CAMPO POPULAR Y PROYECTOS OPRESIVOS
LA
POLÍTICA
La política es la herramienta de
transformación positiva que tienen los pueblos libres. Los partidos políticos,
las organizaciones sociales, y todo el conjunto de instituciones que conforman
el cuerpo social participan en las acciones políticas cada cual en los espacios
de interacción que actúen.
La política tiene reglas. Ellas ponen un
marco a las legítimas disputas entre los diversos sectores sociales, tanto en
el campo de la ejecución de acciones de gobierno, como en las orientadas a la
búsqueda de posicionamiento para la conducción del mismo. Esas reglas están
dadas por la Constitución y la división de poderes. La pregunta es: ¿Es
libre la política para cumplir con su rol? Veremos.
EL PODER
La sana ingenuidad hace pensar que el
poder está en el estado, y más aún, en el Poder Ejecutivo, porque este tiene en
sus manos la ejecución de las políticas que se vinculan con los recursos
públicos y su asignación para el funcionamiento del mismo, y para las acciones que
se han diseñado en pos de la mejor calidad de vida del conjunto. Aparece
ciertamente como una gran ingenuidad frente a la realidad. No perdamos la
ingenuidad pero reflexionemos para que más temprano que tarde, la realidad sea
lo que debe ser.
Se dice que el hombre más poderoso del
planeta es Barack Obama. Falso, en tal caso es el vocero. El poder de la
industria bélica en el gran país del norte, junto a poderosos conglomerados
económico-financieros, y también mediáticos están muy por encima del hombre que
hace lo suyo, pero más hace lo que mandan los señores del habano, y las
abultadas cuentas bancarias. Ejemplo cercano a nuestros padeceres: Paul Singer
considera a Barack un subalterno. Puesto menor. ¿Le suena? Le da
ordenes que aquel se cuida de cumplir con prolijidad de neurocirujano.
Está claro entonces que es poder, quienes lo ejercen, quienes son
usufructurarios, y quienes víctimas del usufructo.
Entonces, ¿para que el poder quiere el
gobierno?
No es que lo quiera, lo necesita para
neutralizar cualquier aventura libertaria, como la de parte de Latinoamérica,
que pudiera menguar desigualdad a favor de los malcomidos del mundo, que con
sus brazos baratos llenan cuentas bancarias que garantizan la carga de la
perinola entre el todos ponen para ellos y el toma todo para la gran
araña.
El poder tiene una necesidad imperiosa y
vital: limitar la libertad de los pueblos, para que con sus brazos baratos sigan
engrosando cuentas bancarias. En argentina estamos dando una de las más
explícitas batallas entre ese poder y un pueblo que en la última década saboreó
las mieles de la igualdad y no está dispuesto a entregar su libertad.
LA LIBERTAD
Los países, en la distribución de
porciones de la gran pizza global son escenarios de producción y consumo, de
hambre y hartazgo. Están los comensales que saborean, y estamos los que
esperamos ser digeridos.
Un pueblo y su gobierno serían libres si
no tuviesen ataduras ni fueran aplastados por amenazas de quienes ejercen el
poder real en un mundo globalizado. Globalizado, lamentablemente para dominar,
por supuesto.
Y dominan. Impiadosos,
los poderosos deciden que los gobiernos están todos en libertad condicional.
Caminan con tobillera electrónica monitoreada por un puñado de empresas
enormes que como gigantescas arañas con infinidad de patas, las tienen apoyadas
pisando países, bienes, recursos y seres humanos a lo largo y ancho de todo el
planeta. Dominan estados, cadenas monopólicas de medios de comunicación, ponen
y sacan presidentes, jueces, tejen alianzas con iglesias y burguesías locales
entreguistas.
Como en cualquier
estructura cuasi mafiosa, en la pirámide hay escalas. Los que en los trastes
del mundo parecen poderosos señores, no son más que sargentillos, que tienen
permitido arrebatar y fumarse algunos cigarros. A su vez ellos mandan cabitos
todo servicio que hacen el trabajo sucio sentados en quioscos diversos, como
redacciones; despachos judiciales; estudios de televisión; fuerzas de seguridad
que así proveen inseguridad; ex partidos políticos opositores ahora soldaditos
marchando; servicios de inteligencia convertidos en criminales garitos mafiosos
conspirativos; todos por supuesto bajo los sones de poderosas propaladoras que
le dicen al pueblo que están defendiendo sus intereses, frente al gobierno que
los quiere perjudicar. En argentina estamos sacudiendo el yugo, por eso ese mensaje a un pueblo que lo escucha atónito frente a una
realidad que no se muestra como la película en la que le dicen es la víctima, y que sí le trae a la memoria nefastos tiempos pasados.
EL BIENESTAR
El bienestar es mucho más que un ingreso
económico suficiente para satisfacer las necesidades alimentarias y de confort.
Incluye todos los factores que conforman la mejor calidad de vida de las
personas y que den lugar a la satisfacción humana con armonía social.
No se conocen guetos o presidios en los
que se floree el bienestar. Es la libertad la primera y esencial condición para
que haya bienestar. Pero la libertad entendida como un derecho pleno y en el
sentido virtuoso de su ejercicio.
Objetivamente, ¿Quién puede garantizar
bienestar? Solo la comunidad libremente organizada.
Las grandes cadenas de distribución
alimentaria no proveen alimentos. Los ponen en escaparates y góndolas para
garantizarse la mayor renta.
El deporte en manos de grandes
empresarios, ofrece espectáculos al alcance de quienes paguen.
La cultura comercial de élite ignora los
acervos culturales populares, los excluye y está reservada para sectores
ilustrados
La educación privada forma a su interés
y a quienes puedan pagarla.
Los medios de comunicación al servicio
del poder concentrado, ofrecen desánimo, pánico, estimulan el consumismo y la
banalidad. No informan, desinforman para favoreces sus intereses.
La salud privada cura a los enfermos por
indigestión. No tiene ninguna experiencia en hambre.
El desarrollo privado de tecnología
forja grilletes para la dependencia. Lejos está de dinamitar muros opresivos.
El mercado laboral sin reglas del estado
se traduce en explotación, exclusión y violencia.
Solo el estado y su intervención como
regulador de las relaciones entre el capital, el trabajo, más su rol de
promotor de la distribución equitativa de la renta, y garantía de servicios
básicos esenciales está en condiciones de poner las bases para que la libre
organización de la comunidad construya el bienestar.
En las próximas elecciones
decidiremos si seguimos construyendo política, libertad y bienestar sosteniendo
el barco y el rumbo, o si somos víctimas de la desinformación del poder para
que nos suicidemos con el voto apoyando a los que históricamente fueron
palancas que accionaron la maquinaria opresora, como lo es la derecha argentina
que representan Mauricio Macri, Sergio Massa, y a quienes ahora se suma el
sector quebrado de la UCR que expresa la dirigencia caduca y traidora que se
suma a aquellos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario