpetu impulsa Patricia Bullrich y el gobierno. No es
ni paragua, ni bolita, ni menesteroso, es un señor de aspecto distinguido y
miles de millones en sus cuentas. ¿Quién se atreve a tocarlo? ¡Por favor!
Haciendo una breve síntesis, entre los doblemente
beneficiados se encuentran directivos y familiares de empresarios de Techint,
Tecpetrol, Esuco, Cartellone y Pescarmona. La firma de Paolo Rocca es la que
más dinero ha blanqueado entre familiares y directivos. La suma asciende a $
7.014.793.572, la persona más conocida es Luis Betnaza, Director Institucional
Corporativo de Techint con más de $ 61,1 millones. Entre la familia Rocca,
varios miembros se beneficiaron del blanqueo y aparecen en los cuadernos, como
Roberto Bonatti primo de Paolo Rocca, que se desempeña en el Directorio de
Tenaris y blanqueó más de $ 1.876.822.790 millones; Marcela Rocca (prima de
Paolo que falleció en 2017) y que estaba a cargo de la Fundación de los
hermanos Rocca, con más de $ 6.900 millones blanqueados.
También aparece Marcelo Martínez Mosquera, ex titular de
TecPetrol, con $ 122,6 millones; Alliata Di Montreale Paolo, jefe de Control de
Calidad de Materiales en TecPetrol, con $ 133,3 millones. El CEO de Techint,
Carlos Bacher, con $104,3 millones. El abogado del holding siderúrgico Fernando
Ricardo Mantilla con más de $ 93 millones. A ellos se agregan el director de
Techint Guillermo Horacio Hang con $ 114,2 millones y el ex director general de
la actual Ternium, ex Siderar, Fredy Cameo con $ 97,9 millones. Uno de los
“arrepentidos” de peso, como Carlos Wagner, presidente de Esuco y ex presidente
de la Cámara de la Construcción, tiene a Juana Wagner, directora de ESUCO con
un blanqueo de $ 86,8 millones.
El hermano de Mauricio Macri, Gianfranco, no tenía lugar en
la ley de blanqueo, pero un DNU del hermano presidente lo encajó para que
blanqueara 63,5 millones. Y, lógico, todos entran. ¿Cómo va a quedar afuera el
hermano del titiritero mayor?
Estando todos estos señores y señoras blancos,
multimillonarios y libres, resta saber si las 300 pistolas Taser que compra
Bullrich en aras de la defensa nacional, también serán usadas en los
directorios de los bancos, las mulinacionales y las grandes empresas
nacionales, para parar evasión y lavado por miles de millones de dólares, o
solo en trenes y aeropuertos en defensa de carteras y celulares.
La pregunta tiene lógica porque si se aplicara a los grandes
ladrones, quizás había más salud, educación, trabajo, menor desigualdad y menos
arrebatos. Porque la inequidad en la distribución de la renta que generan los
privilegios para el hampa de cuello blanco empujan a muchos a la delincuencia.
Una de las soluciones es volver a la senda de la inclusión,
con mejores herramientas y actores. Porque el tema central es el modelo de país
que proponen las corporaciones, que es éste, el de todos los privilegios para
ellos y pobreza para todos los demás. O un modelo como el que insinuamos años
atrás donde la renta se redistribuya. Pero debemos avanzar más. Nacionalización
de la banca y el comercio exterior, reforma agraria, reforma judicial y política, federalización en serio, reinstalación
de la Ley de Medios a pleno, entre otros cambios estructurales, que impidan que
la minoría termine destruyendo las conquistas populares de un plumazo.
Para eso, gobierno popular, sin camuflados ni traidores.
Con el “gancho” del beneficio para los jubilados llegó el
blanqueo en el que los numerosos ladrones de guante blanco que vivieron
asolando este país se confesaron, a medias, o ni siquiera hasta ahí, y fueron
absueltos de evasión, elusión, estafa, asociación ilícita y lavado. Como en el
confesionario descargaron parte de la basura, ahora están con espacio para
cargarse nuevamente, y así será.
