El abogado Rozas me otorga 15 días para que ratifique o rectifique expresiones publicadas en ésta página.
Siempre me pareció ridículo, absurdo e infantil pedirle a una persona que rectifique sus expresiones. Desde ya es doblemente insólito e innecesario que alguien ratifique lo que ya ha dicho, pués ello dicho está.
Salvo que el abogado intimante dé por sentado que haya personas para quienes la palabra no tenga valor. Si así fuera, quede claro que no se debe medir a los demás con la propia vara.
Seguramente esta fórmula responde a la necesidad de obrar de determinada manera previo a iniciar acciones judiciales. Igual sigo pensando que es una verdadera tontera.
La intimación del ofendido será respondida, no por carta documento, sino públicamente en el momento oportuno en este medio y en los que acojan la respuesta.
Vaya esta publicación, por ahora en este blog, para que quienes lo siguen puedan conocer el texto que desde lo alto del 9º piso de Av. Sarmiento al 400, valuado seguramente en algunos centenares de miles de pesos en el que mora el ofendido, volara hasta mi humilde casa construida con un crédito del Banco Hipotecario hace 30 años, y pagado con mas de 40 años de trabajo.
(Haciendo doble click sobre la carta podrá leer su texto)
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