Si la política es la herramienta de transformación a la que las sociedades aspiran, la sociedad Macri/Durán Barba demuestra que la trasformación que se proponen es impresentable.
La estrategia que tramó el asesor ecuatoriano -quien confesó que su principal herramienta es el hostigamiento que en lo posible lleve a la desesperación y hasta al suicidio al oponente- para desprestigiar al programa 678, es de bajísimo nivel desde toda mirada. Habiendo sido públicamente invitado Hernán Lombardi al programa, el cerebro tramposo del ecuatoriano inmediatamente tomó el retorcido rumbo de la maquinación perversa.
Preparar esta pantomima de no responder a la invitación -como ignorándola-, y luego presentarse cuando éste ya está al aire, como si se tratara de una mesa de café donde no hay ni programación ni tiempos; hacerlo con un equipo que certifique que no puede participar, sin mencionar que la programación no pudo lograr su propia respuesta para programarlo, y luego exponer ésto como un acto de mala fe del programa, es una muestra más de la estructura ética y moral que rige sus conductas. Mentira, engaño, estafa, simulación, hipocresía, mala fe, y ausencia notoria de verdad son la columna vertebral de la estrategia de este mercenario neoliberal disfrazado de publicista.
El Twiter de Lombardi, que reproduce Eva Row en su blog es una confesión de toda esta parafernalia de miserabilidades.
Esperemos que los porteños preserven esa ciudad, que es de todos los argentinos, de las fauces de éstos inferiores espirituales. No debemos afirmarnos merecedores de tamaños despropósitos.
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