Esteban Branco Capitanich

LÁGRIMAS DE LA COHORTE EN RETIRADA…

Muertos de miedo por lo que se viene, los que se pasaron años diciendo que el goberandor Capitanich era un desastre, ahora están argumentando anticipadamente que la derrota que esperan con pánico, será consecuencia de que la figura del montenegrino en la boleta es muy grande, que no está en el lugar correcto, que busca engañar al elector, entre otras niñerías sin sustento. Ligeras y pobres excusas.

¿Cómo es que la figura de quién,- según este rozismo reciclado- no ha sido el mejor gobernador de la historia para todos los chaqueños sino el peor, puede constituirse en una “maniobra” para restarles votos a quienes ofrecen el regreso al pasado?

La lógica indicaría que esa imagen sería traccionadora de votos para los que proponen volver a los tiempos de los quebrachos, de los Jueces saltadores de ventanas del Superior Tribunal, del endenudamiento sin obras, a los salarios de hambre sin paritarias, a los palos de la policía, al Chaco sin industrias, sin caminos, sin viviendas, sin hospitales, sin escuelas, con productores quebrados, con trabajadores precarizados, con niños sin cobertura social, con abuelos sin jubilación, con pueblos sin asfalto, sin agua, con campesinos sin electrificación, sin organización, en fin, a una provincia sin estado, sin capacidad de gestión y sin ideas.

Entonces no debieran temer. Si el elector piensa como dicen que piensa, que tenga bien claro cuál es la boleta que no debe tomar. Y que vea bien en cual está quien gobernó los últimos ocho años, y en cual están los que gobernaron los anteriores. Ocurre que saben que la figura de Capitanich en la boleta es la contracara de todo eso, y por ello este infantilismo planteado.

Lo que si tiene lógica es la falta de respeto con que desde el cinismo y la soberbia se trata a los votantes en el lacrimoso documento de la papelera de reciclaje rozista. Es la misma lógica con que se les quiere decir que en el Chaco fuimos para atrás. La misma que los trata de ignorantes al decir que van a creer que Capitanich será candidato a intendente de otras localidades; la que les dice que se van a confundir como si fuesen un rebaño de tontos. Es la lógica de quienes colonizados por los medios de desinformación caen en la torpeza de subestimar al pueblo.

La realidad es que tienen un problema, y que tratan –erróneamente- de resolverlo con lloriqueos. Y es que la derrota de 2007 en la provincia, hizo que en la Municipalidad de Resistencia se amontonara gran parte de la dirigencia rozista. Son los que ahora cuentan los segundos que quedan hasta el 10 de diciembre, porque más allá de la hipocresía discursiva saben que ese día Jorge Milton Capitanich ingresará al municipio para comenzar a darle solución a los añejos problemas de la ciudad. Y que ese hecho auspicioso para los resistencianos, implica que el funcionariato de la burocracia del atraso deberá buscar otros rumbos.

Sepan que tienen la fortuna que vuelven al llano de la actividad privada y al trabajo, en una provincia con muchas más oportunidades que la que dejaron en 2007. Eso les permitirá reinsertarse laboralmente, con quizás una previa gimnasia para recuperar el hábito ya perdido. Háganlo con alegría y con la convicción que el pan ganado con el sudor de la frente dignifica al hombre, ya que como decía el General “no existe para el peronismo más que una sola clase de hombres: los que trabajan”, y allí están también incluidos.

Entonces no es tan dramático, y no debieran degradarse aún más, y tan penosamente con estas exposiciones derrotistas, ya que el pueblo soberano sabrá darle a cada cuál su lugar, mas allá de estos intentos por torcer el rumbo inexorable que se acerca para que Resistencia se incorpore a las ciudades de la patria que de la mano de Néstor y Cristina le dieron calidad de vida a su pueblo.