sábado, 18 de mayo de 2013

CUANDO MUERE LA MUERTE 
Pocas veces los argentinos han vivido la noticia de una muerte con tanta ausencia de pesar.
Ocurrió como si hubiese muerto la misma muerte.
Sensación de nada. Quizás alivio.
Sin alegría, pero absolutamente sin ninguna pena.
Se fue un pobre hombre. Había atesorado el triste privilegio de ser portador del oscuro y penoso combo de miles y miles de prisiones clandestinas, robos de niños, torturas, muertes y desapariciones, como quizás ningún otro en toda la historia de la humanidad.
No es poca cosa ni menor razón como para que la indiferencia corone su partida.
Sí, se murió la muerte...
y su cadáver sigue en la morgue.
 La democracia, generosa, digna, hace que pueda ser sepultado, sin marcas de tortura, sin arrojarlo de un avión al mar, sin desaparecerlo...
A pesar de todo.
Por favor... Que alguien lo entierre.

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"NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS SIN ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Martin Luther King
"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)