COMPRENDIENDO A CALO Y SUS 12 AÑOS DE DOLOR
Expresa el sindicalista
oficialista (siempre, esté quien esté) esta descarga de emoción contenida por
años cuando dice "Lo que sí tengo que reconocer y lo hago
públicamente es que lo que no conseguimos durante doce años, lo logramos con
las actuales autoridades, que nos reintegraron la plata que es de los
trabajadores. No es plata del Gobierno, es de los trabajadores" (No olvide el lector que la plata que reclaman
como de los trabajadores es parte gruesa de la que se robaron de las Obras
Sociales sindicales por lo que algunos, como el Momo Venegas estuvieron presos
en la causa llamada “Mafia de los Medicamentos”. O sea, ponemos a los
trabajadores como bandera pero la plata no se toca, y cuanto menos servicios, más
plata.)
Pero volviendo a la frase del señor Calo, digo
que debemos comprender su dolor, porque figúrese estimado lector que el señor,
junto a Luis Barrionuevo (aquel que propuso sin éxito dejar de robar por dos
años y no pudo dar el ejemplo, el mismo que llegado al puerto de Buenos Aires desde la lejana
Catamarca allá en tiempos de las invasiones inglesas, y que según las crónicas de la
época que en homenaje a su corazón gastronómico, se negara a derramar aceite,
por usado que sea. Y que solo lo hacía con agua tibia dada la impresión que le
causa la violencia); al lado de Armando Cavallieri (¿recuerda a Cavallieri?,
aquel secretario general de los empleados de comercio desde que el comercio es comercio hasta ahora, el mismo que “pescado” veraneando en el Caribe en el año 94 justificaba
su salario 50 veces superior al de comercio diciendo que el necesitaba ese
dinero por su modo de vida); codo a codo con Andrés Rodriguez de UPCN (acaba de
inscribir una nueva cocarda a su henchido pecho gremial suscribiendo –a
escondidas de los interesados- un Acta Acuerdo con el Momo Venegas por el que
da de baja el Convenio Colectivo de los trabajadores del Registro Nacional de
Trabajadores y Empleadores Agrarios –RENATEA- en el que insólitamente pone
sobre su firma “se considerará extinguida su relación
laboral con el RENATEA”, con lo
que de facto, su propio representante sindical despidió a todos sus afiliados
del organismo. Y para extorsionarlos a que renuncien –consciente el adefesio
suscripto- agregó “percibiendo una indemnización en los
términos del artículo 245 de la Ley de Contrato de Trabajo”, para en otro artículo poner que si renuncian
cobrarán una especie de doble indemnización); de la mano de Gerardo Martinez, hombre de la UOCRA (y en sus ratos libres presetando servicios como personal civil del Batallón 601 que colaboraba activamente con las desapariciones y la muerte durante la dictadura); y unos cuantos más, todos por el estilo y conocidos por usted, pasaron doce años
de tremendo sufrimiento.
Necesitan ser comprendidos,
luchadores sacrificados, militantes desprendidos de todo interés personal, toda
una vida combatiendo al capital, sufriendo doce años ser ignorados por la
dictadura que solo generó 6,7,8 millones de puestos de trabajo, dejó los
mejores salarios de América Latina y jubiló a 3,5 millones de mayores, pero
nunca nos pasó por la caja (fin de la ironía). Doce años en las góndolas
ofreciéndose. Doce años cambiándose la etiqueta con el precio, renovando el
envoltorio, colocando carteles llamadores y flechas señaladoras. Doce años
pintándose los labios y coloreándose los cachetes, refrescando las lolas y los glúteos,
y nada. Destratados, como mercadería vencida, rancia.
Por eso entiéndase esta euforia,
ya que Macri aún antes de asumir pasó por la góndola, los colocó en el
chanquito, los pasó por la caja, los tickaron, y a la bolsa. Al fin se sienten
valorados.
¿Y los trabajadores? Ah, ¡no
pueden estar en todo! Ya dijo Caló, “Hablar de paro es muy prematuro. Es adelantarse mucho y hay que analizar
el día a día. Es como cuando comienzan a caminar los chicos; se caen, se
levantan y vuelven a caminar” (Nótese el torpe intento
comparativo para quienes están hace 30 años promedio en sus sindicatos. ¿Democracia
sindical? No sean mal pensados).
¿Cómo se pretende que vean razones para hablar de paro quienes acaban de embolsar 29 mil millones? Quizás el de caminar es el mensaje alto, serio y limpio de estos magnos dirigentes para los desocupados, para los sin trabajo, para los trabajadores, y los 170 mil nuevos desocupados. Caminar hasta San Cayetano, y rogar. Roguemos hermanos, y pidamos también por la salud de estos dirigentes, porque felices están, dinero ya tienen, y dignidad, bueno es como mucho pedir. San Cayetano hace milagros, pero no tan difíciles.
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