En el marco de la apertura de los trabajos del Foro Económico Mundial para América Latina en Río de Janeiro, el Banco Mundial (BM) manifestó que la Argentina es uno los países latinoamericanos mejor posicionados en el contexto de la crisis económica. A menos de 48 horas del inicio de la Cumbre de las Américas, el organismo ubicó al país en un grupo privilegiado de naciones de la región.
Pamela Cox, vicepresidenta del Banco Mundial, planteó que la Argentina es (junto a Brasil, Chile y Perú) uno de los países mejor posicionados para enfrentar la crisis económica. Sin embargo, la funcionaria señaló que todos los gobiernos de la región sufrieron una caída en sus recaudaciones.
En relación a Sudamérica, Cox destacó que Brasil, la Argentina, Chile y Perú tienen mercados más diversificados y relaciones de comercio más amplias, por lo que no sufrirán un "impacto tan fuerte". Mientras tanto, Cox aseguró que en los próximos años el BM tendrá "espacio suficiente" para prestar en todo el mundo hasta U$S100.000 millones. (Hasta aquí la opinión de Cox)
Ante una de las peores crisis mundiales de la posguerra, y mas allá de las opiniones del Banco Mundial, es claramente apreciable la fortaleza de la Argentina para resistir y atravesar esta circunstancia sin los desequilibrios sísmicos que provocaban situaciones infinitamente menores en otros tiempos. Y no es producto de la fortuna, ni de las bondades y generosidades del mundo desarrollado hacia nosotros. Es la resultante de políticas económicas que permitieron un crecimiento sostenido durante cinco años como pocos países han experimentado en la historia. Es bueno recordar que con la huida de De la Rúa, en medio de una nación incendiada por el desgobierno, las protestas sociales por hambre, con saqueos a comercios y camiones de transporte de comida, con represión y asesinato de militantes sociales, la argentina estaba al borde de la disolución nacional. Sin industrias, sin producción y sin reservas para afrontar el más mínimo tropiezo el futuro era dantesco. Hoy a solo siete años, estamos entre los países mejor posicionados para sobrellevar la crisis mundial. El tesoro nacional cuenta con más de 50.000 millones en reservas que permiten controlar los desequilibrios que sectores de privilegio intentan provocar en el mercado. En poco mas de cinco años en la argentina se ha dado un fenómeno único en el mundo: de cortes de rutas protagonizados por pobres pidiendo comida, reprimidos brutalmente por la policía, pasamos a cortes de ruta por parte de uno de los sectores que mas riqueza ha acumulado en los últimos años, cortes con el objeto de no compartir la renta extraordinaria con el resto de los argentinos. En este caso sin represión, con custodia de fuerzas del orden para proteger a los manifestantes.
No obstante son éstos sectores de la economía concentrada los más feroces detractores de un gobierno que generó condiciones que llevaron a la obtención de las ganancias mas extraordinarias que registre la historia de los mismos. Es una descomunal muestra de insolidaridad, egoísmo y desprecio por el bienestar y la vida del resto de los argentinos que con sus impuestos aportaron a la creación de las condiciones de éste histórico crecimiento económico cuyas rentas deben ser redistribuidas por el gobierno como obligación política y moral irrenunciable.
Tengamos memoria, no nos suicidemos volviendo a confiar en fracasados que construyeron nuestro peor pasado, ni pongamos futuro de nuestros hijos en manos de, egoístas, sectarios, conspiradores y golpistas.
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