sábado, 22 de febrero de 2014

REGRESO A LAS EPOCAS DE LA CONQUISTA Y LA DICTADURA

La policía, cumpliendo órdenes superiores, avanza sobre los manifestantes con brutal saña, inmediatamente –a no más de ocho horas y con las primeras luces de día-, la justicia apresa a los reprimidos. Se los acusa de lesiones a más de veinte policías, mientras se afirma que entre los manifestantes no hay heridos. Comprobación jamás realizada, y solo basada en que no fueron al hospital, donde siempre tan obvios, los esperaban para apresarlos.

El procurador general doctor Jorge Canteros –hoy candidato a Juez del Superior Tribunal- afirma que la policía no reprimió y que fue emboscada por los indígenas, mientras el video que acompaña a esta nota lo deja como un farsante inhábil para el cargo que ocupa y mucho más para el que pretende, mostrando claramente como la policía comienza la balacera y el lanzamiento de  gases a los manifestantes desde una distancia de más de cincuenta metros, avanzando decididamente sobre éstos. Quienes comienzan a responder cuando la distancia lo permite, y a dispersarse por la banquina para luego retornar en auxilio de sus compañeros perseguidos con fuego intenso.


No estoy escribiendo desde la distancia. Con otros compañeros estuvimos en el lugar a pocas horas del hecho. Dialogamos con los manifestantes varias horas. Percibimos su indignación y desazón por la violencia sufrida, pero también su firmeza en que no volverán a ser confinados, exterminados e invisibilizados como en las peores épocas de los fortines del exterminio que los que hoy conducen la provincia claramente añoran y tratan de emular.

Observamos sus heridas desde las piernas hasta la cara en muchos de ellos, aunque el informe público, impúdico, del fiscal, del procurador y otros funcionarios, diga lo contrario, igual como en tiempos del estado violento y opresor que se está instalando acelerada y desquisiadamente. Las fotos que siguen son testimonio de la canallada política y judicial. De la infame mentira.
 


Cuando comenzó la cacería por parte del fiscal José Sorabella estuvimos en la comisaría. Vimos el desfile de camionetas policiales rastrillando el pueblo en busca de indios, con el fiscal pertrechado como el mejor soldado de Julio A. Roca, rodeado claro de muchos policías, los que de ser necesario pondrían su cuerpo para protegerlo.

Vimos como con saña y dando muestras de su enorme inseguridad personal, e intentando suplir autoridad con violencia, abuso y autoritatismo ordenaba a los gritos a policías varones la detención - dentro de la comisaría- a una mujer y su hija, indígenas por supuesto, que venían a ver por qué su marido y padre estaba preso. Aducía, desaforado a los gritos que le habían faltado el respeto. Y como ante la negativa de los agentes, más racionales que el que debía imponer racionalidad, diciéndole que no había personal policial femenino para proceder, histéricamente compelía a éstos a cumplir su orden, con lo que se concretó este abuso de autoridad y maltrato a dos indefensas mujeres presas de desesperación, de miedo y llanto.

Insólito, violento, ridículo, deshumano y absurdo accionar de un funcionario público ahora elogiado por sus superiores por haber cumplido eficazmente con las órdenes superiores. Ordenes que desde las cercanías de la fiscalía de General San Martín vinculan a un acuerdo entre el procurador Jorge Canteros y el ejecutivo provincial  para avanzar sobre las protestas sociales a cambio de votos para el sillón del Superior Tribunal de Justicia que dejara Ricardo Franco.

Escribo estas líneas con profunda preocupación, pena y también bronca, porque nuestro gobierno, éste por el que luchamos contra el rozismo y el nikichismo argumentando justamente su desapego por la verdad, la justicia y la decencia, está reproduciendo aceleradamente todos los mecanismos usados por aquellos, y más.

Preocupación y bronca porque en seis años, con muchos más aciertos que errores, habíamos construido como nadie nunca en el Chaco, y ahora en apenas tres meses estamos destruyendo absolutamente todo. En este bestial viraje hacia los oscuros tiempos autoritarios donde la prepotencia y el autismo  campean en los más altos despachos oficiales, estamos a merced de la irracionalidad que nos está llevando a una peligrosa espiral de violencia de la que, como siempre, el perjudicado será el pueblo.

¿Qué hay detrás de todo esto? Un fuerte perfil ideológico sectario, discriminador, excluyente, concentrador y conservador, que necesita reprimir para acallar.

Cuanto parecido encuentran los indígenas entre Jorge Canteros y José Sorobella con

aquellos cómplices de la dictadura Angel Córdoba, Roberto Mazzoni y Carlos Flores Leyes. Sienten en  Canteros y Sorabella la misma protección que sintieron los compañeros desaparecidos en aquellos. Como entonces, éstos aparecen después de la represión casi a comer un asado y legitimar la brutal agresión de las fuerzas represivas. A decir que las víctimas fueron las fuerzas del orden, que en Pampa del Indio como en Margarita Belén, fueron emboscadas por terroristas, por pelotones fuertemente armados.


Quizás el libreto lo escriba la última gran incorporación en Seguridad. Porque la designación de Eduardo Wischnivetzky como Asesor en Seguridad de la provincia del Chaco es un ladrillo más en la reconstrucción del estado autoritario, represor y torturador que creíamos haber dejado atrás.

Lástima que tanto dirigente peronista preocupado por ser candidato a gobernador en 2015 haya enmudecido frente a esto. Qué pena tanta especulación y descompromiso con la defensa de un gobierno que les permitió soñar con eso y que con su silencio también destruyen aceleradamente. ¡Cuánta tibieza! ¡Cuánta pobreza militante compañeros! Sepan que el miedo mata más que el coraje, y que es triste y vergonzante la historia escrita desde la cobardía.

¿Y los diputados? No se enteraron de nada, ocupados en por fin concretar el gran negocio del edificio propio. Que alguien les avise, si es que concluyeron el reparto de tan ansiada torta, que algo está ocurriendo en la provincia.

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"NO ME PREOCUPA EL GRITO DE LOS VIOLENTOS, DE LOS CORRUPTOS, DE LOS DESHONESTOS, DE LOS SIN ÉTICA. LO QUE MÁS ME PREOCUPA ES EL SILENCIO DE LOS BUENOS" Martin Luther King
"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)