domingo, 17 de mayo de 2015

RESPETAR A FAYT ES RESPETAR A NUESTROS MAYORES

Cuando se llega al uso de la senilidad como estrategia para afectar a terceros, es porque quién lo hace ha perdido valor humano, y sentido del límite. 


Como con la velocidad, violando límites se puede ir rápido, pero con alto riesgo de estrellarse.

Es lo que les viene pasando a estos grandes lanzadores de boomerangs que tiran todo y de todo para afectar al otro, pero más han cosechado la propia frustración y degradación.

Usaron en sus últimos días de vida, abusando de su evidente fragilidad, al ex fiscal Julio César Strassera. Convirtieron a ese símbolo del Juicio a las Juntas en un involuntario operador para los mismos intereses que expresaban los genocidas condenados en gran medida con su acción. Penoso y degradante en quienes simulaban respetarlo mientras explotaban impúdicamente su debilidad. Así lo pasearon por los canales de televisión para apoyar el mamarracho Nisman, y terminaron manchando su historia para defender a un corrupto, encubridor y estafador que usurpó el cargo con el que se lo distinguió. Lamentable.

Es imperdonable desde todo ángulo esta miserabilidad que ahora repiten con el Juez de la Corte Carlos Fayt. Un hombre en evidente y notoria inferioridad sostenido con el solo objetivo de favorecer los intereses de minorías representativas del poder concentrado excluyente, antidemocrático y golpista. Mucho más allá por cierto de su propia voluntad.

Nadie puede negar la conducta pasada del Juez Carlos Fayt. No está en cuestión el Fayt en la plenitud de sus facultades, pero nadie puede ignorar que el paso de los años hace mella tanto en las fuerzas físicas como intelectuales de las personas. Esto es innegable.

La prueba mas contundente en el caso Fayt es que el propio Juez no es ya consciente de sus propias y naturales limitaciones, y que la Corte necesita personas en la plenitud de sus fuerzas y facultades para cumplir cabalmente con las altas responsabilidades que el cargo impone. Cualquier persona con la plena disposición de su entendimiento, ya a esa altura de la vida hubiese tomado razón de esa situación, y en línea con la comprensión y responsabilidades demostradas cuando efectivamente gozaba de todos sus atributos, hubiese actuado en consecuencia.

De modo que una vez más, personajes inescrupulosos que hacen un derroche de falta de escrúpulos descomunal se aprovechan de las debilidades de un anciano sin importarles ni el pasado ni el presente del afectado. Solo buscan el rédito de un voto que ya no está dado en el uso pleno de sus capacidades de ponderación.  Llegando a tanto la perfidia, que a quienes defendemos el respeto a la situación del Juez Fayt tratando de evitarle este manipuleo y manoseo se pretende acusarnos de no respetarlo, mientras lo empujan como a una cosa, con tal de sacarle provecho en el ocaso de su vida.

Es de esperar que la familia del anciano Juez reaccione y tenga piedad con este hombre que claramente no merece en los altos años de la vida ser manipulado como lo es, ante la pasividad de quienes tienen la obligación de evitarle el bochorno y descrédito al que está siendo sometido.

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