domingo, 15 de noviembre de 2015

QUE EL ENGAÑO Y EL ODIO NO OPAQUEN LA RAZÓN

La primera toma de conciencia frente al voto, y su valor decisivo para nuestro futuro, es no ignorar la certeza de que la política rige nuestra vida en mayor proporción que nuestro propio esfuerzo personal.
Cuando como ahora, se nos proponen slogans tales como “cambio”, y se vincula ese cambio con alegría y felicidad, con una fuerte carga de romanticismo que lleva emparentar ese cambio con una especie de “refrescadita” como cuando cambiamos de lugar los muebles en nuestro living, o cuando nos teñimos el pelo y nos ponemos una bermuda colorida.

Seamos sensatos, bajemos a la realidad, no se trata de eso. Cero romanticismo cuando de política se trata. En términos políticos el cambio puede ser entregar gran parte del bienestar, como ocurrió tantas veces. Entonces menos romanticismo y más realidad para que no te lleven a entregar lo que disfrutas, y el futuro, con estas propuestas que en realidad ocultan el verdadero rumbo del cambio.

Desde hace más de una década la argentina entro en un claro y evidente proceso de cambio respecto de aquel país que aunque parezca lejano terminó con la crisis más profunda de nuestra historia en 2001. Allí concluyo aquel saqueo neoliberal que sumió en la tragedia de la pobreza genealizada, sin trabajo y sin comida a millones. Las políticas que hoy te ofrecen como cambio, se fueron dejando cuarenta muertos en las calles y una economía devastada, aplicando exactamente las mismas medidas económico sociales que hoy te proponen los de este supuesto nuevo cambio: endeudamiento, baja de salarios y jubilaciones, apertura de importaciones en detrimento de millones de puestos de trabajo de la industria, de la producción y el comercio nacionales.

En 2003 comenzó, de la mano de la política, a terminarse aquella vieja argentina de pobreza y al servicio de las corporaciones que terminaron con la nefasta espiral de endeudamiento externo que nos convertía en peones de bajo salario y menor consumo para pagarle a la usura internacional dineros que jamás vimos, y eso permitió que hoy millones tengan trabajo, casa, auto, confort, vacaciones. Ese verdadero cambio es el que permite que hoy vos tengas lo que tu esfuerzo personal construyó, porque hasta 2001 los argentinos como vos, clamaban por trabajo y comida, y muchos se veían obligados a saquear negocios para llevarles pan a sus hijos.

Entonces, si eres uno de ellos, y tienes trabajo, moto, auto, aire acondicionado, vivienda, te vas de vacaciones, pregúntale a tus padres y abuelos si ellos tuvieron todo eso a tu edad. La respuesta en la mayoría de los casos será no. A pesar que trabajaron tan duro como vos.
Eso te llevara a reflexionar si depende todo y solamente del esfuerzo individual que vos hiciste, o hay un factor decisivo en el diseño de políticas de estado que favorezcan o no el crecimiento colectivo de una sociedad.

Claramente las políticas que el gobierno impulsa rigen en un altísimo porcentaje nuestra posibilidad de que el esfuerzo personal cristalice en calidad de vida en lugar de ir a alimentar las arcas de corporaciones nacionales e internacionales que se queden con la mayor parte de ese esfuerzo.

¿Qué estás cansado/a de Cristina? ¿Qué es soberbia?

De acuerdo. ¿Estás dispuesto/a a entregar trabajo y bienestar para terminar –como si Scioli fuese exactamente lo mismo- con eso? Pensalo. ¿No será que estás repitiendo lo que te dicen los medios que te quieren llevar a votar en defensa de sus intereses y no de los tuyos? Pensalo.

¿Qué te molesta la corrupción?

De acuerdo, a todos nos molesta. Pero, si te molesta la corrupción, ¿votarías a Macri que tiene más de doscientas causas judiciales? ¿Sabes que 124 millones de deuda de sus empresas fueron estatizadas y las pagamos nosotros allá por los 80 y 90, y que eso llevó también a la pobreza y tragedia del 2001? O mejor evitar a estos corruptos seriales y probados, y reflexionar que tenemos que ver como sociedad con la corrupción que nos atraviesa y lleva a tantos, que protestan contra la corrupción, a ser dadores de coimas y prebendas para conseguir privilegios. 

Espero que este modesto aporte sirva para la reflexión seria. Sirva para que seamos conscientes que no hay romanticismo en las decisiones políticas. Lo que hay son intereses, y estos pueden favorecer a las mayorías cuando se trata de gobiernos no conducidos por el poder económico imperial, o a las corporaciones económico financieras cuando se trata de administraciones impulsadas por esas corporaciones. Espero sirva para que podamos razonar si Macri, hombre cien por ciento identificado con ese poder concentrado puede favorecerte a vos, que nada tienes que ver con él, más que ser un trabajador de bajo salario y menor consumo para el mayor disfrute de las minorías que esperan el triunfo del cambio que les devuelva los privilegios que perdieron para que vos hoy tengas mayor bienestar.

Simple. Como dijera Dolina, esta elección es una de las más sencillas, no te podes equivocar, o votas a favor tuyo, o votas a quienes te están diciendo claramente que te van a esquilmar, con la pretensión de que vos creas que el cambio es romántico, que es una cholula refrescadita, y no la entrega del bienestar que puedas estar disfrutando, aunque creas que es todo mérito tuyo.

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"LLEGARÁ EL MOMENTO EN QUE NOS ENSARTAREMOS EL SOMBRERO HASTA LAS OREJAS FRENTA A LAS IGELSIAS, Y NOS DESCUBRIREMOS RESPETUOSAMENTE ANTE LOS BANCOS" (Comentario de don Aledo Luis Meloni sobre el veto de Angel Rozas a la Ley de descanso dominical)