¿TIROS POR ELEVACIÓN A CRISTINA Y COQUI?
Una vez más se extiende certificado de defunción
al peronismo. Como en el 55, como en 1976. Nace del pánico que le tiene el
neoliberalismo al movimiento que es el horcón del medio del campo popular en la
argentina. Y tienen sobradas razones, ya que la vez que el país fue sumido en
la miseria y la tragedia por el saqueo y la violencia que ejercieron las corporaciones,
el pueblo lo convocó para la reconstrucción.
Y como otras veces, hoy también
están los especuladores que desde dentro del mismo campo popular, y del
peronismo, se abrazan a su oportunismo y sus desmedidas ambiciones fruto de la
colonización a la que son permeables, y con variadas contorsiones ideológicas
le hacen el juego al enemigo mientras buscan desacreditar a los compañeros que
ejercen liderazgos naturales indiscutibles, como lo son Cristina en la nación y
Coqui en la provincia.
Hoy, para estos miopes de la
política es el turno del Frente para la Victoria, ese por el que hasta hace
pocos meses daban la vida. Ese que ahora reputan agotado, como parte de una
estrategia propia de sujetos de baja estofa, que tienen en realidad una carga
de cinismo brutal, bajo la que se esconde el intento de devaluación de
dirigentes que resisten la colonización a la que ellos, flojos de ideales y
recargados de ambiciones sucumbieron.
Ya no pocos estamos hartos de
esta inoportuna la insistencia con que
el FpV está agotado o que se pida de renovación del peronismo (aunque siempre
es buena) como si ellos fueran casi nonatos, o de "revalorizar
principios". Porque se interpreta como una clara crítica, en la misma línea
neoliberal, al gobierno que les dio tanto a los argentinos. Tenemos que tener
cuidado con estos cíclicos certificados de defunción que se le dan al peronismo
y que solo tienen raíz en el miedo que le tiene la oligarquía y las
especulaciones personales de compañeros frente a otros compañeros.
Vale en esta instancia recordar
estas palabras de la compañera Evita que decía “El enemigo acecha. No perdona jamás que un argentino,
que un hombre de bien, esté trabajando por el bienestar de su pueblo y por la
grandeza de la Patria. Los vendepatrias de dentro, que se venden por cuatro
monedas, están también en acecho para dar el golpe en cualquier momento. Pero
nosotros somos el pueblo y yo sé que estando el pueblo alerta somos invencibles
porque somos la patria misma”
Un repaso necesario especialmente
para estos compañeros que hoy con el argumento de la gobernabilidad, y cediendo
a la extorsión con votos en el Congreso, y halagos al saqueo por recursos,
veladamente y no tanto, están jugando a dos puntas, poniendo sus intereses
personales por encima de los del conjunto, de la patria y del movimiento.
Debieran saber que hasta ahora se
han mirado en el espejo de la victoria que no les pertenece, y que si insisten
en destruir las figuras que los prohijaron y los colocaron donde están, estarán
atentando contra el pueblo y decretando su propia muerte política.
Avezados dirigentes debieran
saber que ni el peronismo ni el FpV están agotados. No son baterías las ideas
ni los ideales, son materia viva que se regenera en el crisol humano de la
construcción colectiva que pone al hombre en el centro de la escena, muy por
encima del interés que impregna al capitalismo salvaje que lo oprime y explota.
Si lo comprenden quizás estén a
tiempo para abandonar las rodilleras y recuperar la coherencia perdida
entendiendo que la verdad es invencible, y que estos malabarismos son muy
obvios, y evidente el interés menor que los impulsa. Ojala puedan.
Los que militamos toda la vida tenemos no solo el derecho, sino la obligación de advertir sobre estos desvíos según soplen los vientos, y en ese marco deben leerse estas palabras.
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