En estos días Angel Rozas hace gala de generosidad, sensibilidad, ideas, propuestas y promesa de trabajo. Está en el llano y en campaña. Entonces propone y promete “eliminar IVA y Ganancias” mientras afirma que él lo va a hacer si llega a senador porque “a este modelo no le importa cómo les va a las clases populares”.
También por allí se le escapó “yo nunca metí mano en la Justicia”
Es como mucho, ¿no?. Mucho, porque veamos como anduvo de sensible, generoso, rico en ideas, propuestas y trabajador cuando tuvo responsabilidad política para gobernar: Congeló los haberes y la antigüedad a los trabajadores jubilados durante diez años; redujo los salarios en un 22%; impuso –al peor estilo de La Forestal- los bonos que irónicamente llamó “quebrachos” los que cotizaban un 40% por debajo de su valor nominal, reduciendo una vez más los salarios de trabajadores y jubilados en el mismo porcentaje.
Y por si todo esto fuera poco, cuando se fue, el Chaco quedaba en el último lugar en el promedio de indicadores sociales entre todas las provincias argentinas. Y por si esto también fuera poco nos dejó una deuda de 5000 millones que había recibido en 600.
¿Trabajar? Recordarán los lectores que el hombre después de gobernador fue diputado nacional cuatro años. Y que los medios locales y nacionales publicaron su penoso paso por el Congreso y su escasísimo apego no solo al trabajo sino al presentismo. Ya que sumados todos los viajes que hizo en esos cuatro años al exterior suman un año completo en Europa y más especialmente en Marbella, cuidando aparentemente intereses personales que partieron del Chaco hacia esos destinos mientras nuestra deuda crecía sin descanso.
Además en el Superior Tribunal de Justicia quedaron sus dilectos amigos y ex funcionarios Ricardo Franco, Ramón Avalos y Rolando Toledo. Casi nada. Todos ingresados violando la Constitución con la complicidad de algunos compañeros que negociaron vilmente en ese tiempo de saqueo, faltándole el respeto a la historia de las luchas peronistas en defensa de la Constitución y la democracia.
Si así le importaban las clases populares a quién acompañó a De la Rúa en esa triste etapa de la vida nacional, para terminar la nefasta década 90 con desindustrialización, éxodo de científicos, desocupación generalizada, saqueos por hambre y decenas de muertos por represión, claro que está en clarísimo contraste con este gobierno que en diez años transformó la argentina en un ejemplo para el mundo por su política inclusiva con la generación de millones de puestos de trabajo; repatriación de mil científicos; miles de industrias nuevas; recuperación de la línea aérea de bandera; recuperación del ahorro; atención a la niñez, mamás y amas de casa con asignaciones y jubilaciones; obras públicas que superan las realizadas en los últimos cuarenta años en la argentina.
Y todo esto no solo sin endeudamiento, sino destacándose como el país más desendeudado del mundo en momentos de la mayor crisis global que se recuerde.
Entonces, este personaje absolutamente menor en buena historia y escrúpulos, que hace este tipo de declaraciones creyendo en el olvido y la desmemoria como un atajo para volver a conchabarse y seguir estafando la fe pública no merece el mínimo respeto de quienes consideramos a la política como la herramienta que tienen los pueblos para trasformar positivamente la realidad.
No tengamos duda los chaqueños que estamos frente a un intento de estafa que seguramente vamos a rechazar democráticamente en las urnas y votaremos en defensa de nuestros intereses y por la continuidad de un Proyecto Nacional y Popular que nada tiene que ver con la ficción que se quiere construir por parte de quienes buscan el regreso de una argentina para pocos y que nuestra memoria no olvida ni perdona, para preservarse y preservar este presente y el futuro para todos.
El once de agosto tenemos un primer compromiso para conformar la mejor lista de candidatos para que en octubre consagremos representantes que nos garanticen la continuidad de la reconstrucción del Chaco y la argentina que desde hace seis y diez años respectivamente crecen e incluyen sin pausa logrando el sostenido avance hacia la mayor igualdad que recuerde nuestra historia.
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