LA CORRUPCIÓN COMO PRETEXTO PARA DERRIBAR GOBIERNOS POPULARES.
El título, tan actual, tan
descriptivo de lo que está ocurriendo en América Latina, no está referido a
este tiempo, pero es como si lo fuera.
En realidad encabeza un
capítulo del libro “Estrategia y Táctica del Movimiento Nacional” escrito por
el ex presidente Arturo Frondizi en 1964.
De modo que estos muchachos
de las corporaciones de Brasil, Venezuela, Ecuador y Argentina entre otras no
son creativos. Solo se copian de viejos métodos viles. Eso sí, son más eficaces
porque la globalización y la concentración de medios de comunicación les
permite un ametrallamiento a los cerebros populares de magnitud colosal, con
las consecuencias devastadoras que estamos viendo.
Frondizi comienza ese
capítulo relatando el acoso y las calumnias que sufrieran en su momento el
gobernador de Córdoba, Miguel Juarez Celman, el Ingeniero Juan Bialet Massé y
el proyectista Carlos Cassaffousth tras la construcción del Dique San Roque. La
obra de ingeniería hidráulica más importante de Argentina y de Sudamérica que
transformara la economía de Córdaba y plantara un hito en nuestro desarrollo
energético. Como será de vieja la estratagema que esto ocurría allá por el año
1881.
Y fue tan potente que medio
siglo después los cordobeses solían alarmarse frente a las lluvias copiosas
temiendo el desmoronamiento del dique, porque se había dado una enorme campaña
afirmando que Bialet Massé se habría quedado con parte de los fondos públicos
destinados a materiales, por lo que el dique no sería sólido. El objetivo en
realidad no era el ingeniero Bialet Massé, sino por elevación la artillería
estaba dirigida a Juarez Celman que se perfilaba para la presidencia de la
nación.
Bialet Massé y Cassaffousth,
terminaron presos y hubo una fuerte campaña para desarmar el dique. Frente a
esto, desde la cárcel Bialet Massé le escribía a Juarez Celman: “…lo que conmigo se ha hecho es brutal, y ha
sido porque hay el propósito deliberado de derribar el dique para que no quede
nada que venga de Juarez Celman. ¡Bárbaros! Se dice que el dique no sirve y que
no hay otro remedio que deshacerlo, Eso es mentira. Le ruego que no pida ni
haga nada por mí, pero le pido haga todo lo que esté a su alcance para que se
conserve el dique” Juarez Celman
ofreció su patrimonio como garantía por la excarcelación de los detenidos y lo
consiguió, también evitó que se derribe el dique.
¿Cómo
terminó esta historia? Juan Bialet Massé murió en Buenos Aires en 1907. A su
muerte, su dique, seguía firme en su lugar algo que se iba a mantener para
siempre. En 1944 se decidió construir otra presa de hormigón. Tendría la misma
cota, pero se haría 150 metros aguas abajo del primer dique. Se decidió que
aquella construcción del siglo anterior debía ser dinamitada. Pero tenía tal
resistencia que, a pesar de una triple explosión, sólo lograron hacerle un
agujero y desistieron por temor a que la onda expansiva de las explosiones
fisurara el nuevo paredón. Cuando el nivel del agua baja, la presa hecha por
Bialet Massé todavía se muestra firme en el lago. Él tiene hoy en
Córdoba un pueblo que lleva su nombre, en su honor. ¿Y el crimen de haber construido
un dique que se iba a caer? Nunca ocurrió. Y tuvo vigencia mientras interesaba
el desprestigio de Juarez Celman.
Más atrás todavía, desde los principios de nuestra
institucionalidad se aplicó igual estrategia. A los miembros de la Primera
Junta les hicieron juicio a todos, incluido Mariano Moreno que estaba muerto.
Todos los días en la prensa de la época aparecía un nuevo cargo. Era que la “revolución”
estaba girando a la derecha.
Hasta San Martín fue acusado de tener una cuenta oculta en Europa
con dinero sucio. ¿Cómo terminaron todos estos casos? Pasado el interés
político se dejó de hablar del tema y todas las causas cayeron.
Después de la caída de Perón, se le endilgaron una gama de
delitos extraordinaria, vinculados en su mayoría a una fortuna monstruosa que
no podría demostrar. ¿Qué pasó con esas denuncias? Nada. Cuando se cumplió el
objetivo de desprestigio se desinfló todo y Perón no solo nunca fue condenado
sino que volvió a ser presidente.
Quedó demostrado aunque los medios ni la historia oficial lo
rescate, que todas fueron operaciones políticas para invalidar a contrincantes.
Contrincantes todos impulsores de políticas nacionales, populares, de inclusión
e igualdad.
¿Alguna semejanza con lo que estamos viviendo? Toda,
absolutamente toda. Hace dos años que a Cristina le buscan cuentas ocultas,
sociedades en paraísos fiscales, bóvedas con dinero, entierros de fortunas,
testaferros. ¿Qué encontraron? Sociedades offshore de Macri y medio gabinete,
pero de eso no se habla. Ahora pasaron al memorándum con Irán, aprobado por el
Congreso pero nunca aplicado. Igual se la acusa de traición de la patria. El
objetivo es evitar que vuelva, y mientras esa posibilidad exista, existirán las
causas judiciales.
Entonces,
no seamos ingenuos y dejemos de repetir lo que dice la prensa como voceros del
poder. Del poder real. El de las corporaciones mediático económicas. Seamos
adultos políticamente, revisemos la historia y no permitamos que nos manipulen
como instrumentos de estas mafias que por intereses antipopulares y
antinacionales a lo largo de la historia han hecho siempre lo mismo para evitar
el crecimiento colectivo y beneficiar a un pequeño grupo voraz, insaciable y
criminal.
