LA DIASPORA ES DIRIGENCIAL, NO POPULAR
Los
medios que construyen la realidad hablan de dispersión en el peronismo que
gobernara hasta diciembre pasado. Los manipuladores que usan la desinformación
como herramienta, asumen que la realidad no es la que cada ciudadano vive, sino
la que imponen los medios.
La mayor mentira puede
circunstancialmente y por algún tiempo convertirse en verdad, en la medida que
los medios de comunicación la repitan una y otra vez.
Será antiético y contrario a
todos los principios y valores que debieran regir en el ejercicio del
periodismo, pero ¿a quién le importa eso en tiempos de grandes objetivos
económicos a cualquier precio?
Ahora por ejemplo, al país al va
maravillosamente bien. El aumento de tarifas y precios no fue tal, se trató de
un sinceramiento; Los ciento sesenta mil despedidos fueron todos ñoquis, en
consecuencia es indefendible su permanencia tanto en el estado como en la
actividad privada. Ahora nos enteramos que en la actividad privada había algo
así como noventa mil ñoquis(¿?); A los
buitres, al decir de Carlos Melconian, “tipos de buena voluntad que compraron
bonos para ahorrar”, había que pagarles sin demora porque si no, quedábamos mal
ante el mundo y no lloverían dólares. Y pagamos, a un costo de robo a mano
armada. Y no hubo lluvia. Si hubo deuda, por más de veintisiete mil millones de
dólares en tres meses, mientras crecen la desocupación, la pobreza, el cierre
de industrias Pymes, y se pulverizaron los salarios con la inflación y la
devaluación. ¿De que sirvió pagarles a los buitres? Para endeudarnos y para que
cobren los buitres argentinos hoy en el gobierno como el caso de Carlos
Melconian que litigó junto a Paul Singer en el Juzgado de Griesa, lo que le
reportó casi ochociento mil dólares. Por eso cuando decía “son tipos de buena
voluntad” hablaba de sí mismo. También le va muy bien al país con la quita de
retenciones a la minería y a los agroexportadores. Porque el país que este
modelo construye es ese, el de los ricos.
Está todo maravillosamente bien
porque ya es ley el blanqueo, esto es impunidad para evasores y lavadores,
entre ellos casi todo el gobierno y casi todas las corporaciones que son en
realidad las que gobiernan. También está de maravillas lo aprobado para los
jubilados, que bajo el discurso del pago de la deuda pierden derechos
adquiridos con la imposición de una “pensión por vejez” que se reduce al 80%
del haber mínimo jubilatorio, como condena a la indigencia, todo en el marco de
la colocación de la piedra basal hacia la privatización y retorno a las AFJP,
que se llevaban solo en comisiones nada menos que treinta mil millones al año.
Bueno, hasta aquí algo de lo
maravilloso, de lo que por ser buenas noticias, no son noticias para los
medios. Y no se difunden para nada.
Por eso los medios corporativos
solo se ocupan de Baez, Lopez, Perez Corradi, y tratan de fogonear la prisión
de la ex presidenta, no vaya a ser que pueda ser candidata. Éstas si son las
noticia que importan. Las que el pueblo debe tomar y ocuparse tiempo completo.
Y así está pasando, incluso con algunos ex funcionarios, legisladores y
dirigentes del gobierno Nacional y Popular Peronista que condujeron Néstor y
Cristina. Esos que luego de la derrota electoral del FpV a manos de la alianza
neoliberal impulsada, conducida y ejecutada por las corporaciones económico
financiaras y mediáticas creen que es mejor tomar distancia. Compañeros que no
resistieron la tentación a la especulación, y cayeron en que Lopez, Baez y
demás, invalidan todas las conquistas y logros de doce años. Es lo que manda la
televisión, la radio y los diarios. Y no resistieron la tentación porque han
sido buenos actores durante muchos años, entonces hoy, sacando la boca del
plato del que comieron una década, hablan de la falta de autocrítica como si
acabaran de descender de un ovni.
Un año atrás parecían recién
descendidos de la Sierra Maestra. Pasaban a degüello a quién osara una
autocrítica. Siempre especulando en no perder la confianza de Cristina porque
lo importante era parecer leales y convencidos. Y no cuestionar nada, porque para
ellos también la realidad es la que se simula, no la que se siente.
Es ésta la diáspora de la que
habla la prensa respecto del peronismo. Son oportunistas, dirigentes de menor
valía y convocatoria que tuvieron exposición gracias a los logros del gobierno
del que fueron parte y que ahora niegan. Pero con escaso vuelo propio ni votos.
No existe diáspora entre los
miles de militantes que lejos están de las especulaciones y esas miserias de
calcular si conviene estar aquí o allá. Cada uno dueño de su voto, más allá del zigzageo de los dirigentes. Miles de militantes que están donde
siempre estuvieron, sosteniendo al gobierno que le cambió la vida a millones,
mucho más allá de errores, de bandidos infiltrados, y de estos personajes de
espinazos flexibles que permitieron que el neoliberalismo que llegó a sentar
este títere en la Rosada destruya sistemáticamente todo el progreso construido
con tanto esfuerzo. Personajes que justifican su claudicación bajo rótulos como
“gobernabilidad”, eufemismo que esconde la fracidez ideológica y falta de
convicción política, o como la necesidad de lograr recursos para sus
provincias, otro argumento que implica reconocerse sobornables o
extorsionables. Cuando en realidad lo que expresan es falta de conciencia y
formación sólida en principios y valores político ideológicos para sostener las
banderas del campo popular en tiempos de crisis. Son estos dirigentes trémulos
y maleables los que hicieron que teniendo el FpV primera minoría en diputados y
mayoría y quórum propio en senadores, las corporaciones impusieran todas las
leyes, desde el pago claudicante y endeudador a los buitres, pasando por la
impunidad para los evasores y lavadores, el saqueo a los jubilados, hasta la
imposición de dos jueces en la corte colocados a dedo por el poder que sabe va
a necesitar garantías para cuando llegue el momento del retorno de un gobierno
del campo popular.
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