Cuando alguien dice “dejemos de hablar pavadas”, o está haciendo una autocrítica, o no tiene respuestas. En consecuencia trata de quitarle entidad a los planteos.
Decía en mi última nota sobre la cuestión forestal en tierras fiscales que desde Colonización, ”No queremos, no provocamos ni alentamos internas con nadie.”. El tema de fondo es mucho más importante. No obstante conviene aclarar para quienes por allí se escandalizan porque algunos funcionarios tenemos opiniones diversas y las debatimos públicamente que desde nuestra visión en modo alguno esto debe ser tomado como algo negativo. Al contrario. Porque quienes nos precedieron en el gobierno nunca discutieron diferencias, o lo hicieron con el hipócrita principio de que “la ropa sucia se lava en casa”, y así nos fue con las tierras y con los bosques, entre otras cosas. La sociedad valora que quienes tenemos responsabilidades y en ocasiones diferencias, las podamos compartir con ella. Porque ello es sinónimo de transparencia. No acordamos en la trastienda ni barremos bajo la alfombra. Sólo es necesario tener grandeza para reconocer errores, modificar conductas y no mezclar cuestiones personales con institucionales.
Dicho esto, y en ese contexto entendemos que el compañero Director de Bosques se equivoca en reducir esta cuestión solo al tema del decreto. Y mucho más se equivoca negando que el proyecto hubiese constituido una modificación a la ley. Nos obliga a exponer el tema con mayor amplitud para que se vea que más que una pavada, en tal caso el proyecto debiera calificarse como una burrada.
El inciso E) del Art.29 de la 2913 dice: “No arrendar ni subarrendar ni dar en aparcería, comodato o cualquier otro título, la explotación del predio adjudicado, salvo expresa autorización del organismo de aplicación y en la forma que determine la reglamentación;” El decreto que el Compañero Director de Bosques reconoce haber elevado a la firma del gobernador con el objeto de reglamentar el artículo precedente dice en su parte pertinente “…no se exigirá, por parte del organismo de aplicación la autorización para arrendar…”.
Si tal como lo afirma el compañero esto lo redactaron abogados, es mucho más grave. Porque si la ley dice “…no arrendar… salvo expresa autorización del organismo y en la forma que determine la reglamentación…” nadie que sepa leer puede interpretar otra cosa. En consecuencia la reglamentación determinará “la forma” en que el organismo otorgará esa “expresa autorización” que la ley impone. Entonces, que el decreto diga “…no se exigirá, por parte del organismo de aplicación la autorización para arrendar…” implica, supina ignorancia, mala fe o error. En ningún caso, una pavada.
Tampoco es una pavada reconocer que “Este artículo de la Ley de Tierras no estaba reglamentado y la misma ley dice que debe ser reglamentado. Como no lo estaba nosotros lo hicimos.” Porque lo que haría cualquier funcionario responsable y respetuoso de las jurisdicciones es compartir la idea con las autoridades del organismo correspondiente y canalizar la propuesta por ese medio. Es obvio que ese es el camino, pero parece que hay que decirlo, no sea que a alguien que no sea del ministerio se le ocurra modificar o reglamentar una ley que tenga que ver con la salud, por ejemplo.
Respecto de la atrevida insinuación de que desde Colonización subestimamos la inteligencia del gobernador, no resiste el menor análisis. Nunca tuvimos dudas de su inteligencia por eso nunca la pusimos a prueba poniendo en sus manos libelo alguno compañero López. Fuere usted el que lo hizo.
