jueves, 11 de diciembre de 2008

25 AÑOS DE DEMOCRACIA, Y DESPUES?

REFLEXIONES Y PROPUESTAS


Al cumplirse 25 años de la recuperación de la Democracia queremos compartir con la opinión pública algunas reflexiones y propuestas a propósito de este significativo aniversario.
En esta mirada histórica veremos como se resistió a la dictadura militar de 1976, se logró recuperar la democracia y los desafíos que se plantean hoy para el pueblo argentino.
La historia no es lineal, hubo avances, retrocesos, traiciones al mandato popular pero el pueblo y sus organizaciones resistieron y expresaron en todo momento su firme voluntad de mantener la vigencia de las instituciones, mejorarlas, avanzar en la defensa de los Derechos Humanos, recuperar conquistas sociales, dar la batalla contra el neoliberalismo y preservar la esencia del sistema democrático, la solidaridad, la justicia, la libertad. Esta lucha continúa hasta hoy en todos los rincones del país.
Iniciando este recorrido histórico diremos que la elección de un gobierno democrático el 30 de octubre de 1983 fue una expresión masiva del pueblo luego de la Dictadura más brutal, sistematizada y generalizada de la historia Argentina del Siglo XX. La retirada del gobierno militar y el llamado a elecciones fue el resultado de la resistencia de los sectores populares. Ya en el año 1977 las Madres de Plaza de Mayo iniciaban una gesta heroica y pacífica que continúa hasta hoy en busca del paradero de sus hijos y los sectores sindicales independientes realizaban una huelga general en 1979. La derrota de Malvinas donde nuestros jóvenes fueron puestos con total irresponsabilidad y con armas precarias bajo el fuego de una potencia colonizadora aceleró la caída del régimen. Los reclamos obreros se hicieron sentir ante la política de desmantelamiento industrial el 30 de marzo de 1982 en Plaza de Mayo y la masiva movilización multisectorial de diciembre de 1982 pidiendo elecciones con el resultado de un trabajador muerto a causa de la represión.
Una vez asumido el Presidente Raúl Alfonsín y por la presión de las Madres de Plaza de Mayo y demás organizaciones de DDHH se crea la CONADEP (Comisión Nacional por la Desaparición de Personas) para investigar los atroces crímenes de la dictadura y se realiza el juicio a las Juntas. Las Abuelas de Plaza de Mayo comienzan a recuperar por vía judicial a los nietos apropiados por los represores.
Pero la democracia era aún débil y tuvimos que soportar en 1987 los alzamientos carapintadas y como consecuencia las Leyes de Obediencia Debida y Punto Final. En lo económico la deuda externa estatizada por el gobierno militar condiciona las decisiones políticas y la derecha económica pone en jaque al gobierno democrático con el golpe económico de la hiperinflación provocando el llamado a elecciones anticipadas el 25 de mayo de 1989. Asomaba la indigencia y la exclusión social.
Con la llegada de Carlos Menem al gobierno se impone a fondo en el país el modelo neoliberal: se privatiza el sistema jubilatorio, teléfonos, petróleo, gas, energía eléctrica, provisión de agua, aerolíneas… Se flexibiliza la legislación laboral y las empresas privatizadas obtienen ganancias nunca imaginadas. La convertibilidad destruye el aparato productivo y las economías regionales se paralizan. El país se fragmenta políticamente en 24 jurisdicciones y las provincias dependen exclusivamente de la coparticipación federal para afrontar los gastos de salud, educación y justicia transferidas a las provincias. Prolifera el empleo en negro, la indigencia y la desocupación llegan a límites genocidas mientras se otorga la limosna de los planes sociales, que potencia a extremos nunca vistos el clientelismo político. Las organizaciones sociales y de DDHH se movilizan, surge la CTA y el pueblo resiste a través de la marcha federal, los levantamientos piqueteros de Cutral Có y Salta, la lucha docente de la Carpa Blanca… La propuesta del modelo neoliberal se agota al cabo de diez años dejando millones de desaparecidos sociales, hambre, desnutrición, mortalidad infantil y un Estado desmantelado.
En 1999 el Gobierno de la Alianza no se propone romper con el modelo neoliberal, por el contrario profundiza medidas antipopulares, como recorte de sueldos, Ley Banelco de flexibilización laboral, megacanje, corralito. Ante la protesta popular el Gobierno de De la Rúa impone el Estado de Sitio el 19 de diciembre del 2001 lo que provoca una insurrección popular. La represión se cobra más de treinta muertos en todo el país y el presidente renuncia. Se consolida el camino democrático por el rechazo al Estado de Sitio y la vigencia de la Constitución al respetarse la Ley de Acefalía.
Asume como presidente transitorio, electo por el Senado, Eduardo Duhalde. Luego de la muerte de los dirigentes barriales Kosteky y Santillán por la represión de una marcha piquetera llama a elecciones.
El 25 de mayo de 2003 en medio del escepticismo del electorado con 22% de los votos asume la presidencia del país Néstor Kischner. Durante su mandato se profundizan las políticas de Derechos Humanos, se modifica la Corte Suprema de Justicia desterrando la mayoría automática menemista. Se impulsan los juicios a los represores de la dictadura gracias a la derogación de las leyes de Obediencia Debida y Punto Final y el país experimenta una etapa de crecimiento económico y mejoras salariales y sociales. Las organizaciones sociales exigen la distribución de la riqueza y la solución de la deuda social: desocupación, pobreza, empleo en negro, mortalidad infantil, etc.
Reafirmando la continuidad de gobiernos electos por el sistema democrático el 10 de diciembre de 2007 asume la presidenta Cristina Fernández de Kichner quien debe afrontar durante cuatro meses el paro agropecuario en contra de la política de retenciones móviles que provoca cortes de rutas, desabastecimiento, aumento de precios. Una vez más funcionan los mecanismos institucionales ya que el conflicto se resuelve en el Parlamento.
Así llegamos a diciembre del 2008 finalizando un año en el que el gobierno recupera para el Estado el sistema jubilatorio y Aerolíneas Argentinas. Pero sigue pendiente la deuda social de erradicación de la pobreza y la indigencia donde las víctimas más frágiles son los niños y adolescentes acosados por el hambre, la drogadicción y la penalización judicial. Los Sectores conservadores pretenden presentarlos como "chivos expiatorios" de la inseguridad y la violencia social promoviendo la baja en la edad de imputabilidad judicial en lugar de mejorar las condiciones de vida de las familias.
Toda esta problemática es tratada con preocupación por las organizaciones sociales, gremiales y de DD.HH, una de las cuales en un reciente documento desnuda las cifras estadística donde el ranking se eleva en Corrientes con más de 200 mil niños pobres e indigentes lo cual significa que el 49% de los chicos es pobre y el 29% pasa hambre y señala que en el país mueren por día 25 recién nacidos, 14 de los cuales son por causas evitables. Este es el drama a resolver, la vergüenza nacional, los números contundentes del drama social de un sistema que ha abandonado y ahora criminaliza a las víctimas de la cría humana utilizando una propaganda mediática y banal que desinforma y tergiversa la realidad.
Necesitamos tolerancia, grandeza de espíritu, compromiso y respeto para discutir y resolver las graves cuestiones pendientes. De nosotros depende lograr el salto cualitativo de construir una sociedad más humana, una verdadera Democracia, donde, como dice Eduardo Galeano, "la libertad marche junto con la justicia".

COMISION DIRECTIVA DE ME.DE.H.S.- Goya, Ctes, 10 de diciembre de 2008

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