LA
FÁBRICA DEL MIEDO EN BUSCA DE UNA NUEVA “TOTAL NORMALIDAD”
En breve será canonizado el obispo salvadoreño Oscar Arnulfo Romero.
Allá por 1980, tiempos de "total normalidad" en la argentina y casi
toda América Latina, Arnulfo tuvo la mala idea de interponerse en el camino de
un puñado de balas que pasaban por su iglesia en el justo momento que él
levantaba el cáliz al cielo. Fue un 24 de marzo, el mismo día que en argentina
se alzaban las copas de quienes celebraban con grandes titulares y sonoros
clarines, los éxitos del terror y la muerte, que de la mano del fusil y la
serpiente entregó justicia para todos. Poco antes de ese día de júbilo aquí y
allá, el obispo había contado, entre otros comentarios imprudentes que solía
hacer, lo que sus ojos veían: "La Justicia es como la serpiente, solo
muerde a los descalzos" afirmó en un rapto de atrevimiento fatal.
Eso sí, nadie puede negar que la justicia es para todos, de eso no hay
dudas. El detalle es que para hartos y poderosos, para ladrones en gran escala
y criminales seriales, calzados hasta las orejas, entrega impunidad. Mientras
que a los desarrapados, los solidarios, los con ideales, los descalzos y
hambrientos, asegura alojamiento en cárcel o cementerio. Son detalles, pero hay
justicia para todos.
Desde la gran fábrica del miedo, los encantadores, guían a la serpiente
para que en su ceguera no vaya a cometer injusticia. Y en estos días, los
argentinos podrán ver un inusual desfile en la Plaza del Pueblo. La serpiente,
al son de la varita del encantador alzará sus fauces y mostrará sus colmillos
en demanda de libertad para morder según su encanto.
¡Queremos libertad y justicia! gritarán los dueños de las absoluciones,
las condenas y las puertas de las cárceles. El grito del tero, pero para proteger buitres.
(La maldita memoria rescata en este instante aquella memorable frase “...estas manifestaciones no se producen en
tiempos de dictadura, aunque parece que algunos comportamientos no se
consustancian con la democracia…”. 3 de agosto 1988, Sociedad Rural
Argentina. Discurso del Presidente Raúl Alfonsín, hombre desconocido para la
actual dirigencia radical)
Siguiendo la lección de los predicadores de la paz global, que necesitan
de la guerra como el pez del agua, claman libertad y justicia mientras
entregan, cárcel e impunidad. Según mande el gran clarín, que para celebrar el
crimen que multiplicado por miles derramaba sangre para abonar sus negocios,
titulaba "Total Normalidad. Gobiernan las FFAA" elogiando la
orgía de dolor y muerte, y certificando su aptitud para la violación sin
fisuras de la palabra y la verdad.
Es el mismo que dice, por la propia o por boca ajena: "Vivimos en dictadura", y lo repite
millones de veces en tiempos que la democracia resiste convertirse en un
despacho menor, que suscriba la satisfacción del apetito y la sed de sudor y
sangre, de todas las frentes, para las inmensidades de sus insaciables entrañas.
Viajes, fiestas, champagne, sexo, mujeres y dinero son parte del
adiestramiento que transforma en serpientes a fiscales y jueces. Los marchantes
del 18 de febrero aspiraron esas primeras líneas, y ahora están bajo las garras
del señor de las tapas y la voz del cencerro que disciplina. Alberto Nisman era uno de ellos, pero tuvo la mala fortuna que de tanto en tanto, y si
sirve para que la fábrica del miedo entregue más, la muerte de uno propio,
también es justicia.
El engaño tiene matices y aristas. Pareciera que vienen por Cristina, la
compañera más amada después de Evita. Y como Evita, la más odiada. Pero el
objetivo estratégico de los criminales es siempre el dinero y con él, el poder.
Cristina es el obstáculo. Con Cristina, y sin muertos importantes no habrá
gerente de puesto menor en 2015.
Por eso, el 25 de octubre de 2015 la historia se repite. Vuelve el “Braden o Perón” del 24 de febrero de 1946, porque el objetivo estratégico del dinero y
el poder es hoy terminar con la democracia para volver al gobierno de las
corporaciones.
La gran disputa entre Democracia o Corporaciones no es ni más ni menos
que, esto que tenemos, con defectos, pero con inclusión creciente para cuarenta
millones, o lo que tuvimos, para un puñado que desde la fábrica del miedo y con
serpientes encantadas desean volver a concentrar riqueza, expandir pobreza y
recuperar impunidad.
Para eso usan la moderna y poderosa herramienta de dominación: desinformación con manipulación de la realidad y la verdad, e instalación del miedo. Claman libertad de prensa, pero en realidad reclaman libertad de presión para poner un hombre de la corporación. Y para eso trafican muerte a domicilio con delívery incluido.
No podrán. No pasarán. Nunca Más.
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