Falta usted a la verdad, quizás por desconocimiento, cuando afirma “Cada vez que esa persona hace un convenio con otra persona cae Colonización y lo quiere desadjudicar. La verdad que esto es una cosa de locos, antigua y fuera de contexto y fuera de los fundamentos de la ley” Esto, además de ser total y absolutamente falso como actitud generalizada y aviesa, me recuerda palabras de funcionarios de la alianza cuando frente a nuestras denuncias por las irregularidades cometidas y por negarnos a seguir su camino decían que estamos “fuera de época” o que entorpecemos ciertas actividades. A ellos, en otro artículo respondimos “Es el mundo del revés. Solo pueden pensar esto los que, acostumbrados a la marginalidad, consideran que volver al marco de la Constitución y la ley “es una antigüedad”, y en casos se sienten despedidos de los beneficios que la ilegalidad les brindaba.” Rara coincidencia la suya compañero diciendo de lo nuestro es “una cosa de locos, antigua y fuera de contexto”. Rara y peligrosa coincidencia con expresiones de los que saquearon nuestros recursos.
Tampoco se ajusta a la verdad y aquí si no caben dudas que existe mala fe en la afirmación de que “…hay personas que hace más de 40 años que ocupan sus tierras y que no tienen acceso al título de propiedad, lo que genera que todo lo que haga en sus terrenos sea ilegal. Están vendiendo en forma irregular la madera porque no le dan las posibilidades. Nosotros no podemos salir hacer controles como estamos saliendo hacer ahora en las calles para castigar a la gente que no tiene la posibilidad de sacar un permiso. Gente que lo único que le queda es hacer eso”. Es de manifiesta mala fe pretender responsabilizar a este gobierno la demora de 40 años en el otorgamiento de los títulos. Y es grave mentir diciendo que “todo lo que hagan esos productores es ilegal” No es cierto, miles de productores en tierras fiscales trabajan en el marco de la ley y no merecen su irresponsable calificación de ilegales.
Porque además, muchos de los que no pueden cumplir con las imposiciones de la Constitución y la ley son precisamente los que se dedican como única actividad a la tala de bosques. Y éste es el problema compañero López. Ya lo expusimos pero si no se entiende insistimos. Trabajan por la comida. O les compran por monedas la masa boscosa –tengan permiso o no- con el mismo discurso que usted expresa: que ellos nunca van a poder. Como si la pobreza fuera una fatalidad a la que algunos están condenados y en consecuencia nunca podrán hacer las mejoras que la ley les impone no como castigo, sino como el camino a diversificar y mejorar su producción y su calidad de vida. Falso. No es una fatalidad, es un esquema de explotación y abandono históricos. Y nuestras diferencias consisten en que nosotros nos negamos a continuar con estos parches que las presiones y la coyuntura exigen para no enfrentar el problema de fondo.
Compañero, nosotros somos el estado, en consecuencia estamos obligados a ver soluciones, nunca a prolongar la agonía propiciando y alentando la continuidad de este esquema inequitativo en el que los productores pobres están obligados a regalar su trabajo, su esfuerzo, y como broche condenatorio también regalar el recurso natural, a esta altura escaso -por falta de políticas serias- a eslabones de la cadena que claramente se encuentran en posición dominante.
No les mienta a los productores compañero, nosotros no queremos desadjudicar a los auténticos productores y mucho menos a los más pobres. Somos nosotros los que en esta encrucijada -que usted quiere reducir a la burrada del decreto con el que intentaban terminar de asegurar la exclusión de los productores pobres- estamos defendiendo sus derechos a poder realizarse produciendo en sus predios en el marco de la equidad imprescindible que les permita ser productores y trabajadores y no esclavos. Es falso compañero que el único camino es el que usted plantea: que vendan su masa boscosa o arrienden sus predios. Eso sí es lo viejo compañero. Debiera saber que hay un sistema de Consorcios de Servicios Rurales que está en marcha, gracias a la organización y lucha de los pequeños productores, la férrea voluntad del gobernador y a la tenacidad de un reducido grupo de funcionarios y legisladores, aunque hoy para las fotos seamos muchos más. Esta es una de las herramientas que los productores usarán para poder explotar sus predios. Este es el camino compañero, un estado brindando herramientas, no solidificando explotación y abuso. Un estado construyendo ciudadanía, independencia, asociativismo, y equidad, para terminar con clientelismo, inequidad y esclavitud. Y estas no son pavadas, al menos para nosotros.
