Este 25 de mayo hemos sido protagonistas de una de esas expresiones populares comprometidas con construcciones colectivas que no se dan con tanta frecuencia en la historia argentina.
Solo suceden cuando el pueblo siente en su piel la comprensión de su situación como sujeto pleno ejerciendo derechos. También sucede en estas circunstancias que otros sectores, más atravesados por el individualismo, por el mercado que todo lo ofrece... para el que pueda tomarlo, también salen, en otras ocasiones, en defensa de los privilegios que les permiten explotar esas posiciones.
Lo hacen con indignación, con resentimiento, baten cacerolas porque no pueden comprar dólares o viajar a Miami. Reputan dictadura porque encuentran límites a sus mezquindades, a sus voracidades, a tener al otro para su uso y disposición.
Y está bien, unos festejan haberse vuelto visibles, ciudadanos que ejercen derechos básicos como comer, educarse, tener salud, esto es tener sus necesidades elementales satisfechas, y gozar de la libertad que ello apareja.
Otros protestan porque quizás ahora tengan que trabajar, porque ya no podrán vivir de la especulación o la explotación del otro. Quizás les moleste no tener una fregadora por la comida, quién les corte el pasto por un pancho, u obreros con sueldos miserables para atesorar más.
Son distintas posturas no solo políticas sino también éticas y morales.
Siempre fue así. Cuando Perón instauró los derechos sociales se convirtió en el enemigo de este sector, el mismo que hoy pretende la muerte de la igualdad creciente para que revivan sus privilegios.
Es así porque el primer mundo tuvo y tiene a los pobres del planeta como carbón que alimenta las calderas que lo iluminan. Por eso un rico de ese primer mundo consume en un día lo que un pobre del tercero en cuatrocientos días. Esa brutal desigualdad se expresa también en la argentina, donde algunas mascotas de los más ricos tienen asignados más recursos diarios que un niño pobre para todo el año.
Néstor y Cristina exhiben el enorme mérito de haber recuperado el manejo del estado para el pueblo.
Hoy ya no gobierna el poder económico. Hoy el llamado establishment está afuera, tirando con todo lo que tiene, pero afuera.
Afuera las poderosas corporaciones mediáticas que desplazaron a una claudicante oposición política, son la oposición. Se han sacado la máscara, y a cara descubierta batallan tratando de recuperar el gobierno para sus intereses.
Para ello impulsan la desinformación y tratan de exacerbar los sentimientos mezquinos de esa franja social que desde la cima de la pirámide de consumo y bienestar no quiere verse rodeada por la chusma ascendente.
Justamente todo esto, hace que quede claro que ésta, sea una Década Ganada para las mayorías, como también lo está que es una Década Perdida para los que vivieron de la especulación y la explotación.
Y en ambos casos está muy bien. ¡Celebremos! Y vayamos por muchas décadas más así.
Por eso, es que los que consideramos que hemos ganado una década, que fijamos como nuevo piso histórico, reivindicamos todas las revolucionarias transformaciones llevadas adelante por los presidentes Néstor Kirchner y Cristina Fernández desde 2003.
Rechazamos todo intento de restauración conservadora que impulsan quienes pretenden volver a apropiarse de las instituciones democráticas para reinstalar la tiranía liberal de las fuerzas del mercado.
Reivindicamos el Modelo Nacional y Popular inserto en el contexto de una América Latina hermanada como Patria realizadora de los sueños de San Marín, Bolívar y Perón.
Rechazamos las presiones de cualquier potencia extranjera, sea política o económica, por cercenar libertad en el ejercicio de las decisiones soberanas sobre nuestro territorio, recursos, rumbo económico, y toda otra expresión de autonomía e independencia que nos pertenece como pueblo libre.
Reivindicamos la Política como herramienta de emancipación y transformación de los pueblos, y propiciamos su ejercicio pleno en todos los ámbitos de nuestras actividades como sociedad.
Rechazamos las campañas de desprestigio al sistema democrático encubiertas tras la estigmatización de la política, propiciadas por los grupos concentrados con el objeto de quebrar la credibilidad del pueblo en su autodeterminación.
En el plano provincial reafirmamos la voluntad de cambio con que nuestro gobierno ha transformado la provincia en los primeros cuatro años de gestión.
Reconocemos la necesidad de profundizar las políticas inclusivas sustentadas en la iniciativa privada con un estado presente, regulador de las relaciones que garanticen una justa distribución de la renta e igualdad de oportunidades.
Reafirmamos la protección del medio ambiente, la distribución, uso y gestión de nuestros recursos naturales como marco referencial insustituible de las actividades productivas y de desarrollo.
Reconocemos la urgencia de avanzar en la modificación de paradigmas productivos propios del modelo neoliberal avasallador de los recursos y la igualdad de oportunidades, reinstaurando un marco de respeto por el hombre como centro de los objetivos económico productivos, por encima de la renta.
Reafirmamos un estado que garantice educación para todos, como basamento de emergencia de sujetos sociales transformadores y reconstructores de un colectivo con espíritu democrático, nacional y popular.
Reconocemos la importancia de avanzar con decisión en la descolonización cultural que termine con las barreras que obstaculizan la integración pluriétnica en todas las instancias sociales y políticas.
Creemos en la acción política construida desde las ideas y proyectos. Y consideramos que las complejas problemáticas actuales requieren sólidas respuestas de políticas públicas con participación popular.
Para ello proponemos, propiciamos e impulsamos la constitución de una red de Mesas Territoriales de Gestión y Acción las que actuarán como cantera de planteos, proyectos, debates y propuestas las que conformarán Unidades de Gestión en tres frentes: Social, Ambiente y Producción, e Infraestructura.
Estas Mesas Territoriales coordinarán con la Mesa Central la canalización y seguimiento de su producción.
Participar es el primer paso para modificar positivamente la realidad. No dejemos de hacerlo, para que no quede en mano de pocos el presente de todos y el futuro de nuestros hijos y para que transitemos exitosamente juntos ésta nueva Década Ganada que comenzamos hoy.
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