Esteban Branco Capitanich

ESTAMOS A TIEMPO...

No perdamos la oportunidad de devolverle transparencia, seriedad y lealtad a la Cámara de Diputados. Nada debe intentarse de espaldas a los intereses colectivos. Este tema del Defensor del Pueblo se "empantanó" cuando los bloques mayoritarios -totalmente ciegos de impunidad- poblaron la estructura de parientes y amigos. Nunca se cuestionó la designación de los defensores. Nunca antes de que el doctor Corregido se expresara en disconformidad con el brutal dislate.

Ahora resulta que en lugar de aceptar el error, enmendarlo y revindicarse, la nueva Cámara se tira encima otro baldazo de soberbia y prepotencia intentando destituir al Defensor. No lo dice así, con la verdad en la mano, se dan vueltas y se hacen contorsiones y malabares con las palabras, pero la verdad última es esa: el doctor Corregido no se ha sometido y merece sentir el rigor de la venganza.

Lamentable.
En imprescindible que retomemos la sensatez y la cordura. Que respetemos las instituciones y nuestro compromiso de gobernar con transparencia. Nuestro gobierno no tiene nada que esconder. Nuestros errores deben ser públicos y debemos corregirlos. No le tememos a los controles y en consecuencia no necesitamos ni jueces ni fiscales ni defensores adictos.
Exhorto a la reflexión y a no desviarnos del camino recto. Es la única forma de no traicionar nuestro compromiso y defender a nuestro gobierno. No hay otra que no culmine en descrédito, la historia lo certifica.
Pido a los compañeros dirigentes y militantes que se expresen. No es el silencio la herramienta con que se construye una sociedad mejor, en consecuencia tampoco nuestro partido ni nuestro gobierno serán mejores si por especulaciones personales menores dejamos de marcar nuestros propios errores y la persistencia absurda en reiterarlos.
ESTAMOS A TIEMPO...