EL TITULO ALEGRA, EL CONTENIDO DECEPCIONA

En el portal Rozismo Digital se publica un artículo con un título impresionante "INFORMAN SOBRE NUEVA CONFORMACIÓN DEL STJ". Imagino a tanto lector ávido de buenas noticias cliqueando velozmente para conocer la buena nueva. Como ocurrió en mi caso. Esta mezcla de alegría e ingenuidad terminan cuando el contenido da cuenta que es solo una broma y de muy mal gusto. La "nueva conformación" no es mas que una suerte de sucesivos enroques durante la feria, entre los miembros del elenco rozista que viene degradando nuestro poder judicial.

La democracia en la provincia del Chaco seguirá en deuda mientras permanezcan al frente del órgano superior de la justicia personajes con perfiles groseramente antiéticos, antidemocráticos, parciales y consecuentemente corruptos.

No será el paso del tiempo y el olvido -con los que juegan los tramposos- estrategias que harán caer el permanente repudio social hacia quienes han convertido a uno de los pilares del sistema republicano en una suerte de antro de prostitución político judicial al servicio de los bastardos intereses de marginales que dedicados a la política necesitan el abrigo de la impunidad.

Ricardo Franco, violador confeso de la constitución, es una de los soldados que con menos vergüenza ha expuesto los harapos éticos que los cubren. A tales extremos que claramente confunde inmunidad con impunidad.

Ramon Avalos, exhibió toda su gama de discapacidades para el ejercicio del alto cargo al que accedió por la ventana abierta por la corrupción rozista, cuando colaboró activamente desde la presidencia de la Justicia Electoral al intento de fraude para violentar la voluntad popular en favor de los intereses de su mentor.

Rolando Toledo, La última y mas brutal irrupción del poder corrupto en la justicia del Chaco. Con los votos de los mismos mercenarios, y sin el mas mínimo atisbo de vergüenza, este reconocido operador político y económico del rozismo pasa a ocupar un espacio reservado para hombres con idoneidad y excelencia. Decenas de miles de firmas de ciudadanos en defensa de una justicia para todos, de nada sirvieron ante el mercantilismo reinante en el Superior Tribunal, el Consejo de la Magistratura.