SOLO LOS LEALES AL PUEBLO MERECERÁN EL RECONOCIMENTO Y LA LEALTAD DEL PUEBLO
Lealtad es la expresión de reconocimiento, fidelidad y honor que acrisola y funde a quienes se reconocen en sus más profundas raíces éticas.
El 17 de octubre los trabajadores rescataron y apropiaron, para sí, para los humildes, y para todo el pueblo argentino al símbolo y arquetipo de lealtad que expresaba el Coronel Juan Domingo Perón.
Los trabajadores de la patria sintieron aquel 17, desde lo profundo de sus conciencias sociales el irrefrenable impulso que solo los leales son capaces de producir en otros corazones. Ese arrollador sentimiento eleva por sobre todas las adversidades la necesidad del abrazo vital que surge espontáneo cuando estalla el encuentro entre leales.
Es el impulso que llevó a las masas a desafiar las eternas alianzas conservadoras del privilegio excluyente, para avanzar sobre las estructuras de la inequidad y sellar definitivamente con el coronel Perón el trascendente pacto virtuoso, solo posible entre leales.
Y este abrazo vital se produjo entre los trabajadores de la patria y el Coronel Perón. Y lacró sin retorno el destino de grandeza sobre los pilares de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
Hoy tenemos la obligación moral de respetar, fortalecer y agigantar nuestras lealtades.
El general Perón nos marcó el camino. Solo los leales al pueblo merecerán el reconocimiento y la lealtad del pueblo. Así como llegará inexorablemente el desprecio a los traidores.
La república vive momentos decisivos. Néstor y Cristina en la nación y Coqui en la provincia recrean como nadie el compromiso con las mayorías. Expresan con trabajo, con obras, con inclusión social creciente, su inquebrantable compromiso de lealtad con las fuerzas del trabajo y la producción, enfrentando a estas renovadas alianzas oligárquicas insolidarias, que se nutren con traidores sin destino.
El 2011 será la oportunidad de un nuevo y vital abrazo entre leales. Un abrazo que selle la consolidación del proyecto nacional y popular que supimos construir sobre las cenizas que la antipatria nos legó a principios de la década y a la que algunos traidores sin destino nos pretenden regresar.
VIVA LA PATRIA…
VIVA PERÓN…
VIVA EVITA…
Lealtad es la expresión de reconocimiento, fidelidad y honor que acrisola y funde a quienes se reconocen en sus más profundas raíces éticas.
El 17 de octubre los trabajadores rescataron y apropiaron, para sí, para los humildes, y para todo el pueblo argentino al símbolo y arquetipo de lealtad que expresaba el Coronel Juan Domingo Perón.
Los trabajadores de la patria sintieron aquel 17, desde lo profundo de sus conciencias sociales el irrefrenable impulso que solo los leales son capaces de producir en otros corazones. Ese arrollador sentimiento eleva por sobre todas las adversidades la necesidad del abrazo vital que surge espontáneo cuando estalla el encuentro entre leales.
Es el impulso que llevó a las masas a desafiar las eternas alianzas conservadoras del privilegio excluyente, para avanzar sobre las estructuras de la inequidad y sellar definitivamente con el coronel Perón el trascendente pacto virtuoso, solo posible entre leales.
Y este abrazo vital se produjo entre los trabajadores de la patria y el Coronel Perón. Y lacró sin retorno el destino de grandeza sobre los pilares de la soberanía política, la independencia económica y la justicia social.
Hoy tenemos la obligación moral de respetar, fortalecer y agigantar nuestras lealtades.
El general Perón nos marcó el camino. Solo los leales al pueblo merecerán el reconocimiento y la lealtad del pueblo. Así como llegará inexorablemente el desprecio a los traidores.
La república vive momentos decisivos. Néstor y Cristina en la nación y Coqui en la provincia recrean como nadie el compromiso con las mayorías. Expresan con trabajo, con obras, con inclusión social creciente, su inquebrantable compromiso de lealtad con las fuerzas del trabajo y la producción, enfrentando a estas renovadas alianzas oligárquicas insolidarias, que se nutren con traidores sin destino.
El 2011 será la oportunidad de un nuevo y vital abrazo entre leales. Un abrazo que selle la consolidación del proyecto nacional y popular que supimos construir sobre las cenizas que la antipatria nos legó a principios de la década y a la que algunos traidores sin destino nos pretenden regresar.
VIVA LA PATRIA…
VIVA PERÓN…
VIVA EVITA…
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