En realidad encabeza un capítulo del libro “Estrategia y Táctica del Movimiento Nacional” escrito por el ex presidente Arturo Frondizi en 1964.
De modo que estos muchachos
de las corporaciones de Brasil, Venezuela, Ecuador y Argentina entre otras no
son creativos. Solo se copian de viejos métodos viles. Eso sí, son más eficaces
porque la globalización y la concentración de medios de comunicación les
permite un ametrallamiento a los cerebros populares de magnitud colosal, con
las consecuencias devastadoras que estamos viendo.
Frondizi comienza ese
capítulo relatando el acoso y las calumnias que sufrieran en su momento el
gobernador de Córdoba, Miguel Juarez Celman, el Ingeniero Juan Bialet Massé y
el proyectista Carlos Cassaffousth tras la construcción del Dique San Roque. La
obra de ingeniería hidráulica más importante de Argentina y de Sudamérica que
transformara la economía de Córdaba y plantara un hito en nuestro desarrollo
energético. Como será de vieja la estratagema que esto ocurría allá por el año
1881.
Y fue tan potente que medio
siglo después los cordobeses solían alarmarse frente a las lluvias copiosas
temiendo el desmoronamiento del dique, porque se había dado una enorme campaña
afirmando que Bialet Massé se habría quedado con parte de los fondos públicos
destinados a materiales, por lo que el dique no sería sólido. El objetivo en
realidad no era el ingeniero Bialet Massé, sino por elevación la artillería
estaba dirigida a Juarez Celman que se perfilaba para la presidencia de la
nación.
Bialet Massé y Cassaffousth,
terminaron presos y hubo una fuerte campaña para desarmar el dique. Frente a
esto, desde la cárcel Bialet Massé le escribía a Juarez Celman: “…lo que conmigo se ha hecho es brutal, y ha
sido porque hay el propósito deliberado de derribar el dique para que no quede
nada que venga de Juarez Celman. ¡Bárbaros! Se dice que el dique no sirve y que
no hay otro remedio que deshacerlo, Eso es mentira. Le ruego que no pida ni
haga nada por mí, pero le pido haga todo lo que esté a su alcance para que se
conserve el dique” Juarez Celman
ofreció su patrimonio como garantía por la excarcelación de los detenidos y lo
consiguió, también evitó que se derribe el dique.
¿Cómo
terminó esta historia? Juan Bialet Massé murió en Buenos Aires en 1907. A su
muerte, su dique, seguía firme en su lugar algo que se iba a mantener para
siempre. En 1944 se decidió construir otra presa de hormigón. Tendría la misma
cota, pero se haría 150 metros aguas abajo del primer dique. Se decidió que
aquella construcción del siglo anterior debía ser dinamitada. Pero tenía tal
resistencia que, a pesar de una triple explosión, sólo lograron hacerle un
agujero y desistieron por temor a que la onda expansiva de las explosiones
fisurara el nuevo paredón. Cuando el nivel del agua baja, la presa hecha por
Bialet Massé todavía se muestra firme en el lago. Él tiene hoy en
Córdoba un pueblo que lleva su nombre, en su honor. ¿Y el crimen de haber construido
un dique que se iba a caer? Nunca ocurrió. Y tuvo vigencia mientras interesaba
el desprestigio de Juarez Celman.
Más atrás todavía, desde los principios de nuestra
institucionalidad se aplicó igual estrategia. A los miembros de la Primera
Junta les hicieron juicio a todos, incluido Mariano Moreno que estaba muerto.
Todos los días en la prensa de la época aparecía un nuevo cargo. Era que la “revolución”
estaba girando a la derecha.
Hasta San Martín fue acusado de tener una cuenta oculta en Europa
con dinero sucio. ¿Cómo terminaron todos estos casos? Pasado el interés
político se dejó de hablar del tema y todas las causas cayeron.
Después de la caída de Perón, se le endilgaron una gama de
delitos extraordinaria, vinculados en su mayoría a una fortuna monstruosa que
no podría demostrar. ¿Qué pasó con esas denuncias? Nada. Cuando se cumplió el
objetivo de desprestigio se desinfló todo y Perón no solo nunca fue condenado
sino que volvió a ser presidente.
Quedó demostrado aunque los medios ni la historia oficial lo
rescate, que todas fueron operaciones políticas para invalidar a contrincantes.
Contrincantes todos impulsores de políticas nacionales, populares, de inclusión
e igualdad.
¿Alguna semejanza con lo que estamos viviendo? Toda,
absolutamente toda. Hace dos años que a Cristina le buscan cuentas ocultas,
sociedades en paraísos fiscales, bóvedas con dinero, entierros de fortunas,
testaferros. ¿Qué encontraron? Sociedades offshore de Macri y medio gabinete,
pero de eso no se habla. Ahora pasaron al memorándum con Irán, aprobado por el
Congreso pero nunca aplicado. Igual se la acusa de traición de la patria. El
objetivo es evitar que vuelva, y mientras esa posibilidad exista, existirán las
causas judiciales.
Entonces,
no seamos ingenuos y dejemos de repetir lo que dice la prensa como voceros del
poder. Del poder real. El de las corporaciones mediático económicas. Seamos
adultos políticamente, revisemos la historia y no permitamos que nos manipulen
como instrumentos de estas mafias que por intereses antipopulares y
antinacionales a lo largo de la historia han hecho siempre lo mismo para evitar
el crecimiento colectivo y beneficiar a un pequeño grupo voraz, insaciable y
criminal.
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