UN PELDAÑO MAS¿Que Néstor y Cristina no cometen errores? Claro que si. Este es uno de ellos.
Que sirva. Nosotros sostenemos que para construir el futuro hay que mirar el pasado. Hagamoslo siempre.
Martin Redrado, un producto de la cantera Cavallo-Menemista con todo lo que ello significa no resistió seguir traicionando sus orígenes. Sin pasado, presente ni futuro político, Redrado es una circunstancia. Otra vez un instrumento.
Un peldaño mas en la enclenque escalera que los fracasados intentan levantar hacia el 2011.
Fueron gobierno dos veces, ambas gracias a los otros fracasados, los del peronismo. Dos veces demostraron que sin doctrina, sin convicciones y sin principios, la salida es el helicóptero. Y las consecuencias, deuda, miseria y muerte.
Los otros fracasados, los que todos los días comen hostias con el rostro de Perón mientras fornican alegremente sobre el altar de los dioses del mercado con los dioses de la mediocracia, también están ávidos de Redrados peldaño.
No tienen futuro. Ni unos ni otros. No saben que la televisión, los diarios y las radios, falsas, mentirosas y conspirativas entran por los ojos y los oídos, pero no van al estómago. Debieran saber que millones de palabras pueden menos que trabajo y comida todos los días.
Trabajo y comida que no quisieron dar. Trabajo y comida para pocos; exceso, abundancia y acumulación también para pocos; miseria y muerte para muchos. Así gobernaron, así arruinaron. Así empobrecieron y endeudaron.
Ahora se preocupan por las reservas. Dejaron 8 mil millones.
Hoy tenemos 48 mil millones. Son obra de Néstor y Cristina. Son garantía de trabajo y comida.
No podrá la conjura de los pérfidos y fracasados frente a la realidad. No podrán los medios esclavos construir la ficción maléfica y apocalíptica de malestar general, frente a la verdad incontrastable de un estado de creciente bienestar.
Fortalezcamos el rumbo y las alianzas con mas bienestar para jubilados, trabajadores, obreros, docentes, científicos, campasinos y pequeños empresarios.
Que los impostores sigan con su perversidad.
No es el peldaño, son ellos, los constructores de esta corta y enclenque escalera con destino de fracaso.
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