Cuando a fines de diciembre de 2008 Ramón Avalos al jurar como presidente del STJ “…reafirmara la excelencia y la independencia de la justicia provincial…” no hacía más que exponer una vez más y sin lugar a equívocos en tono de burla, la enorme capacidad que tiene este tribunal para exponer impúdicamente sus miserias. Que sea justamente Avalos, aquel operador del rozismo que desde la presidencia del Tribunal Electoral hiciera todo lo posible por consagrar el fraude por sobre la voluntad popular quién lo mencione es además un atentado a la vergüenza.Nos debemos terminar con los corruptos que de la mano del rozismo tomaron por asalto nuestro poder judicial.
Nos debemos también el esclarecimiento de todos los negociados que incluyeron a magistrados, abogados y diputados en el Consejo de la Magistratura que llevaron a la vergonzosa suspensión de la doctora Mónica Lotero de Volman.
Nos debemos saber que favores generaron la complicidad del Miembro Relator de la Organización de Naciones Unidas Leandro Despouy para que nunca se expidiera sobre la situación del Poder Judicial del Chaco pese a la voluminosa cantidad de elementos que le acercara el Foro por la Justicia Independiente. Cuando sí se había expresado en tono altamente crítico respecto de la justicia en Tucumán y Misiones.
Y si
fueron capaces de esto, nos debemos también saber el precio del silencio de buena parte del poder judicial y del poder político oficialista y opositor de la época para que del Foro por la Justicia Independiente solo formaran parte activa las diputadas Pilatti Vergara, Alicia Terada y el diputado Daniel San Cristobal, y solo un puñado de abogados.Estamos a tiempo para saldarnos estas deudas. Avancemos para honrar nuestra palabra y nuestros compromisos.
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