Decía en mi última nota sobre la cuestión forestal en tierras fiscales que desde Colonización, ”No queremos, no provocamos ni alentamos internas con nadie.”. El tema de fondo es mucho más importante. No obstante conviene aclarar para quienes por allí se escandalizan porque algunos funcionarios tenemos opiniones diversas y las debatimos públicamente que desde nuestra visión en modo alguno esto debe ser tomado como algo negativo. Al contrario. Porque quienes nos precedieron en el gobierno nunca discutieron diferencias, o lo hicieron con el hipócrita principio de que “la ropa sucia se lava en casa”, y así nos fue con las tierras y con los bosques, entre otras cosas. La sociedad valora que quienes tenemos responsabilidades y en ocasiones diferencias, las podamos compartir con ella. Porque ello es sinónimo de transparencia. No acordamos en la trastienda ni barremos bajo la alfombra. Sólo es necesario tener grandeza para reconocer errores, modificar conductas y no mezclar cuestiones personales con institucionales.
Dicho esto, y en ese contexto entendemos que el compañero Director de Bosques se equivoca en reducir esta cuestión solo al tema del decreto. Y mucho más se equivoca negando que el proyecto hubiese constituido una modificación a la ley. Nos obliga a exponer el tema con mayor amplitud para que se vea que más que una pavada, en tal caso el proyecto debiera calificarse como una burrada.
El inciso E) del Art.29 de la 2913 dice: “No arrendar ni subarrendar ni dar en aparcería, comodato o cualquier otro título, la explotación del predio adjudicado, salvo expresa autorización del organismo de aplicación y en la forma que determine la reglamentación;” El decreto que el Compañero Director de Bosques reconoce haber elevado a la firma del gobernador con el objeto de reglamentar el artículo precedente dice en su parte pertinente “…no se exigirá, por parte del organismo de aplicación la autorización para arrendar…”.
Si tal como lo afirma el compañero esto lo redactaron abogados, es mucho más grave. Porque si la ley dice “…no arrendar… salvo expresa autorización del organismo y en la forma que determine la reglamentación…” nadie que sepa leer puede interpretar otra cosa. En consecuencia la reglamentación determinará “la forma” en que el organismo otorgará esa “expresa autorización” que la ley impone. Entonces, que el decreto diga “…no se exigirá, por parte del organismo de aplicación la autorización para arrendar…” implica, supina ignorancia, mala fe o error. En ningún caso, una pavada.
Tampoco es una pavada reconocer que “Este artículo de la Ley de Tierras no estaba reglamentado y la misma ley dice que debe ser reglamentado. Como no lo estaba nosotros lo hicimos.” Porque lo que haría cualquier funcionario responsable y respetuoso de las jurisdicciones es compartir la idea con las autoridades del organismo correspondiente y canalizar la propuesta por ese medio. Es obvio que ese es el camino, pero parece que hay que decirlo, no sea que a alguien que no sea del ministerio se le ocurra modificar o reglamentar una ley que tenga que ver con la salud, por ejemplo.
Respecto de la atrevida insinuación de que desde Colonización subestimamos la inteligencia del gobernador, no resiste el menor análisis. Nunca tuvimos dudas de su inteligencia por eso nunca la pusimos a prueba poniendo en sus manos libelo alguno compañero López. Fuere usted el que lo hizo.
Falta usted a la verdad, quizás por desconocimiento, cuando afirma “Cada vez que esa persona hace un convenio con otra persona cae Colonización y lo quiere desadjudicar. La verdad que esto es una cosa de locos, antigua y fuera de contexto y fuera de los fundamentos de la ley” Esto, además de ser total y absolutamente falso como actitud generalizada y aviesa, me recuerda palabras de funcionarios de la alianza cuando frente a nuestras denuncias por las irregularidades cometidas y por negarnos a seguir su camino decían que estamos “fuera de época” o que entorpecemos ciertas actividades. A ellos, en otro artículo respondimos “Es el mundo del revés. Solo pueden pensar esto los que, acostumbrados a la marginalidad, consideran que volver al marco de la Constitución y la ley “es una antigüedad”, y en casos se sienten despedidos de los beneficios que la ilegalidad les brindaba.” Rara coincidencia la suya compañero diciendo de lo nuestro es “una cosa de locos, antigua y fuera de contexto”. Rara y peligrosa coincidencia con expresiones de los que saquearon nuestros recursos.
Tampoco se ajusta a la verdad y aquí si no caben dudas que existe mala fe en la afirmación de que “…hay personas que hace más de 40 años que ocupan sus tierras y que no tienen acceso al título de propiedad, lo que genera que todo lo que haga en sus terrenos sea ilegal. Están vendiendo en forma irregular la madera porque no le dan las posibilidades. Nosotros no podemos salir hacer controles como estamos saliendo hacer ahora en las calles para castigar a la gente que no tiene la posibilidad de sacar un permiso. Gente que lo único que le queda es hacer eso”. Es de manifiesta mala fe pretender responsabilizar a este gobierno la demora de 40 años en el otorgamiento de los títulos. Y es grave mentir diciendo que “todo lo que hagan esos productores es ilegal” No es cierto, miles de productores en tierras fiscales trabajan en el marco de la ley y no merecen su irresponsable calificación de ilegales.
Porque además, muchos de los que no pueden cumplir con las imposiciones de la Constitución y la ley son precisamente los que se dedican como única actividad a la tala de bosques. Y éste es el problema compañero López. Ya lo expusimos pero si no se entiende insistimos. Trabajan por la comida. O les compran por monedas la masa boscosa –tengan permiso o no- con el mismo discurso que usted expresa: que ellos nunca van a poder. Como si la pobreza fuera una fatalidad a la que algunos están condenados y en consecuencia nunca podrán hacer las mejoras que la ley les impone no como castigo, sino como el camino a diversificar y mejorar su producción y su calidad de vida. Falso. No es una fatalidad, es un esquema de explotación y abandono históricos. Y nuestras diferencias consisten en que nosotros nos negamos a continuar con estos parches que las presiones y la coyuntura exigen para no enfrentar el problema de fondo.
Compañero, nosotros somos el estado, en consecuencia estamos obligados a ver soluciones, nunca a prolongar la agonía propiciando y alentando la continuidad de este esquema inequitativo en el que los productores pobres están obligados a regalar su trabajo, su esfuerzo, y como broche condenatorio también regalar el recurso natural, a esta altura escaso -por falta de políticas serias- a eslabones de la cadena que claramente se encuentran en posición dominante.
No les mienta a los productores compañero, nosotros no queremos desadjudicar a los auténticos productores y mucho menos a los más pobres. Somos nosotros los que en esta encrucijada -que usted quiere reducir a la burrada del decreto con el que intentaban terminar de asegurar la exclusión de los productores pobres- estamos defendiendo sus derechos a poder realizarse produciendo en sus predios en el marco de la equidad imprescindible que les permita ser productores y trabajadores y no esclavos. Es falso compañero que el único camino es el que usted plantea: que vendan su masa boscosa o arrienden sus predios. Eso sí es lo viejo compañero. Debiera saber que hay un sistema de Consorcios de Servicios Rurales que está en marcha, gracias a la organización y lucha de los pequeños productores, la férrea voluntad del gobernador y a la tenacidad de un reducido grupo de funcionarios y legisladores, aunque hoy para las fotos seamos muchos más. Esta es una de las herramientas que los productores usarán para poder explotar sus predios. Este es el camino compañero, un estado brindando herramientas, no solidificando explotación y abuso. Un estado construyendo ciudadanía, independencia, asociativismo, y equidad, para terminar con clientelismo, inequidad y esclavitud. Y estas no son pavadas, al menos para nosotros.
No hay comentarios:
Publicar un comentario