jueves, 5 de mayo de 2016

EL PRO, UNA PATA DE LA GRAN ARAÑA


El mundo no es un montón de países que funcionan anárquicamente. No solo existen reglas que regulan las relaciones internacionales, sino que hay un gobierno supra gobiernos nacionales. Negado, pero vigente, duro e impiadoso.


Y no es nuevo, solo parece, porque el aporte de la tecnología dispara los tiempos y ahora todo está acelerado. Desde hace 200 años o más se discuten cuestiones globales. En 1798 el demógrafo y economista britanico Thomas Malthus escribió su "Ensayo sobre el principio de la población"

Hago un paréntesis para recordar un hecho que dará la pauta de la importancia del persamiento malthusiano en el mundo neoliberal. Y es el que se dio cuando Néstor Kirchner asumió como presidente el 2003. Ante este acontecimiento George Bush apresuró un encuentro con el nuevo mandatario argentino, seguramente preocupado por los, a su mirada, oscuros antecedentes político históricos del señor Kirchner. Como es sabido, las cuestiones protocolares indican intercambio de obsequios entre otras cosas. Y allí hay un clave sobre la no inocencia de los gestos. Néstor Kirchner le regaló a Bush un cordero patagónico. Atención que el presidente de EEUU retribuyó con un ejemplar del "Ensayo sobre el principio de la población" de Malthus.

Para entender mejor el mensaje solo algunos puntos de la catastrofista obra del clérigo ingles, cuyas predicciones no por fracasadas dejan de ser sostenidas por el pensamiento neoliberal. Sostenidas porque contienen soluciones para problemas que afectan el despilfarro de las minorías ante la necesidad de compartir espacios y alimentos con millones de pobres.

Malthus sostenía que el crecimiento geométrico de la población mundial, frente al aumento aritmético de la producción de alimentos, llevan indefectiblemente a una catástrofe global. Y proponía frenos de distinta naturaleza al crecimiento, eso sí, siempre dirigidos a las mayorías pobres del planeta con quienes su crueldad no tenía límites, al punto de afirmar que el casamiento y la reproducción entre pobres era un acto "a todas luces inmoral". Decía por ejemplo que "...el hombre que nace en un mundo ya ocupado, no tiene derecho alguno a reclamar una parte cualquiera de alimentación, y está demás en el mundo. En el gran banquete de la naturaleza, no hay cubierto para el. La naturaleza le exige que se vaya, y no tardará en ejecutar ella misma tal orden"  Relea por favor el párrafo. 

El obsequio de Bush contenía un muy fuerte mensaje de la mentalidad imperial y sus propósitos globales. Lejos, muy lejos del gesto de camaradería y convivencia que implica compartir un cordero patagónico.

Kirchner seguramente ya había leído a Malthus, y si lo releyó habrá sido para reafirmar sus convicciones y su promesa de no dejarlas en la puerta de la Casa Rosada.

Ahora veamos que dice el PRO sobre la salud, la educación, la edad jubilatoria, la atención médica a niños, embarazadas, madres y los adultos mayores, que es donde apunta Malthus al sostener que "el hombre no debe obstaculizar a la naturaleza con el socorro parroquial quitándole de la mano el palo con el que ella pondrá un cierto equilibrio " 

El PRO sostiene que debe elevarse la edad jubilatoria; que debe haber un monto uniforme en las jubilaciones y luego aportes diferenciales (el pobre poco y el rico más); que la educación de los pobres llegue a igualar a los hijos con los padres manteniendo la mano de obra barata que estos prestan; que hay 120 medicamentos inocuos que el PAMI ya no reconoce, tampoco ofrece sustitutos con lo que "ahorra" 1000 millones año; que es excesiva e insostenible el número de vacunas que se impusieron como gratuitas y obligatorias en los 12 años pasados; que no se sostendrán los programas para embarazadas.

En esta brevísima síntesis se ve claramente un pensamiento mas que malthusiano, neomalthusiano del neoliberalismo global que mientras imposta condena a Hitler, aplica veladamente métodos que lo rozan para sostener privilegios a costa de vidas humanas.  Por eso la devaluación matando varios pájaros de un tiro, transfiriendo a las corporaciones y empobreciendo a las mayorías. Por eso los despidos para que haya gente que coma menos, que se cure menos, y que viva menos. Por eso el retiro de la moratoria para los mayores sin aportes. 

Claramente el PRO es una de las patas de esa gigantesca araña que es la que gobierna a los gobiernos del mundo y que la globalización colocó en Argentina para extender la pobreza como camino a concentrar la riqueza, e ir armando un mundo a medida de una población pobre restringida a la necesaria para cumplir con el trabajo esclavo que las élites del privilegio necesitan para sostener derroche y holgazanería.

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