SE CASARON Y NOS FORNICARON
Ahora anuncian el fin de la luna de miel, que obviamente vamos a pagar todos los argentinos y por varias generaciones.
Pero no solo eso, sino que en este divorcio el despechado va a buscar nuestra comprensión y la pretensión de erigirse como el fiel engañado e incomprendido.
La realidad es que estos matrimonios de conveniencia que violan a todos menos a sus propios y mezquinos intereses siempre terminan de este modo. Con una campaña de reciclaje de los infieles que necesitan separarse de la clara prostitución de la que participaron. Y para eso no trepidan en usar estructuras mafiosas que aparecen como escuadrones de lucha por causas justas.
Que no nos convenzan que lo que nos duele y nos va a doler por décadas de esta luna de miel nos va a posicionar en defensa de cualquiera de los infieles.
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