Ahora resulta que con este tema de los cuadernos –inexistentes-
aparecen la inmensa mayoría de los “exitosos empresarios” blanqueadores. Todos
coimeros. Pero con un tratamiento distinto a los arrebatadores de carteras y
celulares, porque esos sí son delincuentes. A los empresarios se los escucha
respetuosamente en sus discursos-declaraciones, se les sirve un café, se les
desea buen año y se los despide con una leve reverencia. Vaya como ejemplo
Paolo Roca que no entra en el proyecto de deportación de delincuentes
extranjeros que con tanto ímpetu impulsa Patricia Bullrich y el gobierno. No es
ni paragua, ni bolita, ni menesteroso, es un señor de aspecto distinguido y
miles de millones en sus cuentas. ¿Quién se atreve a tocarlo? ¡Por favor!
Haciendo una breve síntesis, entre los doblemente
beneficiados se encuentran directivos y familiares de empresarios de Techint,
Tecpetrol, Esuco, Cartellone y Pescarmona. La firma de Paolo Rocca es la que
más dinero ha blanqueado entre familiares y directivos. La suma asciende a $
7.014.793.572, la persona más conocida es Luis Betnaza, Director Institucional
Corporativo de Techint con más de $ 61,1 millones. Entre la familia Rocca,
varios miembros se beneficiaron del blanqueo y aparecen en los cuadernos, como
Roberto Bonatti primo de Paolo Rocca, que se desempeña en el Directorio de
Tenaris y blanqueó más de $ 1.876.822.790 millones; Marcela Rocca (prima de
Paolo que falleció en 2017) y que estaba a cargo de la Fundación de los
hermanos Rocca, con más de $ 6.900 millones blanqueados.
También aparece Marcelo Martínez Mosquera, ex titular de
TecPetrol, con $ 122,6 millones; Alliata Di Montreale Paolo, jefe de Control de
Calidad de Materiales en TecPetrol, con $ 133,3 millones. El CEO de Techint,
Carlos Bacher, con $104,3 millones. El abogado del holding siderúrgico Fernando
Ricardo Mantilla con más de $ 93 millones. A ellos se agregan el director de
Techint Guillermo Horacio Hang con $ 114,2 millones y el ex director general de
la actual Ternium, ex Siderar, Fredy Cameo con $ 97,9 millones. Uno de los
“arrepentidos” de peso, como Carlos Wagner, presidente de Esuco y ex presidente
de la Cámara de la Construcción, tiene a Juana Wagner, directora de ESUCO con
un blanqueo de $ 86,8 millones.
El hermano de Mauricio Macri, Gianfranco, no tenía lugar en
la ley de blanqueo, pero un DNU del hermano presidente lo encajó para que
blanqueara 63,5 millones. Y, lógico, todos entran. ¿Cómo va a quedar afuera el
hermano del titiritero mayor?
Estando todos estos señores y señoras blancos,
multimillonarios y libres, resta saber si las 300 pistolas Taser que compra
Bullrich en aras de la defensa nacional, también serán usadas en los
directorios de los bancos, las mulinacionales y las grandes empresas
nacionales, para parar evasión y lavado por miles de millones de dólares, o
solo en trenes y aeropuertos en defensa de carteras y celulares.
La pregunta tiene lógica porque si se aplicara a los grandes
ladrones, quizás había más salud, educación, trabajo, menor desigualdad y menos
arrebatos. Porque la inequidad en la distribución de la renta que generan los
privilegios para el hampa de cuello blanco empujan a muchos a la delincuencia.
Una de las soluciones es volver a la senda de la inclusión,
con mejores herramientas y actores. Porque el tema central es el modelo de país
que proponen las corporaciones, que es éste, el de todos los privilegios para
ellos y pobreza para todos los demás. O un modelo como el que insinuamos años
atrás donde la renta se redistribuya. Pero debemos avanzar más. Nacionalización
de la banca y el comercio exterior, reforma agraria, reforma judicial y política, federalización en serio, reinstalación
de la Ley de Medios a pleno, entre otros cambios estructurales, que impidan que
la minoría termine destruyendo las conquistas populares de un plumazo.
Para eso, gobierno popular, sin camuflados ni traidores.
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