Esteban Branco Capitanich

FMI:"Bienvenida Argentina!, a la antesala del infierno.

MACRI BATE RECORDS

Podrá criticarse a este personaje desde todos los ángulos imaginables. Pero nadie podrá negar su fenomenal capacidad para superarse y superar records universales en ciertos campos. Por ejemplo su descomunal cuota de cinismo, y su inigualable -a nivel planetario- capacidad para mentir sin el más mínimo pudor.


Es descomunal y los argentinos tenemos que cargar con las consecuencias, que son ni más ni menos que el empobrecimiento, la miseria y la violencia que generarán estas políticas de brutal concentración de la renta a manos de las patronales que son las que realmente gobiernan. 

La cadena de mentiras que dijo en el debate, sin que hubiera una sola verdad, es una pequeñísima muestra de una gigantesca montaña de falacias que se han derramado sobre un pueblo entre desmemoriado, inocente, y también idiota.

Cuando este campeón del cinismo y la falacia nos dice que tenemos déficit fiscal y que eso impide mejorar por ejemplo los salarios docentes, basta con ver como se ha comportado con sus patrones. Esto es las corporaciones. Todos sabemos que las empresas que monopolizan la exportación de agroproductos no son más de quince. Entre ellas varias multinacionales como Bunge, Dreyfus, Cargill, Nidera, y otras nacionales como AGD y Vicentín. Entre este puñado de empresas se concentra el 38% de las exportaciones argentinas. Estas empresas exportan el 75% de los granos, el 92% de subproductos, y el 89% de aceites. Bien. Estas quince empresas fueron beneficiadas con la devaluación del 60%, esto significa que por cada dólar exportado ganaron un 60% más en pesos. Además con la baja de retenciones embolsaron cientos de millones de dólares. Mientras tanto se recorta a los jubilados cien mil millones de pesos, y a todos se aplica un descomunal tarifazo que confisca salarios afectando la seguridad alimentaria de las familias para incrementar las cuentas de los patrones que gobiernan.

Como cualquier persona puede comprobarlo, quince empresas son las beneficiarias de las medidas de este gobierno, mientras millones de argentinos son aplastados por el saqueo a sus salarios. Y miles de Pymes destruidas por la apertura de importaciones y la baja en el consumo por el empobrecimiento de la mayor parte de los argentinos.

Prometía que todos tenemos derecho a vivir mejor, pero las políticas que aplica son para que vivan mejor la minoría del capital concentrado que son las que diagraman las políticas que le bajan para ejecutar sin chistar. 

 
Habla el estafador, que "hay que pagar la fiesta del gobierno anterior". Recordemos que durante el gobierno anterior hubo una fiesta, es cierto. Una gran fiesta. Tuvimos los mejores salarios en dólares de América Latina, ahora caímos al fondo de la tabla; las jubilaciones fueron aumentando siempre por sobre la inflación con dos aumentos anuales por Ley, ahora eliminaron esa actualización y en el primer aumento que correspondía en lugar del 14% bajaron al 5%, y se apropiaron de cien mil millones; era fiesta que logramos repatriar mas de 1000 científicos que estos mismos habían mandado a "lavar los platos" por lo que emigraron, y que con su regreso seamos uno de los cinco países del mundo en tener satélites como los Arsat, en órbita, ahora entregados por éstos a Clarín entre otros;  era fiesta que millones de argentinos vacacionaran por primera vez en el país, y miles a otros destinos del mundo; era fiesta que nos convirtamos en el país más desendeudado del mundo, quitando de las espaldas de nuestros hijos y nietos la enorme deuda contraída por estos mismos que hoy volvieron a taparnos con toneladas de deuda hasta a cien años.

Pero la fiesta se acabó, y como dicen "ahora hay que pagar". Pagar es devolverle a las corporaciones gobernantes la renta redistribuida por el gobierno anterior para volver a concentrarla en las cuentas de las patronales gobernantes. Pero como no alcanza, porque la voracidad de éstas es como el cáncer que se devora todo, necesitan más.

Entonces, y como broche de oro ahora nos vuelven a atar al FMI, presidido por la señora Christine Lagarde, las misma hiena que hace poco dijera: "Los ancianos viven demasiado, y eso es un riesgo para la economía global. Tenemos que hacer algo, ¡y yá!" 

Bien, a este organismo recurre este estafador, después de repetir a coro con sus acólitos que "éste es el camino, y vamos bien", que "estamos creciendo", que "la inflación está bajando", "¡que los salarios y las jubilaciones crecen!", que "crece el empleo", que "el mundo está maravillado por los cambios en argentina", entre otros delirios de estos inigualables farsantes.

No hay un solo país del mundo que pueda mostrar que su relación con el FMI derivara en un proceso exitoso. Grecia es uno de los últimos casos que terminó en tragedia. Es que el  Fondo impone recetas que incluyen "recorte en jubilaciones, en pensiones, en salarios, despido de empleados del sector público", “recorte en medicamentos para jubilados” (Todo esto como parte del “hacer algo, y, ¡ya!” por los ancianos que viven demasiado.)

Esto ya lo vivimos y terminó siempre en tragedia, como los 39 muertos de diciembre de 2001. Pero como los que hoy gobiernan son comerciantes, no dirigentes político sociales, lo que interesa no es la paz, el bienestar general y la vida. Solo interesa la utilidad de las corporaciones al costo que sea.

Por eso no es casualidad que los únicos gobiernos que prescindieron del Fondo fueron los de Perón, Néstor y Cristina Kirchner, por supuesto demonizados por esta criminal oligarquía.

Preparémonos argentinos para la miseria y violencia en ciernes. Porque para mayor desgracia tenemos un sindicalismo, expresado en la CGT que está totalmente paralizado dado que con el apresamiento del "Pata" Medina, el "Caballo" Suarez y Marcelo Balacedo, el resto, todos con "muertos" en sus placares, están de rodillas ante los patrones. 

Solo una pueblada generalizada con eje en las organizaciones sociales, ATE y la CTA podrá ponerle fin a esta banda de elusores, evasores, estafadores, lavadores y destructores del tejido social y del bienestar general, y recuperar para la argentina un nuevo gobierno del Campo Popular que restaure las instituciones y los derechos conculcados por estos bárbaros que en dos años y medio asolaron y destruyeron la nación, la democracia y la felicidad del pueblo.