¿POR QUÉ DEFENDER LOS PROYECTOS
NACIONALES?
Por: MOVIMIENTO RURAL CARLOS ORIANKI
El mundo tiene un gobierno. Un
gobierno impersonal que fija reglas, condiciones, rumbos y objetivos a los
gobiernos. Es decir, un gobierno supra gobiernos formales. Se podrá pensar que
ese gobierno está en EEUU, o alguna de las otras, dos o cuatro potencias que
junto a aquel son los mayores beneficiarios de ese gobierno global, pero la
realidad es que se trata de poderes económico financieros que no tiene patria,
en consecuencia están en esos grandes centros de poder real que, sí es cierto,
habitan mayoritariamente esos países.
Y el resto del mundo es eso,
resto. Sin influencia en las decisiones y por tanto cero beneficios. Somos la
mayoría que en este contexto antidemocrático, profundamente dictatorial e
insensible, está llamada a perder.
Cada vez que esos poderes que por
ahí se expresan por medio de pompa y siglas como ONU, BM, OMC, o FMI,
manifiestan su interés por ayudar a los países condenados, pero por ellos
llamados en desarrollo, dan ganas de gritar: ¡Oigan!; ¡No necesitamos que nos
den una mano!, ¡Lo que quisiéramos es que nos saquen las dos manos de encima!
Todos estos organismos están
gobernados por minorías que van de cinco a diez países, y gobiernan a todos los
demás. Así de democrático es el mundo, y no es difícil imaginar las
consecuencias, que por otra parte están a la vista en el planeta: Cuatro
quintas partes de la humanidad en la pobreza.
Dentro de los países súbditos, a
quienes se les asigna el privilegio de obedecer, se dan procesos en los que
otra minoría que quiere parecerse a la que gobierna el mundo, quiere ser a su
imagen y semejanza, en consecuencia se ofrece para ejecutar sus órdenes. Son
los cipayos: criollos de adentro que nos venden a los gringos de afuera. Son
los que sostienen que hay que acatar las órdenes del gobierno global, que no
hay que molestar al amo, que no debemos salirnos del mundo. Como si estar
dentro del mundo consiste en la felicidad de caminar con las rodillas
ofreciendo mano de obra barata, hambre y sumisión. En la Argentina tienen
nombres como Macri, Massa, De la Sota, Binner. En Uruguay, Lacalle. En Brasil Aésio
Neves. En Chile, Piñera, y así en los demás. Siempre estuvieron y estarán los
que disfrutan de la traición.
Pero también están los que no se
resignan. Pueblos y gobiernos que han decidido que somos países, no colonias, y
que no nos obligamos a ser el carbón que alimente las calderas que iluminan
primeros mundos: Bolivia, Venezuela, Argentina, Brasil, Ecuador han roto con la
imposición histórica de ser gobernados desde afuera. La cumbre de las Américas
en noviembre de 2005 en Mar del Plata con la presencia de George W Bush y el
objetivo de imponer el yugo del ALCA fue una bisagra en la historia de estos
pueblos. Área Libre de Comercio Americana es el nombre que se le quiso dar a la
libertad de los pueblos de América Latina para entregar sus recursos, sus
desarrollos, su comida, su salud, su educación, y en definitiva todo su futuro,
a cambio por supuesto de pobreza, desnutrición, mortalidad, atraso y en
definitiva un nuevo modelo de esclavitud. Tuvo que escuchar, casi perplejo e
incrédulo el mandadero del poder dictatorial global Mr. Bush de boca de Hugo
Chavez la frase ¿ALCA? … ¡AL CARAJO! La historia recordará este hito con mayor
valoración con el paso del tiempo y la consolidación de un bloque
subcontinental capaz de ponerse de pie y resistir la prepotencia, la brutalidad
y el desenfreno de quienes siembran por el mundo entero, hambre, violencia y
muerte en nombre de la salud, la paz y la vida.
La globalización es un término
relativamente nuevo y que significa la generalización de políticas a nivel
global. Siempre existieron poderosos y débiles, dominadores y dominados. Tan
siempre existieron que hasta con el correr de generaciones esto terminó
pareciendo una cuestión normal. Todos condenados, unos pocos al privilegio y
los demás a sostenerlo. Las novedades que trajo la globalización han sido
varias, y tienen que ver esencialmente con la comunicación. La velocidad
–sistemas de comunicación mediante- en la generalización de las políticas que
el gobierno global imparte es una. Ya no se necesitan meses para que sea
público y generalizado determinado mando. Y la más importante es claramente la
posibilidad de manipulación que permite la apropiación de medios masivos de
comunicación en todo el mundo por parte de estos intereses concentrados. Esta
apropiación y concentración opera en todos los países tratando de generar
climas de desestabilización, desánimo, y generar oportunidades de horadar la
decisión soberana de los gobiernos con el fin de romper la resistencia a saqueo.
Clarin, Nación, TN, Perfil, O’Globo,
Fhola, CNN, BBC, son nombres o siglas de algunos de los mensajeros del gobierno
del mundo, y principales manipuladores y globalizadores de las estrategias de dominación
de las minorías que pretenden aplastar cualquier mal ejemplo como el de los países
de América Latina que desobedeciendo los mandos han elevado la calidad de vida
de sus pueblos al dejar de ser esclavos de aquellos miserable.
En Argentina, en 2001 se vivió el
quiebre de un largo proceso de explotación y muerte. El pueblo en la calle
exigió cambios. Cambió cinco presidentes hasta que llegó Néstor Kirchner. Allí
se inicia otra historia para la Argentina: derechos humanos plenamente
vigentes; Industrialización del país; seis millones y medio de puestos de
trabajo; tres millones y medios de nuevos jubilados, doble actualización anual
de las jubilaciones; mil quinientos científicos repatriados; leyes de tercera
generación como las de fertilización asistida, medios, matrimonio igualitario; lanzamiento
de satélities al espacio para soberanía comunicacional; cientos de miles de
viviendas; los salarios más elevados de la región; recuperación de soberanía
con YPF y Aeerolineas; netbooks para todos los estudiantes secundarios del país,
entre muchos otros logros, son la resultante de gobiernos como los de Néstor y
Cristina que no hincaron la patria a los pies de ninguna potencia, ni de ningún
poder explotador.
Y claramente éste es el crimen
por el que se persigue al Proyecto Nacional y Popular. Se lo condena por sus
virtudes, contrarias a los intereses y deseos de aquellos que quisieran
marionetas que traicionen al pueblo como las que publicitan y ofrecen desde sus
diarios, micrófonos y pantallas.
Por esto y mucho más por venir,
los argentinos y los Latinoamericanos, tenemos sobradas razones para no
dejarnos engañar, y para defender en cada rincón de la patria grande a los
Proyectos Nacionales, Populares y Revolucionarios que estamos transitando.
Para que además, la tecnología y
la golobalización no sean cadenas con las que se nos quiera atar a la nueva esclavitud
que los amos del mundo pretenden mostrarnos como un manto celestial de orden y
convivencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario