¿PREMONICIÓN O MENSAJE DE ESTADISTA?
Un día antes de dejar el gobierno, Cristina Fernandez pronunció estas palabras.
Hoy a la luz de los hechos suenan como el pedido de quién por su larga militancia sabe que es lo que se viene cuando en un país el engaño puede llevar a parte de la sociedad a entregar la conducción del gobierno a sectores autoritarios, antidemocráticos, tramposos, sin principios ni valores, solo guiados por servir a las corporaciones que los sientan allí para que administren para ellas.
No es necesario abundar en comentarios.
Esta frase de su discurso de despedida ante una multitud que ningún presidente saliente del mundo convocara después de concluidos dos mandatos y sin haberse postulado para ningún cargo exime de mayores comentarios sobre la calidad de estadista de la ex presidenta.
Sí debiera avergonzar a quien la sucediera en la presidencia y en treinta días violara todos esos valores que se le pidiera preservar y respetar.
Vale como descargo quizás mencionar que quién no tiene vínculo alguno con la democracia, la legalidad y los derechos colectivos, y que solo responde a quienes lo sentaron a gerenciar el país, poco puede hacer para evitarse esta conducta infame que tanto daño le hará a la Argentina.
Quien no es libre, poco puede hacer por el respeto a la libertad de los demás. Y estos lacayos son esclavos de sus pobrezas éticas y morales que los llevarán al lado oscuro de la historia y mas temprano que tarde a la cárcel a pagar por sus traiciones.
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