Ésta afirmación tiene todas las características de una mala noticia. También lo sería si leyéramos un titular que diga “Si no tenemos libertad no podemos trabajar”.
Parecen títulos horribles, contenedores de mensajes negativos que conllevan atraso, injusticia y falta de compromiso con el país.
Felizmente no siempre es así. Todo depende de quién y desde qué posición lo diga.
Si el que afirma que sin libertad no puede trabajar es quien se pasó la vida apropiándose de los ajeno y en consecuencia está escribiendo desde la cárcel, el título pasa a ser una buena noticia.
Es una muy buena noticia que quién delinque no pueda seguir haciéndolo. Preserva al resto.
De igual modo, si quienes se pasaron la vida acumulando, apoyando dictaduras, concentrando la tierra, explotando a sus trabajadores, evadiendo, dejando que votemos para imponer luego ellos las políticas por medio de presiones militares o mediáticas, insultando a cuanto presidente no fuera funcional a esos intereses mezquinos, dicen hoy que “con la gestión kirchnerista se han desperdiciado diez años” es realmente una muy buena noticia.
Significa que en estos años la política ha conducido la marcha del país hacia intereses que no tienen nada que ver con la dictadura, con los explotadores, con los concentradores de la tierra y la economía, con los que vivieron de la especulación y no del trabajo.
En consecuencia tiene razón el presidente de la Sociedad Rural Luis Etchevehere en afirmar que para sus intereses extremos se han perdido diez años.
Porque ello reafirma que son exactamente los diez años que ha ganado el resto de la argentina.
Y era hora. Después de muchas décadas, fue tiempo que la política estuviera al lado de la construcción de una patria para los postergados, los excluidos y los explotados.
Y que las voracidades de pocos tengan el límite que un estado presente, obligado cuando está en manos de argentinos comprometidos con la construcción de una patria para todos, a resistir las presiones de quienes gobernaron sin votos en contra de los intereses colectivos.
Felizmente, con sus expresiones, como el preso que se queja porque no puede seguir robando, la Sociedad Rural certifica que estamos transitando tiempos de justicia, tiempos en los que la patria estamos siendo todos, simplemente porque no le son exclusivos y excluyentes.
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