GILS CARBÓ, ESA OBSESIÓN DEL CORRUPTO
Estamos los argentinos asistiendo
a una escalada contra la Procuradora, que se produce desde el estallido de
Odebrecht, la empresa brasileña que coimeó a medio mundo.
El gobierno de las corporaciones
entró en pánico ante las primeras noticias que vinculaban al jefe de
inteligencia Arribas, quien primero dijo que vendió un departamento, luego que
vendió los muebles, y al final fueron a lo más práctico: buscaron un juez que
lo sobreseyó y lo liberó de culpa y cargo antes que lleguen las pruebas de los
cientos de miles de dólares que recibió.
Pero no termina allí la cosa. El
gobierno tira toda su artillería mediática contra funcionarios del gobierno
anterior. Por eso, ahora, después de un año y medio es como que descubren a De
Vido y tratan de tirarle el tren encima, pero como pasó cuando salieron a
buscar las cuentas de Cristina y encontraron más de cincuenta de Macri, los que
aparecen en los negocios con la coimeadora brasileña son Macri, sus amigos y
parientes.
Entonces el pánico disparó al
ministro de justicia Garavano y varios jueces y fiscales (las minúsculas no son
un error) a Brasil y Estados Unidos para ver cómo se borran algunos nombres, y
más que algunos, la mayoría. Porque en argentina Odebrecht es Iacsa, es
Calcaterra, es Caputo y es Macri.
Y es aquí donde se encuentran con
un escollo insalvable que se llama Alejandra Gils Carbó. Porque toda la
información de Brasil tiene que llegar a la procuraduría que la señora conduce.
Y la señora no es Laura Alonso. No. Gils Carbó no los va a encubrir. Esa es la
razón de esta demencial arremetida que hasta llegó a esbozar la posibilidad de
removerla por decreto siendo que la Constitución previó la intención de éstos
bestias y garantiza que solo es posible su remoción por medio del Juicio
Político.
Quienes hablan de la corrupción
del gobierno anterior como un monopolio, claramente ya están expuestos ante el
mundo como los más corruptos del planeta. Quienes decían que Cristina quería la
suma del poder, tienen obsesión por lograr la suma del poder que les garantice
impunidad.
Y así actúan en todo.
Garantizaron trabajo y bienestar, y generaron desocupación, miseria, quitaron
remedios a los jubilados, dispararon la inflación, los precios, deprimieron los
salarios con la devaluación. Garantizaron respeto y transparencia, y entregan
palos y cárcel a los que osan defender sus derechos.
Es obvio que los argentinos nos
equivocamos. Engañados por los medios de comunicación que en este tiempo
reemplazan a los fusiles y cañones, instalamos a conducir el estado a la pata
civil de la dictadura. Por eso este impresionante parecido en las políticas
económicas con aquellas que destruyeron el país. Con un agravante, porque hoy
ya disponen del estado sin intermediarios. Todo el gabinete nacional y varios
provinciales son empleados de las corporaciones que se limitan a cumplir
órdenes. Quien hace de presidente no es más que una figura, un cuasi grotesco
de lo que debiera ser un presidente, que anuncia como propias medidas dictadas.
La alta despolitización que
también generaron las usinas mediáticas, tiene mucho que ver con esta tragedia
que estamos viviendo. Y es tarea de los partidos políticos recuperar le mística
militante y recuperar participación popular como camino hacia la construcción
de ese poder popular que evite el envenenamiento de la pseudo prensa
independiente que no es más que un conglomerado de mercenarios al servicio de
las corporaciones visceralmente antipopulares y concentradoras de la renta.
Tengamos presente que los hechos
están demostrando que cuando dicen “se robaron todo” es porque se están robando
todo. Cuando dicen “vas a vivir mejor”, es porque vas a ser más pobre. Cuando
dicen “se acabó la corrupción” es que ahora gobierna la corrupción. Cuando
dicen “estamos en el camino correcto” es que te están llevando al precipicio.
Todo esto está a la vista. Solo que para verlo hay que despojarse del odio
inyectado, leer, mirar y escuchar los medios con sentido crítico como para
elaborar nuestras propias conclusiones. Y en la próxima elección votar por el
modelo de país para todos contra el que abogan estos crápulas que instalaron un
modelo empresario en el que la renta de pocos está por encima del ser humano.
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